AGOSTO 1-15

Agosto 1
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Agosto 1

Buenas nuevas de salvación para Sión

Is. 61.1-62.12 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 »El espíritu de Jehová, el Señor, está sobre mí,
porque me ha ungido Jehová.
Me ha enviado a predicar buenas noticias a los pobres,
a vendar a los quebrantados de corazón,
a publicar libertad a los cautivos
y a los prisioneros apertura de la cárcel;
2 a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová
y el día de la venganza del Dios nuestro;
a consolar a todos los que están de luto;
3 a ordenar que a los afligidos de Sión
se les dé esplendor en lugar de ceniza,
aceite de gozo en lugar de luto,
manto de alegría en lugar del espíritu angustiado.
Serán llamados “Árboles de justicia”,
“Plantío de Jehová”, para gloria suya.
4 »Reedificarán las ruinas antiguas,
levantarán lo que antes fue asolado
y restaurarán las ciudades arruinadas,
los escombros de muchas generaciones.
5 Extranjeros apacentarán vuestras ovejas
e hijos de extraños serán vuestros labradores y vuestros viñadores.
6 Vosotros seréis llamados sacerdotes de Jehová,
ministros de nuestro Dios seréis llamados.
Comeréis las riquezas de las naciones
y con su gloria seréis enaltecidos.
7 En lugar de vuestra doble vergüenza
y de vuestra deshonra,
os alabarán en sus heredades;
por lo cual en su tierra poseerán doble porción
y tendrán perpetuo gozo.
8 »Yo, Jehová, soy amante del derecho,
aborrecedor del latrocinio para holocausto.
Por eso, afirmaré en verdad su obra
y haré con ellos pacto eterno.
9 La descendencia de ellos será conocida entre las naciones
y sus renuevos en medio de los pueblos.
Todos los que los vean reconocerán
que son un linaje bendito de Jehová.
10 »En gran manera me gozaré en Jehová,
mi alma se alegrará en mi Dios,
porque me vistió con vestiduras de salvación,
me rodeó de manto de justicia,
como a novio me atavió
y como a novia adornada con sus joyas.
11 Porque como la tierra produce su renuevo
y como el huerto hace brotar su semilla,
así Jehová, el Señor, hará brotar justicia y alabanza
delante de todas las naciones».
1 Por amor de Sión no callaré
y por amor de Jerusalén no descansaré,
hasta que salga como un resplandor su justicia
y su salvación se encienda como una antorcha.
2 Entonces verán las naciones tu justicia
y todos los reyes tu gloria;
y te será puesto un nombre nuevo,
que la boca de Jehová te pondrá.
3 Y serás corona de gloria en la mano de Jehová
y diadema de realeza en la mano del Dios tuyo.
4 Nunca más te llamarán “Desamparada”,
ni tu tierra se dirá más “Desolada”;
sino que serás llamada Hefzi-bá,
y tu tierra, Beula;
porque el amor de Jehová estará contigo
y tu tierra será desposada.
5 Pues como el joven se desposa con la virgen,
así se desposarán contigo tus hijos;
y como el gozo del esposo con la esposa,
así se gozará contigo el Dios tuyo.
6 Sobre tus muros, Jerusalén,
he puesto guardas
que no callarán ni de día ni de noche.
¡Los que os acordáis de Jehová,
no descanséis
7 ni le deis tregua,
hasta que restablezca a Jerusalén
y la ponga por alabanza en la tierra!
8 Juró Jehová por su mano derecha
y por su poderoso brazo:
«Jamás daré tu trigo
por comida a tus enemigos,
ni beberán los extraños el vino
que es fruto de tu trabajo;
9 sino que quienes lo cosechan lo comerán
y alabarán a Jehová;
y quienes lo vendimian lo beberán
en los atrios de mi santuario».
10 ¡Pasad, pasad por las puertas;
barred el camino al pueblo;
allanad, allanad la calzada,
quitad las piedras,
alzad pendón ante los pueblos!
11 He aquí, Jehová lo hizo oir
hasta lo último de la tierra:
«Decid a la hija de Sión
que ya viene su Salvador;
he aquí su recompensa con él
y delante de él su obra».
12 Y los llamarán Pueblo Santo,
Redimidos de Jehová.
Y a ti te llamarán Ciudad Deseada,
No desamparada.

El día de la venganza de Jehová

Is. 63.1-6 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 —¿Quién es este que viene de Edom,
de Bosra, con vestidos rojos?
¿Este, vestido con esplendidez,
que marcha en la grandeza de su poder?
—Yo, el que hablo en justicia, grande para salvar.
2 —¿Por qué es rojo tu vestido
y tus ropas son como las del que ha pisado en un lagar?
3 —He pisado yo solo el lagar;
de los pueblos nadie había conmigo;
los aplasté con ira,
los pisoteé con furor;
su sangre salpicó mis vestidos
y manché todas mis ropas.
4 Porque el día de la venganza está en mi corazón;
el año de mis redimidos ha llegado.
5 Miré, y no había quien ayudara,
y me maravillé de que no hubiera quien me sostuviese.
Entonces me salvó mi propio brazo
y mi ira me sostuvo.
6 Con mi ira pisoteé a los pueblos,
los embriagué con mi furor
y derramé en tierra su sangre.

Bondad de Jehová para con Israel

Is. 63.7-14 DHH NIV NBD NVI LBLA
7 De las misericordias de Jehová haré memoria,
de las alabanzas de Jehová
conforme a todo lo que Jehová nos ha dado,
y de la grandeza de sus beneficios hacia la casa de Israel,
que les ha hecho según sus misericordias
y según la abundancia de sus piedades.
8 Porque él me dijo: «Ciertamente, mi pueblo son,
hijos que no mienten».
Y fue su salvador.
9 En toda angustia de ellos él fue angustiado,
y el ángel de su faz los salvó;
en su amor y en su clemencia los redimió,
los trajo y los levantó
todos los días de la antigüedad.
10 Mas ellos fueron rebeldes
e hicieron enojar su santo espíritu;
por lo cual se les volvió enemigo
y él mismo peleó contra ellos.
11 Sin embargo, se acordaron de aquellos tiempos antiguos,
de Moisés y de su pueblo,
diciendo: «¿Dónde está el que los hizo subir del mar
con el pastor de su rebaño?
¿dónde el que puso en medio de él su santo espíritu,
12 el que los guió por la diestra de Moisés
con el brazo de su gloria,
el que dividió las aguas delante de ellos,
haciéndose así un nombre eterno?
13 ¿Dónde el que los condujo por los abismos,
como un caballo por el desierto,
sin que tropezaran?».
14 El espíritu de Jehová los pastoreó
como a una bestia que desciende al valle.
Así pastoreaste a tu pueblo
para hacerte un nombre glorioso.

Plegaria pidiendo misericordia y ayuda

Is. 63.15-64.12 DHH NIV NBD NVI LBLA
15 Mira desde el cielo y contempla
desde tu santa y gloriosa morada.
¿Dónde está tu celo y tu poder,
la conmoción de tus entrañas y tus piedades para conmigo?
¿Se han estrechado?
16 ¡Pero tú eres nuestro padre!
Aunque Abraham nos ignore
e Israel no nos reconozca,
tú, Jehová, eres nuestro padre.
Redentor nuestro es tu nombre desde la eternidad.
17 ¿Por qué, Jehová, nos has hecho errar de tus caminos
y has endurecido, respecto a tu temor, nuestro corazón?
¡Vuélvete por amor de tus siervos,
por las tribus de tu heredad!
18 Por poco tiempo lo poseyó tu santo pueblo;
nuestros enemigos han pisoteado tu santuario.
19 Hemos venido a ser como aquellos de quienes nunca te enseñoreaste,
sobre los cuales nunca fue invocado tu nombre.
1 ¡Si rasgaras los cielos y descendieras
y ante tu presencia se derritieran los montes,
2 como fuego abrasador de fundiciones,
fuego que hace hervir las aguas!
Así harías notorio tu nombre a tus enemigos
y las naciones temblarían ante tu presencia.
3 Cuando, haciendo cosas terribles
cuales nunca hubiéramos esperado,
descendiste, se derritieron los montes delante de ti.
4 Nunca nadie oyó,
nunca oídos percibieron ni ojo vio
un Dios fuera de ti, que hiciera algo
por aquel que en él espera.
5 Saliste al encuentro del que con alegría practicaba la justicia,
de quienes se acordaban de ti según tus caminos.
Pero tú te enojaste porque pecamos,
porque en los pecados hemos perseverado largo tiempo.
¿Podremos acaso ser salvos?,
6 pues todos nosotros somos como cosa impura,
todas nuestras justicias como trapo de inmundicia.
Todos nosotros caímos como las hojas
y nuestras maldades nos llevaron como el viento.
7 ¡Nadie hay que invoque tu nombre,
que se despierte para apoyarse en ti!
Por eso escondiste de nosotros tu rostro
y nos dejaste marchitar en poder de nuestras maldades.
8 Ahora bien, Jehová, tú eres nuestro padre;
nosotros somos el barro y tú el alfarero.
Así que obra de tus manos somos todos nosotros.
9 No te enojes sobremanera, Jehová,
ni tengas perpetua memoria de la iniquidad.
¡Míranos ahora, pues pueblo tuyo somos todos nosotros!
10 Tus santas ciudades están desiertas,
Sión es un desierto,
Jerusalén una desolación.
11 La casa de nuestro santuario y de nuestro renombre,
en la cual te alabaron nuestros padres,
fue consumida por el fuego.
¡Todas nuestras cosas preciosas
han sido destruidas!
12 ¿Te quedarás quieto, Jehová, ante estas cosas?
¿Callarás y nos afligirás sobremanera?

