requisitos-biblicos-para-ser-obispo
Me parece oportuno poner aquí un trabajo que hice hace ya algunos años, cuando todavía estaba en Cuba. Inicialmente el trabajo lo preparé para una clase de liderazgo; pero como Jessie se ha referido al obispado y quien hizo el primer comentario también, lo modifiqué un poco para presentarlo.
Se trata de una hoja de calificación en Excel, donde aparecen las cualidades requeridas por el apóstol Pablo para un obispo según su primera epístola a Timoteo, unidas a una combinación de fórmulas, con el fin de que una o varias personas califiquen a un aspirante al obispado.
Es simple, sólo hay que poner una equis (X) en las casillas blancas que aparecen en la columna de la izquierda frente a cada una de las cualidades, si la persona que está calificando cree que el aspirante calificado tiene esa cualidad. Aparecerá entonces en la columna amarilla de la derecha la palabra “Aprobado” y un número que irá creciendo en la medida que aparezcan más cualidades aprobadas aparecerá en la casilla roja de arriba debajo de donde dice: Total de puntos. Si el hermano calificado reúne todos los requisitos que Pablo estipuló para ser obispo, la calificación final será de 100 puntos. Si no los reúne todos, pues la calificación será inferior a ese número.
El texto de los requisitos está copiado de la revisión de 1909 de la Reina-Valera, la que más se usa entre nosotros. Pero esa revisión en español tiene ya un siglo y no siempre el significado de las palabras o de las frases son del todo comprensibles para quienes hablamos el español del 2009. Por eso inserté los textos de otras versiones de la Biblia (incluidos los del inglés) en comentarios adjuntos a la hoja. También es sencillo leer esos textos: Sólo mueva el cursor del mouse sin dar click hasta ponerlo encima de la casilla donde está la referencia correspondiente y aparecerá una ventanita amarilla con el texto de las otras versiones.
Ahora alguien preguntará, ¿y a quién calificamos? Esa es la cuestión. Por eso estoy invitando a todos los hermanos que tienen aspiraciones al obispado. El apóstol Pablo escribió: “Si alguno anhela obispado, buena obra desea” (1 Ti. 3.1). Esta no es una aspiración censurable si se tiene en la medida bíblica, que es, no para ocupar una jerarquía eclesiástica, sino para desempeñar un ministerio de servicio a Dios y a la iglesia. Por eso estoy invitando a cuantos tengan aspiraciones sanas al obispado para que se sometan voluntariamente a una consulta popular, para ver si la iglesia los califica con las cualidades requeridas por el apóstol Pablo. Quienes tengan la aspiración y deseen someterse a la encuesta, pueden enviar sus nombres a elgedeonista@yahoo.com. Aquí publicaremos sus nombres y los hermanos (que los conozcan) usarán las hojas de Excel para calificarlos. Esas hojas de Excel ellos (los hermanos que califican) las enviarán a la misma dirección electrónica después que llenen las casillas de calificación. Para eso primero deben bajar hacia su PC el archivo de Excel. Después de terminada la calificación publicaremos los resultados dando un promedio de la puntuación obtenida.
Esperamos por todos los aspirantes al obispado que tengan la buena voluntad de someterse al criterio y aprobación de la iglesia a la que ellos aspiran servir.
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Julio 9th, 2009 at 12:05 am
Joaquin esta estupendo este trabajo no habia meditado tan profundamente en esto,aqui vemos los requisitos bien claros. Me podrias explicar basado en la palabra cual es el ministerio especifico de un obispo?
Julio 11th, 2009 at 4:37 pm
Mi Opinión
La palabra “obispo” viene del término griego “epískopos” cuyo significado es “persona que preside”, también “vigilante, inspector o superintendente”. Antes que en la iglesia, en la cultura greco-romana, se le daba este nombre a los magistrados, oficiales o capataces.