Castigo de los rebeldes

Is. 65.1-7 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 «Yo me dejé buscar por los que no preguntaban por mí
y fui hallado por los que no me buscaban.
Dije a gente que no invocaba mi nombre:
“¡Aquí estoy, aquí estoy!”.
2 Extendí mis manos todo el día
a un pueblo rebelde,
que anda por mal camino,
en pos de sus propios pensamientos;
3 un pueblo que en mi rostro
me provoca de continuo a ira,
sacrificando en huertos
y quemando incienso sobre ladrillos;
4 que se sientan en los sepulcros
y en lugares escondidos pasan la noche;
que comen carne de cerdo
y en sus ollas hay caldo de cosas inmundas;
5 que dicen: “Quédate en tu lugar, no te acerques a mí,
porque soy más santo que tú”.
Esos son humo en mi furor,
un fuego que arde todo el día.
6 He aquí que está escrito delante de mí,
y no callaré, sino que les daré su merecido;
les daré el pago en su propio seno.
7 Por vuestras iniquidades,
dice Jehová, y por las iniquidades de vuestros padres juntamente,
los cuales quemaron incienso sobre los montes
y me afrentaron sobre los collados;
por tanto, yo echaré en su propio seno
la medida de sus acciones de antaño».

Cielos nuevos y tierra nueva

Is. 65.8-25 DHH NIV NBD NVI LBLA
8 Así ha dicho Jehová:
«Como si alguno hallara mosto en un racimo
y dijera: “No lo desperdicies,
porque bendición hay en él”,
así haré yo por mis siervos,
pues no lo destruiré todo.
9 Sacaré descendencia de Jacob,
y de Judá, el heredero de mis montes;
mis escogidos poseerán por heredad la tierra,
y mis siervos habitarán allí.
10 Será el Sarón redil de ovejas
y el valle de Acor majada de vacas,
para mi pueblo que me buscó.
11 Pero vosotros, los que dejáis a Jehová,
que olvidáis mi santo monte,
que ponéis mesa para la Fortuna
y ofrecéis libaciones al Destino,
12 yo también os destinaré a la espada
y todos vosotros os arrodillaréis para el degüello.
Porque llamé y no respondisteis,
hablé y no escuchasteis,
sino que hicisteis lo malo delante de mis ojos
y escogisteis lo que no me agrada».
13 Por tanto, así dijo Jehová el Señor:
«He aquí que mis siervos comerán
y vosotros pasaréis hambre;
mis siervos beberán
y vosotros pasaréis sed;
mis siervos se alegrarán
y vosotros seréis avergonzados;
14 mis siervos cantarán con júbilo en el corazón
y vosotros clamaréis con dolor en el corazón
y aullaréis por el quebrantamiento del espíritu.
15 Y dejaréis vuestro nombre
por maldición a mis escogidos.
Jehová, el Señor, te hará morir,
y a sus siervos llamará por otro nombre.
16 El que se bendiga en la tierra,
en el Dios de verdad se bendecirá;
y el que jure en la tierra, por el Dios de verdad jurará,
porque las angustias primeras serán olvidadas
y quedarán ocultas a mis ojos.
17 »Porque he aquí que yo crearé
nuevos cielos y nueva tierra.
De lo pasado no habrá memoria
ni vendrá al pensamiento.
18 Mas os gozaréis y os alegraréis para siempre
en las cosas que yo he creado,
porque he aquí que yo traigo a Jerusalén alegría
y a su pueblo gozo.
19 Yo me alegraré con Jerusalén
y me gozaré con mi pueblo,
y nunca más se oirán en ella
voz de lloro ni voz de clamor.
20 No habrá más allí niño que muera de pocos días
ni viejo que sus días no cumpla,
sino que el niño morirá de cien años
y el pecador de cien años será maldito.
21 Edificarán casas y morarán en ellas;
plantarán viñas y comerán el fruto de ellas.
22 No edificarán para que otro habite
ni plantarán para que otro coma;
porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo,
y mis escogidos disfrutarán la obra de sus manos.
23 No trabajarán en vano
ni darán a luz para maldición,
porque son linaje de los benditos de Jehová,
ellos mismos y también sus descendientes.
24 Antes que clamen, yo responderé;
mientras aún estén hablando, yo habré oído.
25 El lobo y el cordero serán apacentados juntos;
el león comerá paja como el buey
y el polvo será el alimento de la serpiente.
No afligirán ni harán mal
en todo mi santo monte».
Jehová lo ha dicho.

Contra el culto falso

Is. 66.1-4 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Jehová ha dicho:
«El cielo es mi trono
y la tierra el estrado de mis pies.
¿Dónde está la casa que me habréis de edificar?
¿Dónde el lugar de mi reposo?
2 Mi mano hizo todas estas cosas,
así todas ellas llegaron a ser»,
dice Jehová.
«Pero yo miraré a aquel
que es pobre y humilde de espíritu
y que tiembla a mi palabra.
3 El que sacrifica buey es como si matara a un hombre;
el que sacrifica oveja, como si degollara a un perro;
el que hace ofrenda, como si ofreciera sangre de cerdo;
el que quema incienso, como si bendijera a un ídolo.
Pues porque escogieron sus propios caminos
y su alma amó sus abominaciones,
4 también yo escogeré para ellos desgracias
y traeré sobre ellos lo que temen;
porque llamé, pero nadie respondió;
hablé, pero no escucharon,
sino que hicieron lo malo delante de mis ojos
y escogieron lo que no me agrada».

Agosto 2
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Agosto 2

Juicio y liberación

Is. 66.5-24 DHH NIV NBD NVI LBLA
5 Oíd palabra de Jehová,
vosotros los que tembláis a su palabra:
«Vuestros hermanos que os aborrecen
y os echan fuera por causa de mi nombre,
dijeron:
“¡Sea Jehová glorificado
y veamos nosotros vuestra alegría!”.
Pero ellos serán avergonzados.
6 ¡Voz de alboroto de la ciudad,
voz del Templo,
voz de Jehová que da el pago a sus enemigos!
7 »¡Antes que estuviera de parto, dio a luz;
antes que le vinieran dolores,
dio a luz un hijo!
8 ¿Quién oyó cosa semejante?
¿quién vio tal cosa?
¿Concebirá la tierra en un día?
¿Nacerá una nación de una sola vez?
Pues en cuanto Sión estuvo de parto,
dio a luz a sus hijos.
9 Yo que hago dar a luz,
¿no haré nacer?», dice Jehová.
«Yo que hago engendrar,
¿impediré el nacimiento?» dice tu Dios.
10 «Alegraos con Jerusalén,
gozaos con ella todos los que la amáis;
llenaos de gozo con ella
todos los que os enlutáis por ella,
11 para que maméis y os saciéis
de los pechos de sus consolaciones,
para que bebáis y os deleitéis
con la plenitud de su gloria».
12 Porque así dice Jehová:
«He aquí que yo extiendo sobre ella
la paz como un río
y las riquezas de las naciones
como un torrente que se desborda;
y mamaréis, en los brazos seréis traídos
y sobre las rodillas seréis mimados.
13 Como aquel a quien consuela su madre,
así os consolaré yo a vosotros,
y en Jerusalén recibiréis consuelo».
14 Lo veréis y se alegrará vuestro corazón,
y vuestros huesos reverdecerán como la hierba.
La mano de Jehová para con sus siervos se dará a conocer
y se enojará contra sus enemigos.
15 Porque he aquí que Jehová vendrá con fuego
y sus carros como un torbellino,
para descargar su ira con furor
y su reprensión con llama de fuego.
16 Porque Jehová juzgará
con fuego y con su espada
a todo hombre;
y los muertos por Jehová serán multiplicados.
17 «Los que se santifican
y los que se purifican en los huertos,
unos tras otros,
y los que comen carne de cerdo
y abominación y ratón,
juntamente serán talados»,
ha dicho Jehová.
18 «Porque yo conozco sus obras y sus pensamientos; tiempo vendrá para juntar a todas las naciones y lenguas: vendrán y verán mi gloria.19 Pondré entre ellos una señal y enviaré a los sobrevivientes de ellos a las naciones: a Tarsis, a Fut y a Lud que disparan arco, a Tubal y a Javán, a las costas lejanas que no han oído de mí ni han visto mi gloria. Y publicarán mi gloria entre las naciones.
20 »Y traerán a todos vuestros hermanos de entre todas las naciones, como una ofrenda para Jehová, en caballos, en carros, en literas, en mulos y en camellos, a mi santo monte de Jerusalén», dice Jehová, «al modo que los hijos de Israel traen la ofrenda en utensilios limpios a la casa de Jehová.21 Y tomaré también de ellos para sacerdotes y levitas», dice Jehová.
22 «Porque como los cielos nuevos
y la nueva tierra que yo hago
permanecerán delante de mí»,
dice Jehová,
«así permanecerá
vuestra descendencia y vuestro nombre.
23 »Y de mes en mes, y de sábado en sábado,
vendrán todos a adorar delante de mí»,
dice Jehová.
24 «Saldrán y verán los cadáveres de los hombres
que se rebelaron contra mí;
porque su gusano nunca morirá
ni su fuego se apagará.
Y serán abominables
para todo ser humano».

Muerte de Ezequías

2 R. 20.20,21 DHH NIV NBD NVI LBLA
20 Los demás hechos de Ezequías, sus proezas y cómo hizo el estanque y el conducto para dotar de agua a la ciudad, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá?21 Ezequías durmió con sus padres, y en su lugar reinó su hijo Manasés.

2 Cr. 32.32,33 DHH NIV NBD NVI LBLA
32 Los demás hechos de Ezequías y sus misericordias están escritos en la profecía del profeta Isaías hijo de Amoz, en el libro de los reyes de Judá y de Israel.33 Durmió Ezequías con sus padres y lo sepultaron en el lugar más prominente de los sepulcros de los hijos de David, y lo honró en su muerte todo Judá y toda Jerusalén. Reinó en su lugar su hijo Manasés.

687-642 a.C. Gobierno de Manasés en Judá

2 Cr. 33.1-20 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Doce años tenía Manasés cuando comenzó a reinar, y cincuenta y cinco años reinó en Jerusalén.2 Pero hizo lo malo ante los ojos de Jehová, conforme a las abominaciones de las naciones que Jehová había echado de delante de los hijos de Israel.3 Porque él reedificó los lugares altos que Ezequías, su padre, había derribado, levantó altares a los baales, hizo imágenes de Asera, y adoró a todo el ejército de los cielos y les rindió culto.4 Edificó también altares en la casa de Jehová, de la cual había dicho Jehová: «En Jerusalén estará mi nombre perpetuamente».5 Edificó asimismo altares a todo el ejército de los cielos en los dos atrios de la casa de Jehová.
6 Pasó sus hijos por fuego en el valle del hijo de Hinom, y observaba los tiempos, confiaba en agüeros, era dado a adivinaciones y consultaba a adivinos y encantadores; se excedió en hacer lo malo ante los ojos de Jehová, hasta encender su ira.7 Además de esto puso una imagen fundida que hizo en la casa de Dios, de la cual había dicho Dios a David y a su hijo Salomón: «En esta Casa y en Jerusalén, la cual yo elegí sobre todas las tribus de Israel, pondré mi nombre para siempre;8 y nunca más quitaré el pie de Israel de la tierra que yo entregué a vuestros padres, a condición de que guarden y hagan todas las cosas que yo les he mandado por medio de Moisés, toda la Ley, los estatutos y los preceptos».
9 Manasés hizo extraviar, pues, a Judá y a los habitantes de Jerusalén, para que hicieran mayores males que las naciones que Jehová destruyó delante de los hijos de Israel.10 Y habló Jehová a Manasés y a su pueblo, pero ellos no escucharon;11 por lo cual Jehová trajo contra ellos los generales del ejército del rey de los asirios, los cuales apresaron con grillos a Manasés, y atado con cadenas, lo llevaron a Babilonia.
12 Pero cuando se vio en angustia, oró a Jehová, su Dios, y se humilló profundamente en la presencia del Dios de sus padres.13 Oró a él, y fue atendido; pues Dios oyó su oración y lo hizo retornar a su reino en Jerusalén. Entonces reconoció Manasés que Jehová era Dios.
14 Después de esto edificó el muro exterior de la ciudad de David, al occidente de Gihón, en el valle, a la entrada de la puerta del Pescado, amuralló Ofel y elevó el muro muy alto. Además, puso capitanes del ejército en todas las ciudades fortificadas de Judá.15 Asimismo quitó los dioses extranjeros, el ídolo de la casa de Jehová, y todos los altares que había edificado en el monte de la casa de Jehová y en Jerusalén, y los echó fuera de la ciudad.16 Reparó luego el altar de Jehová y sacrificó sobre él sacrificios de ofrendas de paz y de alabanza; y ordenó a Judá que sirvieran a Jehová, Dios de Israel.17 Pero el pueblo aún sacrificaba en los lugares altos, aunque lo hacía para Jehová, su Dios.
18 Los demás hechos de Manasés, su oración a su Dios y las palabras de los videntes que le hablaron en nombre de Jehová, el Dios de Israel, están escritos en las actas de los reyes de Israel.19 Su oración y cómo fue oído, todos sus pecados y su infidelidad, los sitios donde edificó lugares altos y erigió imágenes de Asera e ídolos, antes que se humillara, están escritos en las palabras de los videntes.20 Durmió Manasés con sus padres y lo sepultaron en su casa. Reinó en su lugar su hijo Amón.

2 R. 21.1-18 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Doce años tenía Manasés cuando comenzó a reinar y reinó en Jerusalén cincuenta y cinco años. El nombre de su madre era Hepsiba.2 Pero hizo lo malo ante los ojos de Jehová, imitando las abominaciones de las naciones que Jehová había expulsado de delante de los hijos de Israel.3 Reedificó los lugares altos que su padre Ezequías había derribado, levantó altares a Baal e hizo una imagen de Aserá, como había hecho Acab, rey de Israel. Adoró además a todo el ejército de los cielos y rindió culto a aquellas cosas.4 Asimismo edificó altares en la casa de Jehová, de la que Jehová había dicho: «En Jerusalén pondré mi nombre».5 Y edificó altares para todo el ejército de los cielos en los dos atrios de la casa de Jehová.
6 Además, hizo pasar a su hijo por el fuego y se dio a observar los tiempos, fue agorero e instituyó encantadores y adivinos, multiplicando así la maldad de sus hechos ante los ojos de Jehová para provocarlo a ira.7 También puso una imagen de Aserá hecha por él en la casa de la cual Jehová había dicho a David y a Salomón, su hijo: «Pondré mi nombre para siempre en esta casa y en Jerusalén, a la cual escogí entre todas las tribus de Israel.8 No volveré a hacer que Israel ande errante lejos de la tierra que di a sus padres, con tal que cumplan todas las cosas que yo les he mandado y las guarden, conforme a toda la ley que mi siervo Moisés les mandó».
9 Pero ellos no escucharon, y Manasés los indujo a que obraran peor que las naciones que Jehová destruyó delante de los hijos de Israel.10 Habló, pues, Jehová por medio de sus siervos, los profetas, diciendo:11 «Por cuanto Manasés, rey de Judá, ha cometido estas abominaciones, y ha obrado peor que todo lo que hicieron los amorreos que le precedieron, y también ha hecho pecar a Judá con sus ídolos;12 por tanto, así ha dicho Jehová, el Dios de Israel: “Yo traigo un mal tan grande sobre Jerusalén y sobre Judá, que al que lo oiga le zumbarán ambos oídos.13 Mediré a Jerusalén con la misma medida que a Samaria y la misma plomada que a la casa de Acab. Limpiaré a Jerusalén como se limpia un plato que se friega y se vuelve boca abajo.14 Abandonaré el resto de mi heredad y lo entregaré en manos de sus enemigos; serán presa y despojo de todos sus adversarios,15 por cuanto han hecho lo malo ante mis ojos y han provocado mi ira, desde el día que sus padres salieron de Egipto hasta hoy”».
16 Además, Manasés derramó tal cantidad de sangre inocente que llenó a Jerusalén de extremo a extremo, aparte del pecado con que hizo pecar a Judá, para que hiciera lo malo ante los ojos de Jehová.17 Los demás hechos de Manasés, todo lo que hizo, y el pecado que cometió, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá?18 Manasés durmió con sus padres y fue sepultado en el huerto de su casa, en el huerto de Uza. En su lugar reinó Amón, su hijo.