En el Nuevo Testamento además de la palabra “obispo”, también se usa la de “anciano” (en griego “presbyteros”), refiriéndose al mismo ministerio cristiano.
Por eso, basado en el significado de estas palabras y en los textos donde estos ministerios se mencionan, uno pudiera definir un poco el trabajo de los obispos en la iglesia del primer siglo:
En cada iglesia local había varios ancianos (Hch. 14.23. Tito 1.5. Flp. 1.1)
Eran hombres llamados y dotados por Dios para cuidar de las iglesias locales (Hch 20.17,28)
Los de Jerusalén, junto con los apóstoles, tomaban importantes decisiones (Hch. 15,2,4,6,22,23; 16.4; 21.17-19)
Se dedicaban al gobierno de la iglesia, la predicación y la enseñanza (1 Ti. 5.17)
Oraban por los enfermos (Stg. 5.14)
Eran los pastores de las iglesias locales (1 P. 5.1-4)
Imponían las manos (1 Ti. 4.14)
Recibían y quizás administraban las ofrendas (Hch. 11.29,30)
Julio 12th, 2009 at 7:30 pm
Gracias por su respuesta hermano Joaquin Abreus,Que bueno que podamos contar con un sitio con este fin el de aprender mas de la palabra de Dios. Aveces tenemos muchas preguntas cuando estudiamos y que bueno que podamos contar con perosonas como usted que nos puedan ayudar con estas explicasiones tan aceptadas con fundamentos biblicos e historicos.Dios le siga bendiciendo.
Julio 13th, 2009 at 9:15 am
Cuando estaba preparando este trabajo para publicarlo en el blog, alguien me preguntó con la entonación más elocuente que puede aportar la duda: ¿Tú crees que alguno va a enviar su nombre? Le respondí: Estoy seguro que ni uno solo lo va a hacer. Entonces, me replicó, ¿para qué haces eso? En respuesta a esta pregunta es que quiero insertar este comentario.
Desde que pensé en hacer el trabajo estaba convencido de que no tendría una sola respuesta. Pero verdaderamente la intención del trabajo no fue calificar a alguien, porque si me hubiera equivocado y algún hermano enviaba su nombre, lo habría pensado dos veces antes de publicarlo. La primera intención de esta entrada fue llamar la atención hacia lo que establecen las Sagradas Escrituras como requisitos para el obispado. Después, pasados unos días, quería hacer dos observaciones:
Primera: En un sistema de gobierno no autocrático, sino pluralista y participativo, este sería el procedimiento para elegir y ordenar a nuevos obispos. La iglesia correspondiente tomaría parte activa y decisiva en dar su opinión y/o aprobación mediante una calificación igual o similar a esta que presento aquí. Si el sistema de gobierno es autocrático, la evaluación para ordenar a un hermano como obispo la hará una persona o un grupo elitista de personas sin previa consulta popular. Aun cuando este sea el caso, si en la evaluación se tienen en cuenta todos los requisitos recomendados por Pablo a Timoteo y a Tito, habrá un alto porcentaje de acierto en la elección. Pero si lo que prima en esa persona que elige o en ese grupo elitista de personas es la simpatía, los vínculos familiares, el trabajo o el sacrificio realizado por el hermano, hasta la profesante ortodoxia religiosa que algún hermano pueda ostentar, el margen de acierto se reducirá y crecerá la probabilidad de la equivocación en la elección o el nombramiento.
Segunda: Aunque no hubo una sola respuesta, estoy seguro que existen hermanos cuya aspiración es llegar a obispos. A ellos les recomendaría que usaran esta hoja de calificación de Excel para evaluarse a sí mismos en secreto, donde sólo estén su conciencia, la Sagrada Escritura que contiene estos preceptos y Dios que los inspiró. Si no obtienen el aprobado con los cien puntos, les pediría por favor que rechazaran la asignación si se la ofrecieran. La iglesia necesita cada día más de hombres calificados con todas estas cualidades.