642-640 a.C. Gobierno de Amón en Judá

2 R. 21.19-26 DHH NIV NBD NVI LBLA
19 Veintidós años tenía Amón cuando comenzó a reinar y reinó dos años en Jerusalén. El nombre de su madre era Mesulemet, hija de Haruz, de Jotba.20 E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, como lo había hecho Manasés, su padre.21 Anduvo en todos los caminos en que su padre anduvo, sirvió a los ídolos a los cuales había servido su padre, y los adoró.22 Dejó a Jehová, el Dios de sus padres, y no anduvo en el camino de Jehová.
23 Los siervos de Amón conspiraron contra él y mataron al rey en su casa.24 Entonces el pueblo de la tierra mató a todos los que habían conspirado contra el rey Amón, y el pueblo de la tierra proclamó rey en su lugar a Josías, su hijo.
25 Los demás hechos de Amón, ¿no están todos escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Judá?26 Fue sepultado en su sepulcro en el huerto de Uza. Y reinó en su lugar su hijo Josías.

2 Cr. 33.21-25 DHH NIV NBD NVI LBLA
21 Veintidós años tenía Amón cuando comenzó a reinar, y dos años reinó en Jerusalén.22 Hizo lo malo ante los ojos de Jehová, como había hecho Manasés, su padre; porque ofreció sacrificios y sirvió a todos los ídolos que su padre Manasés había hecho.23 Pero nunca se humilló delante de Jehová, como se humilló Manasés, su padre; antes bien aumentó el pecado.
24 Conspiraron contra él sus siervos y lo mataron en su casa.25 Pero el pueblo de la tierra mató a todos los que habían conspirado contra el rey Amón, y proclamó rey en su lugar a su hijo Josías.

Agosto 3
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Agosto 3

640-609 a.C. Gobierno de Josías en Judá

Josías comienza su reinado

2 R. 22.1 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Cuando Josías comenzó a reinar tenía ocho años de edad, y reinó en Jerusalén treinta y un años. El nombre de su madre era Jedida, hija de Adaía, de Boscat.

2 Cr. 34.1 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Tenía Josías ocho años cuando comenzó a reinar, y treinta y un años reinó en Jerusalén.

630 a.C. Comienzo del ministerio profético de Sofonías

Contexto histórico del profeta Sofonías

Sof. 1.1 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Palabra que Jehová dirigió a Sofonías hijo de Cusi hijo de Gedalías, hijo de Amarías, hijo de Ezequías, en días de Josías hijo de Amón, rey de Judá:

El día de la ira de Jehová

Sof. 1.2-2.3 DHH NIV NBD NVI LBLA
2 «Destruiré por completo todas las cosas
de sobre la faz de la tierra,
dice Jehová.
3 Destruiré hombres y bestias,
destruiré las aves del cielo
y los peces del mar,
haré perecer a los malvados,
y extirparé a los hombres
de sobre la faz de la tierra,
dice Jehová.
4 »Extenderé mi mano contra Judá
y contra todos los habitantes de Jerusalén.
Exterminaré de este lugar
los restos de Baal
y el nombre de los ministros idólatras
junto con sus sacerdotes.
5 Exterminaré a los que sobre los terrados se postran
ante el ejército del cielo,
a los que se postran jurando por Jehová
y jurando por Milcom,
6 a los que se apartan de Jehová,
a los que no buscaron a Jehová ni lo consultaron.
7 »Calla en la presencia de Jehová, el Señor,
porque el día de Jehová está cercano,
porque Jehová ha preparado un sacrificio
y ha consagrado a sus convidados.
8 »En el día del sacrificio de Jehová
castigaré a los príncipes,
a los hijos del rey
y a todos los que visten como extranjeros.
9 Asimismo castigaré en aquel día
a todos los que saltan la puerta
y a los que llenan las casas de sus señores
de robo y de engaño.
10 »Así dice Jehová:
Habrá en aquel día voz de clamor
desde la puerta del Pescado,
aullido desde la segunda puerta
y gran quebrantamiento desde los collados.
11 Aullad, habitantes de Mactes,
porque todo el pueblo mercader ha sido destruido;
extirpados han sido todos los que trafican con dinero.
12 »Acontecerá en aquel tiempo
que yo escudriñaré a Jerusalén con linterna
y castigaré a los hombres
que reposan tranquilos como el vino asentado,
los cuales dicen en su corazón:
“Jehová ni hará bien ni hará mal”.
13 Por tanto, serán saqueados sus bienes
y sus casas asoladas;
edificarán casas, mas no las habitarán,
plantarán viñas, mas no beberán de su vino.
14 »¡Cercano está el día grande de Jehová!
¡Cercano, muy próximo!
Amargo será el clamor del día de Jehová;
hasta el valiente allí gritará.
15 Día de ira aquel día,
día de angustia y de aprieto,
día de alboroto y de asolamiento,
día de tiniebla y de oscuridad,
día de nublado y de entenebrecimiento,
16 día de trompeta y de alarido
sobre las ciudades fortificadas
y sobre las altas torres.
17 Llenaré de tribulación a los hombres,
y ellos andarán como ciegos,
porque pecaron contra Jehová.
Su sangre será derramada como polvo
y su carne como estiércol.
18 »Ni su plata ni su oro podrán librarlos
en el día de la ira de Jehová,
pues toda la tierra será consumida
con el fuego de su celo,
porque él exterminará repentinamente
a todos los habitantes de la tierra».

1 «Congregaos y meditad,
nación sin pudor,
2 antes que tenga efecto el decreto
y el día se pase como el tamo;
antes que venga sobre vosotros
el furor de la ira de Jehová;
antes que el día de la ira de Jehová
venga sobre vosotros.
3 Buscad a Jehová
todos los humildes de la tierra,
los que pusisteis por obra su juicio;
buscad justicia, buscad mansedumbre;
quizá seréis guardados
en el día del enojo de Jehová.

El castigo que recibirán las naciones

Sof. 2.4-15 DHH NIV NBD NVI LBLA
4 »Porque Gaza será desamparada
y Ascalón asolada;
saquearán a Asdod en pleno día
y Ecrón será desarraigada.
5 ¡Ay de los que moran en la costa del mar,
del pueblo de los cereteos!
Jehová ha pronunciado esta palabra contra vosotros:
¡Canaán, tierra de filisteos,
te haré destruir hasta dejarte sin morador!
6 La costa del mar
se convertirá en praderas para pastores,
en corrales de ovejas.
7 Será aquel lugar
para el resto de la casa de Judá;
allí apacentarán.
En las casas de Ascalón dormirán de noche,
porque Jehová, su Dios, los visitará
y levantará su cautiverio.
8 »He oído los insultos de Moab
y las ofensas con que los hijos de Amón
deshonraron a mi pueblo
y se engrandecieron sobre su territorio.
9 Por tanto, vivo yo,
dice Jehová de los ejércitos,
Dios de Israel,
que Moab quedará como Sodoma,
y los hijos de Amón como Gomorra:
serán un campo de ortigas,
una mina de sal,
un lugar desolado para siempre.
El resto de mi pueblo los saqueará
y el resto de mi pueblo los heredará.
10 »Esto les vendrá por su soberbia,
porque afrentaron al pueblo de Jehová de los ejércitos
y se engrandecieron contra él.
11 Terrible será Jehová con ellos,
porque destruirá a todos los dioses de la tierra,
y se inclinarán ante él, desde sus lugares,
todas las costas de la tierra.
12 También vosotros, los de Etiopía,
seréis muertos con mi espada.
13 Luego extenderá su mano contra el norte
y destruirá a Asiria,
y convertirá a Nínive en un lugar desolado,
árido como un desierto.
14 Rebaños de ganado se echarán en ella,
y todas las bestias del campo;
el pelícano y el erizo
dormirán en sus dinteles,
su voz resonará en las ventanas;
habrá desolación en las puertas,
porque su artesonado de cedro quedará al descubierto.
15 Esta es la ciudad alegre
que estaba confiada,
la que decía en su corazón:
“Yo, y nadie más”.
¡Cómo fue asolada,
hecha guarida de fieras!
Todos los que pasen junto a ella
se burlarán y sacudirán la mano».

Pecado y redención de Jerusalén

Sof. 3.1-8 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 «¡Ay de la ciudad rebelde,
contaminada y opresora!
2 »No escuchó la voz
ni recibió la corrección;
no confió en Jehová
ni se acercó a su Dios.
3 Sus príncipes son, en medio de ella,
leones rugientes;
sus jueces, lobos nocturnos
que no dejan ni un hueso para la mañana.
4 Sus profetas son altaneros,
hombres fraudulentos;
sus sacerdotes contaminaron el santuario,
falsearon la Ley.
5 Jehová es justo en medio de ella,
no cometerá iniquidad;
cada mañana, al despuntar el día,
emite sin falta su juicio;
pero el perverso
no conoce la vergüenza.
6 »Hice destruir naciones,
sus habitaciones están asoladas;
he dejado desiertas sus calles
hasta no quedar quien pase.
Sus ciudades han quedado desoladas,
no ha quedado ni un hombre ni un habitante.
7 Me decía: “Ciertamente me temerá,
recibirá corrección
y no será destruida su morada
cuando yo la visite”.
Mas ellos se apresuraron a corromper
todos sus hechos.
8 Por tanto, esperadme, dice Jehová,
hasta el día en que me levante para juzgaros,
porque mi determinación es reunir las naciones,
juntar los reinos
para derramar sobre ellos mi enojo,
todo el ardor de mi ira,
hasta que el fuego de mi celo
consuma toda la tierra.

Promesas de salvación

Sof. 3.9-13 DHH NIV NBD NVI LBLA
9 »En aquel tiempo devolveré yo a los pueblos
pureza de labios,
para que todos invoquen el nombre de Jehová,
para que le sirvan de común consentimiento.
10 De la región más allá de los ríos de Etiopía
me suplicarán;
la hija de mis esparcidos
traerá mi ofrenda.
11 En aquel día no serás avergonzada
por ninguna de las obras
con que te rebelaste contra mí,
porque entonces quitaré
de en medio de ti
a los que se alegran en tu soberbia,
y nunca más te ensoberbecerás
en mi santo monte.
12 Y dejaré en medio de ti
un pueblo humilde y pobre,
el cual confiará en el nombre de Jehová.
13 El resto de Israel
no hará injusticia
ni dirá mentira,
ni en boca de ellos se hallará lengua engañosa,
porque ellos serán apacentados y reposarán,
y no habrá quien los atemorice.

Canto de alegría por Jerusalén

Sof. 3.14-17 DHH NIV NBD NVI LBLA
14 »¡Canta, hija de Sión!
¡Da voces de júbilo, Israel!
¡Gózate y regocíjate de todo corazón, hija de Jerusalén!
15 Jehová ha retirado su juicio contra ti;
ha echado fuera a tus enemigos.
Jehová es Rey de Israel en medio de ti;
no temerás ya ningún mal.
16 En aquel tiempo se dirá a Jerusalén:
“¡No temas, Sión,
que no se debiliten tus manos!”.
17 Jehová está en medio de ti;
¡él es poderoso y te salvará!
Se gozará por ti con alegría,
callará de amor,
se regocijará por ti con cánticos.

El regreso de los desterrados

Sof. 3.18-20 DHH NIV NBD NVI LBLA
18 »Como en día de fiesta
apartaré de ti la desgracia;
te libraré del oprobio que pesa sobre ti.
19 En aquel tiempo yo apremiaré
a todos tus opresores;
salvaré a la oveja que cojea
y recogeré a la descarriada.
Cambiaré su vergüenza en alabanza y renombre
en toda la tierra.
20 En aquel tiempo yo os traeré;
en aquel tiempo os reuniré,
y os daré renombre y fama
entre todos los pueblos de la tierra,
cuando levante vuestro cautiverio
ante vuestros propios ojos,
dice Jehová».

Josías fue un rey piadoso

2 R. 22.2 DHH NIV NBD NVI LBLA
2 Hizo lo recto ante los ojos de Jehová y anduvo en todo el camino de David, su padre, sin apartarse a derecha ni a izquierda.

2 Cr. 34.2 DHH NIV NBD NVI LBLA
2 Hizo lo recto ante los ojos de Jehová y anduvo en los caminos de David, su padre, sin apartarse a la derecha ni a la izquierda.

627 a.C. Comienza el ministerio profético de Jeremías

Contexto histórico del profeta Jeremías

Jr. 1.1-3 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Las palabras de Jeremías hijo de Hilcías, de los sacerdotes que residieron en Anatot, en tierra de Benjamín.2 Palabra de Jehová que le vino en los días de Josías hijo de Amón, rey de Judá, en el año decimotercero de su reinado.3 Le vino también en días de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, hasta el fin del año undécimo de Sedequías hijo de Josías, rey de Judá, hasta la deportación de Jerusalén en el mes quinto.

Llamamiento y misión de Jeremías

Jr. 1.4-19 DHH NIV NBD NVI LBLA
4 Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo:
5 «Antes que te formara en el vientre, te conocí,
y antes que nacieras, te santifiqué,
te di por profeta a las naciones».
6 Yo dije:
«¡Ah, ah, Señor Jehová! ¡Yo no sé hablar, porque soy un muchacho!».
7 Me dijo Jehová:
«No digas: “Soy un muchacho”,
porque a todo lo que te envíe irás,
y dirás todo lo que te mande.
8 No temas delante de ellos,
porque contigo estoy para librarte,
dice Jehová».
9 Extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová:
«He puesto mis palabras en tu boca.
10 Mira que te he puesto en este día
sobre naciones y sobre reinos,
para arrancar y destruir,
para arruinar y derribar,
para edificar y plantar».
11 La palabra de Jehová vino a mí, diciendo: «¿Qué ves tú, Jeremías?». Yo respondí: «Veo una vara de almendro».12 Me dijo Jehová: «Bien has visto, porque yo vigilo sobre mi palabra para ponerla por obra».
13 Vino a mí la palabra de Jehová por segunda vez, diciendo: «¿Qué ves tú?». Yo dije: «Veo una olla hirviendo, que se vierte desde el norte».
14 Me dijo Jehová:
«Del norte se soltará el mal
sobre todos los moradores de esta tierra.
15 Porque yo convoco
a todas las familias de los reinos del norte,
dice Jehová;
vendrán, y pondrá cada uno su campamento
a la entrada de las puertas de Jerusalén,
junto a todos sus muros en derredor
y contra todas las ciudades de Judá.
16 A causa de toda su maldad,
proferiré mis juicios
contra los que me abandonaron e incensaron
a dioses extraños, y la obra de sus manos adoraron.
17 Tú, pues, ciñe tu cintura,
levántate y háblales todo cuanto te mande.
No te amedrentes delante de ellos,
para que yo no te amedrente en su presencia.
18 Porque yo te he puesto en este día
como ciudad fortificada,
como columna de hierro
y como muro de bronce contra toda esta tierra,
contra los reyes de Judá, sus príncipes,
sus sacerdotes y el pueblo de la tierra.
19 Pelearán contra ti, pero no te vencerán,
porque yo estoy contigo, dice Jehová, para librarte».

Agosto 4
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Agosto 4

Jehová y la apostasía de Israel

Jr. 2.1-8 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
2 «Anda y proclama a los oídos de Jerusalén,
diciendo que así dice Jehová:
“Me he acordado de ti, de la fidelidad de tu juventud,
del amor de tu desposorio,
cuando andabas en pos de mí en el desierto,
en tierra no sembrada”.
3 Santo era Israel a Jehová,
primicias de sus nuevos frutos.
Todos los que lo devoraban eran culpables;
mal venía sobre ellos,
dice Jehová».
4 ¡Oíd la palabra de Jehová, casa de Jacob y todas las familias de la casa de Israel!5 Así dice Jehová:
«¿Qué maldad hallaron en mí vuestros padres,
que se alejaron de mí,
y se fueron tras la vanidad
y se volvieron vanos?
6 No dijeron: “¿Dónde está Jehová,
que nos hizo subir de la tierra de Egipto,
que nos condujo por el desierto,
por una tierra desierta y despoblada,
por tierra seca y de sombra de muerte,
por una tierra por la cual no pasó varón
ni habitó en ella hombre alguno?”.
7 Os introduje en tierra de abundancia,
para que comierais su fruto y sus bienes;
pero entrasteis y contaminasteis mi tierra,
e hicisteis abominable mi heredad.
8 Los sacerdotes no dijeron: “¿Dónde está Jehová?”,
y los que tenían la Ley no me conocieron;
los pastores se rebelaron contra mí,
los profetas profetizaron en nombre de Baal
y anduvieron tras lo que no aprovecha.

Proceso contra Israel

Jr. 2.9-13 DHH NIV NBD NVI LBLA
9 »Por tanto, pleitearé aún con vosotros,
dice Jehová.
Con los hijos de vuestros hijos pleitearé.
10 Pasad, pues, a las costas de Quitim y mirad;
enviad a Cedar y considerad cuidadosamente.
Ved si se ha hecho cosa semejante a esta.
11 ¿Acaso alguna nación ha cambiado sus dioses,
aunque estos no son dioses?
Sin embargo, mi pueblo ha cambiado su gloria
por lo que no aprovecha.
12 ¡Espantaos, cielos, sobre esto, y horrorizaos!
¡Pasmaos en gran manera!,
dice Jehová.
13 »Porque dos males ha hecho mi pueblo:
me dejaron a mí,
fuente de agua viva,
y cavaron para sí cisternas,
cisternas rotas que no retienen el agua.

Israel ha sido infiel al Señor

Jr. 3.1-5 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 »Dicho está:
“Si alguno deja a su mujer,
y esta se va de él
y se junta a otro hombre,
¿volverá de nuevo a ella?
¿No será tal tierra del todo mancillada?”.
Tú, pues, que has fornicado con muchos amigos,
¿habrás de volver a mí?,
dice Jehová.
2 »Alza tus ojos a las alturas,
y ve si hay algún lugar donde no te hayas prostituido.
Junto a los caminos te sentabas para ellos
como un árabe en el desierto,
y con tus fornicaciones y tu maldad
has contaminado la tierra.
3 Por esta causa las aguas fueron detenidas
y faltó la lluvia tardía.
Te has mostrado como una prostituta,
y no has querido avergonzarte.
4 ¿Acaso no me llamas ahora mismo
Padre mío, y Guía de mi juventud?
5 Tu dices: “¿Guardará su enojo para siempre?
¿Eternamente lo guardará?”.
He aquí que has hablado así,
pero has hecho cuantas maldades pudiste».

Jehová exhorta a Israel y a Judá al arrepentimiento

Jr. 3.6-18 DHH NIV NBD NVI LBLA
6 Me dijo Jehová en días del rey Josías: «¿Has visto lo que ha hecho la rebelde Israel? Se ha ido a todo monte alto y bajo todo árbol frondoso, y allí ha fornicado.7 Y dije: “Después de hacer todo esto, se volverá a mí”, ¡pero no se volvió! Y lo vio su hermana, la rebelde Judá.8 Ella vio que por haber fornicado la rebelde Israel, yo la había despedido y dado carta de repudio; pero no tuvo temor la rebelde Judá, su hermana, sino que también fue ella y fornicó.9 Y sucedió que por juzgar ella cosa ligera su fornicación, la tierra fue contaminada, pues adulteró con la piedra y con el leño.10 Con todo esto, su hermana, la rebelde Judá, no se volvió a mí de todo corazón, sino fingidamente, dice Jehová».
11 Y me dijo Jehová: «Ha resultado justa la rebelde Israel en comparación con la traidora Judá.12 Ve y proclama estas palabras hacia el norte, y di:
»“Vuélvete, rebelde Israel,
dice Jehová;
no haré caer mi ira sobre ti,
porque misericordioso soy yo,
dice Jehová;
no guardaré para siempre el enojo.
13 Reconoce, pues, tu maldad,
porque contra Jehová, tu Dios, te has levantado,
y has fornicado con los extraños
debajo de todo árbol frondoso,
y no has escuchado mi voz,
dice Jehová.
14 »Convertíos, hijos rebeldes, dice Jehová, porque yo soy vuestro esposo; os tomaré, uno de cada ciudad y dos de cada familia, y os introduciré en Sión.15 Os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con conocimiento y con inteligencia.16 Y acontecerá que cuando os multipliquéis y crezcáis en la tierra, en esos días, dice Jehová, no se dirá más: ‘¡Arca del pacto de Jehová!’. No vendrá al pensamiento ni se acordarán de ella, no la echarán de menos ni será hecha de nuevo.17 En aquel tiempo llamarán a Jerusalén Trono de Jehová, y todas las naciones vendrán a ella en el nombre de Jehová, a Jerusalén; y no andarán más tras la dureza de su malvado corazón.
18 »En aquellos tiempos irán de la casa de Judá a la casa de Israel, y vendrán juntamente de la tierra del norte a la tierra que hice heredar a vuestros padres.

La idolatría de Israel

Jr. 3.19-22a DHH NIV NBD NVI LBLA
19 »Yo preguntaba: ¿Cómo os pondré por hijos
y os daré la tierra deseable,
la rica heredad de las naciones?
Y dije: Me llamaréis Padre mío,
y no os apartaréis de en pos de mí.
20 Pero como la esposa infiel abandona a su compañero,
así os levantasteis contra mí, casa de Israel,
dice Jehová.
21 »Una voz se oye sobre las alturas,
llanto de los ruegos de los hijos de Israel,
porque han torcido su camino,
se han olvidado de Jehová, su Dios.
22 ¡Convertíos, hijos rebeldes,
y os sanaré de vuestras rebeliones!”».

Respuesta de los israelitas al Señor

Jr. 3.22b-25 DHH NIV NBD NVI LBLA
«Aquí estamos, venimos a ti,
porque tú, Jehová, eres nuestro Dios.
23 Ciertamente vanidad son los collados
y el bullicio sobre los montes;
ciertamente en Jehová, nuestro Dios,
está la salvación de Israel.
24 »Confusión consumió el trabajo de nuestros padres
desde nuestra juventud:
sus ovejas, sus vacas, sus hijos y sus hijas.
25 Yacemos en nuestra vergüenza,
nuestra ignominia nos cubre;
porque pecamos contra Jehová, nuestro Dios,
nosotros y nuestros padres,
desde nuestra juventud y hasta este día,
y no hemos escuchado la voz de Jehová, nuestro Dios».

Anuncio del castigo

Jr. 6.9-15 DHH NIV NBD NVI LBLA
9 Así dijo Jehová de los ejércitos:
«Del todo rebuscarán como a vid
al resto de Israel;
vuelve a pasar tu mano
como vendimiador entre los sarmientos».
10 «¿A quién hablaré y amonestaré, para que escuchen?
Sus oídos son incircuncisos,
y no pueden escuchar;
y la palabra de Jehová les es cosa vergonzosa,
¡no la aman!
11 Por tanto, estoy lleno de la ira de Jehová,
estoy cansado de contenerme.
»Derrámala sobre los niños en la calle,
e igualmente sobre la reunión de los jóvenes,
porque será preso tanto el marido como la mujer,
tanto el viejo como el muy anciano.
12 Sus casas serán traspasadas a otros,
sus heredades y también sus mujeres,
porque yo extenderé mi mano
sobre los moradores de la tierra,
dice Jehová.
13 »Desde el más chico de ellos hasta el más grande,
cada uno sigue la avaricia;
y desde el profeta hasta el sacerdote,
todos son engañadores.
14 Curan la herida de mi pueblo con liviandad,
diciendo: “Paz, paz”,
¡pero no hay paz!
15 ¿Se han avergonzado
de haber hecho abominación?
Ciertamente no se han avergonzado,
ni aun saben tener vergüenza;
por tanto, caerán entre los que caigan;
cuando los castigue caerán,
dice Jehová».

Rebeldía de Israel

Jr. 6.16-21 DHH NIV NBD NVI LBLA
16 Así dijo Jehová:
«Paraos en los caminos, mirad
y preguntad por las sendas antiguas,
cuál sea el buen camino.
Andad por él y hallaréis descanso para vuestra alma».
Mas dijeron: «¡No andaremos!».
17 «Puse también sobre vosotros atalayas, que dijeran:
“¡Estad atentos al sonido de la trompeta!”.
Y ellos dijeron: “¡No lo estaremos!”».
18 Por tanto, oíd, naciones, y entended, congregación, lo que sucederá.
19 «Oye, tierra:
Yo traigo el mal sobre este pueblo,
el fruto de sus pensamientos,
porque no escucharon mis palabras
y aborrecieron mi Ley.
20 ¿Para qué me traéis este incienso de Sabá
y la buena caña olorosa de tierra lejana?
Vuestros holocaustos no son aceptables
ni vuestros sacrificios me agradan».
21 Por tanto, Jehová dice esto:
«Yo pongo a este pueblo
tropiezos, y caerán en ellos
los padres y los hijos juntamente;
el vecino y su compañero perecerán».

Los falsos dioses y el Dios verdadero

Jr. 10.1-11 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Oíd la palabra que Jehová ha hablado sobre vosotros, casa de Israel.2 Así ha dicho Jehová:
«No aprendáis el camino de las naciones
ni tengáis temor de las señales del cielo,
aunque las naciones las teman.
3 Porque las costumbres de los pueblos son vanidad:
cortan un leño del bosque,
luego lo labra el artífice con su cincel,
4 con plata y oro lo adornan
y con clavos y martillo lo afirman
para que no se mueva.
5 Derechos están como una palmera, pero no hablan;
son llevados, porque no pueden andar.
No tengáis temor de ellos,
porque ni pueden hacer mal
ni tienen poder para hacer bien».
6 No hay nadie semejante a ti, Jehová;
grande eres tú
y grande en poder es tu nombre.
7 ¿Quién no te temerá,
Rey de las naciones?
A ti es debido el temor,
porque entre todos los sabios de las naciones
y en todos sus reinos,
no hay nadie semejante a ti.
8 Todos se infatuarán y entontecerán.
Enseñanza vana es el leño.
9 Traerán plata batida de Tarsis y oro de Ufaz,
obra del artífice y de manos del fundidor;
los vestirán de azul y de púrpura,
pues obra de peritos es todo.
10 Mas Jehová es el Dios verdadero:
él es el Dios vivo y el Rey eterno;
ante su ira tiembla la tierra,
y las naciones no pueden sufrir su indignación.
11 Les diréis esto: «Los dioses, que no hicieron los cielos ni la tierra, desaparezcan de la tierra y de debajo de los cielos».

Himno de alabanza a Dios

Jr. 10.12-16 DHH NIV NBD NVI LBLA
12 Él hizo con su poder la tierra,
con su saber puso en orden el mundo
y con su sabiduría extendió los cielos.
13 A su voz se produce un tumulto de aguas en el cielo;
él hace subir las nubes del extremo de la tierra,
trae los relámpagos con la lluvia
y saca el viento de sus depósitos.
14 Todo hombre se embrutece, le falta conocimiento;
se avergüenza de su ídolo todo fundidor,
porque mentirosa es su obra de fundición y no hay espíritu en ella.
15 Vanidad son, obra vana;
en el tiempo de su castigo perecerán.
16 No es así la porción de Jacob,
porque él es el Hacedor de todo,
e Israel es la vara de su heredad:
¡Jehová de los ejércitos es su nombre!

Jr. 51.15-19 DHH NIV NBD NVI LBLA

15 Él es el que hizo la tierra con su poder,
el que afirmó el mundo con su sabiduría
y extendió los cielos con su inteligencia.
16 A su voz se producen tumultos de aguas en los cielos;
él hace subir las nubes desde lo último de la tierra.
Él trae la lluvia con los relámpagos
y saca el viento de sus depósitos.
17 Todo hombre se ha vuelto necio, carece de conocimiento.
Y todo artífice se avergüenza de su escultura,
porque mentira es su ídolo, no tiene espíritu.
18 Vanidad son y obra digna de burla,
que en el tiempo del castigo perecerán.
19 No es como ellos la porción de Jacob,
porque él (Jehová de los ejércitos es su nombre)
es el formador de todo,
e Israel es el cetro de su herencia.

El profeta se dirige a Dios

Jr. 12.1-4 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Justo eres tú, Jehová,
para que yo dispute contigo;
sin embargo, alegaré mi causa ante ti.
¿Por qué es prosperado el camino de los malvados
y les va bien a todos los que se portan deslealmente?
2 Los plantaste,
y echaron raíces; crecieron, y dieron fruto;
cercano estás tú en sus bocas,
pero lejos de sus corazones.
3 Pero tú, Jehová, me conoces;
me viste y has probado mi corazón para contigo.
¡Arrebátalos como a ovejas para el degolladero,
y señálalos para el día de la matanza!
4 ¿Hasta cuándo estará desierta la tierra
y marchita la hierba de todo el campo?
Por la maldad de los que en ella moran
han perecido los ganados y las aves,
pues dijeron:
«No verá Dios nuestro fin».

Respuesta de Dios

Jr. 12.5,6 DHH NIV NBD NVI LBLA
5 «Si corriste con los de a pie y te cansaron,
¿cómo contenderás con los caballos?
Y si en la tierra de paz no estabas seguro,
¿cómo harás en la espesura del Jordán?
6 Aun tus hermanos y la casa de tu padre,
aun ellos se levantaron contra ti,
aun ellos gritaron en pos de ti.
No confíes en ellos,
aunque te digan cosas buenas.

Advertencia a Israel

Jr. 13.15-17 DHH NIV NBD NVI LBLA
15 Oíd y prestad atención:
no os envanezcáis, pues Jehová ha hablado.
16 Dad gloria a Jehová, vuestro Dios,
antes que haga venir tinieblas,
antes que vuestros pies tropiecen en montes de oscuridad,
y que, esperando vosotros la luz,
él os la vuelva en sombra de muerte y tinieblas.
17 Mas si no escucháis esto,
en secreto llorará mi alma a causa de vuestra soberbia;
y llorando amargamente, se desharán mis ojos en lágrimas,
porque el rebaño de Jehová fue hecho cautivo.

Jeremías invoca al Señor

Jr. 16.19,20 DHH NIV NBD NVI LBLA
19 Jehová, fortaleza mía, fuerza mía
y refugio mío en el tiempo de la aflicción,
a ti vendrán naciones
desde los extremos de la tierra, y dirán:
«Ciertamente mentira heredaron nuestros padres,
una vanidad sin provecho alguno.
20 ¿Hará acaso el hombre dioses para sí?
Mas ellos no son dioses».

Respuesta del Señor

Jr. 16.21 DHH NIV NBD NVI LBLA
21 «Por tanto, les enseñaré esta vez,
les haré conocer mi mano y mi poder,
y sabrán que mi nombre es Jehová.

Agosto 5
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Agosto 5

Pecado y castigo de Judá

Jr. 17.1-4 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 »El pecado de Judá está escrito con cincel de hierro
y con punta de diamante;
está esculpido en la tabla de su corazón
y en los cuernos de sus altares,
2 como un recuerdo para sus hijos.
Sus altares y sus imágenes de Asera
están junto a los árboles frondosos
y en los collados altos,
3 en las montañas y sobre el campo.
Todos tus tesoros entregaré al pillaje
por el pecado de tus lugares altos
en todo tu territorio.
4 Perderás la heredad que yo te di,
y te haré servir a tus enemigos en tierra que no has conocido,
porque en mi furor habéis encendido un fuego
que arderá para siempre».

Mensajes varios

Jr. 17.5-13 DHH NIV NBD NVI LBLA
5 Así ha dicho Jehová:
«¡Maldito aquel que confía en el hombre,
que pone su confianza en la fuerza humana,
mientras su corazón se aparta de Jehová!
6 Será como la retama en el desierto,
y no verá cuando llegue el bien,
sino que morará en los sequedales en el desierto,
en tierra despoblada y deshabitada.
7 »¡Bendito el hombre que confía en Jehová,
cuya confianza está puesta en Jehová!,
8 porque será como el árbol plantado junto a las aguas,
que junto a la corriente echará sus raíces.
No temerá cuando llegue el calor,
sino que su hoja estará verde.
En el año de sequía
no se inquietará
ni dejará de dar fruto.
9 »Engañoso es el corazón
más que todas las cosas, y perverso;
¿quién lo conocerá?
10 ¡Yo, Jehová, que escudriño la mente,
que pruebo el corazón,
para dar a cada uno según su camino,
según el fruto de sus obras!».
11 Como la perdiz que cubre lo que no puso,
es el que injustamente amontona riquezas:
en la mitad de sus días las dejará,
y en su final será un insensato.
12 Trono de gloria, excelso desde el principio,
es el lugar de nuestro santuario.
13 ¡Jehová, esperanza de Israel!,
todos los que te dejan serán avergonzados,
y los que se apartan de ti serán inscritos en el polvo,
porque dejaron a Jehová, manantial de aguas vivas.

Jeremías invoca al Señor

Jr. 17.14-18 DHH NIV NBD NVI LBLA
14 Sáname, Jehová, y quedaré sano;
sálvame, y seré salvo,
porque tú eres mi alabanza.
15 La gente me dice:
«¿Dónde está la palabra de Jehová?
¡Que se cumpla ahora!».
16 Mas yo no he ido en pos de ti
para incitarte a castigarlos,
ni deseé el día de la calamidad;
tú lo sabes.
Lo que de mi boca ha salido, fue en tu presencia.
17 No me seas tú por espanto,
pues mi refugio eres tú en el día malo.
18 Avergüéncense los que me persiguen,
y no sea yo avergonzado;
asómbrense ellos, y yo no me asombre;
trae sobre ellos el día malo
y quebrántalos con doble quebranto.

Observancia del sábado

Jr. 17.19-27 DHH NIV NBD NVI LBLA
19 Así me ha dicho Jehová: «Ve y ponte a la puerta de los Hijos del pueblo, por la cual entran y salen los reyes de Judá; ponte en todas las puertas de Jerusalén,20 y diles: “¡Oíd la palabra de Jehová, reyes de Judá, todo Judá y todos los habitantes de Jerusalén que entráis por estas puertas!21 Así ha dicho Jehová: Guardaos por vuestra vida de llevar carga en sábado y de meterla por las puertas de Jerusalén.22 No saquéis carga de vuestras casas en sábado, ni hagáis trabajo alguno, sino santificad el sábado, como mandé a vuestros padres.23 Pero ellos no escucharon ni inclinaron su oído, sino que endurecieron su corazón para no escuchar ni recibir corrección.
24 »No obstante, si vosotros me obedecéis, dice Jehová, no metiendo carga por las puertas de esta ciudad en sábado, sino que santificáis el sábado y no hacéis en él ningún trabajo,25 entrarán por las puertas de esta ciudad, en carros y en caballos, los reyes y los príncipes que se sientan sobre el trono de David, ellos y sus príncipes, los hombres de Judá y los habitantes de Jerusalén; y esta ciudad será habitada para siempre.26 Y vendrán de las ciudades de Judá, de los alrededores de Jerusalén, de la tierra de Benjamín, de la Sefela, de los montes y del Neguev, trayendo holocausto y sacrificio, ofrenda e incienso, y trayendo sacrificio de alabanza a la casa de Jehová.27 Pero si no me obedecéis para santificar el sábado, para no traer carga ni meterla por las puertas de Jerusalén en sábado, yo haré descender fuego en sus puertas, que consumirá los palacios de Jerusalén y no se apagará”».

622 a.C. Josías realiza reformas religiosas en Judá, las cuales se extendieron hasta el antiguo reino del norte

2 R. 23.4-20 DHH NIV NBD NVI LBLA
4 El rey mandó al sumo sacerdote Hilcías, a los sacerdotes de segundo orden y a los guardianes de la puerta, que sacaran del templo de Jehová todos los utensilios que habían sido hechos para Baal, Aserá y todo el ejército de los cielos. Los quemó fuera de Jerusalén, en el campo del Cedrón, e hizo llevar sus cenizas a Bet-el.5 Después quitó a los sacerdotes idólatras que habían puesto los reyes de Judá para que quemaran incienso en los lugares altos de las ciudades de Judá y en los alrededores de Jerusalén, así como a los que quemaban incienso a Baal, al sol y a la luna, a los signos del zodíaco y a todo el ejército de los cielos.6 Hizo también sacar la imagen de Aserá fuera de la casa de Jehová, fuera de Jerusalén, al valle del Cedrón, la quemó en el valle del Cedrón, la convirtió en polvo y echó el polvo sobre los sepulcros de los hijos del pueblo.7 Además derribó los lugares de prostitución idolátrica que estaban en la casa de Jehová, en los cuales tejían las mujeres tiendas para Aserá.
8 Hizo venir a todos los sacerdotes de las ciudades de Judá y profanó los lugares altos donde los sacerdotes quemaban incienso, desde Geba hasta Beerseba. Derribó los altares de las puertas que estaban a la entrada de la puerta de Josué, gobernador de la ciudad, situados al lado izquierdo de la puerta de la ciudad.9 Pero los sacerdotes de los lugares altos no subían al altar de Jehová en Jerusalén, sino que comían panes sin levadura entre sus hermanos.
10 Asimismo profanó el Tofet, que está en el valle del hijo de Hinom, para que ninguno pasara su hijo o su hija por fuego ante Moloc.11 Quitó también los caballos que los reyes de Judá habían dedicado al sol a la entrada del templo de Jehová, junto a la habitación de Natán-melec, el eunuco, el cual tenía a su cargo los ejidos, y quemó los carros del sol.12 Derribó además el rey los altares que estaban sobre la azotea de la sala de Acaz, construidos por los reyes de Judá, y los altares que había hecho Manasés en los dos atrios de la casa de Jehová. De allí corrió y arrojó el polvo al arroyo Cedrón.
13 Asimismo profanó el rey los lugares altos que estaban delante de Jerusalén, a la mano derecha del monte de la destrucción, los cuales Salomón, rey de Israel, había edificado a Astoret, ídolo abominable de los sidonios, a Quemos, ídolo abominable de Moab, y a Milcom, ídolo abominable de los hijos de Amón.14 Quebró las estatuas, derribó las imágenes de Aserá y llenó el lugar que ocupaban con huesos humanos.15 También el altar que estaba en Bet-el y el lugar alto que había hecho Jeroboam hijo de Nabat, el que hizo pecar a Israel. Destruyó aquel altar y su lugar alto, lo quemó y lo hizo polvo, y prendió fuego a la imagen de Aserá.
16 Cuando regresó Josías y vio los sepulcros que estaban allí en el monte, mandó sacar los huesos de los sepulcros y los quemó sobre el altar para contaminarlo, conforme a la palabra de Jehová que había proclamado el hombre de Dios, el cual había anunciado estas cosas.17 Después dijo:
—¿Qué monumento es este que veo?
Los de la ciudad le respondieron:
—Este es el sepulcro del hombre de Dios que vino de Judá y profetizó estas cosas que tú has hecho sobre el altar de Bet-el.
18 El rey dijo:
—Dejadlo; que nadie mueva sus huesos.
Así fueron preservados sus huesos y los huesos del profeta que había venido de Samaria.
19 Josías quitó también todos los templos de los lugares altos que estaban en las ciudades de Samaria, los cuales habían hecho los reyes de Israel para provocar a ira, e hizo con ellos como había hecho en Bet-el.20 Mató además sobre los altares a todos los sacerdotes de los lugares altos que allí estaban y quemó sobre ellos huesos humanos, y volvió a Jerusalén.

2 Cr. 34.3-7 DHH NIV NBD NVI LBLA
3 A los ocho años de su reinado, siendo aún muchacho, comenzó a buscar al Dios de David, su padre; y a los doce años comenzó a limpiar a Judá y a Jerusalén de los lugares altos, imágenes de Asera, esculturas e imágenes fundidas.4 Fueron derribados en su presencia los altares de los baales, e hizo pedazos las imágenes del sol que estaban puestas encima; despedazó también las imágenes de Asera, las esculturas y estatuas fundidas, las desmenuzó y esparció el polvo sobre los sepulcros de los que les habían ofrecido sacrificios.5 Quemó además los huesos de los sacerdotes sobre sus altares y limpió a Judá y a Jerusalén.6 Lo mismo hizo en las ciudades de Manasés, Efraín, Simeón y hasta Neftalí, y en los lugares asolados alrededor.7 Después de derribar los altares y las imágenes de Asera, quebrar y desmenuzar las esculturas, y destruir todos los ídolos por toda la tierra de Israel, volvió a Jerusalén.

Rebeldía de Israel

Jr. 2.20-25 DHH NIV NBD NVI LBLA
20 »Porque desde hace mucho tiempo rompiste tu yugo y tus ataduras,
y dijiste: “No serviré”.
Con todo eso, sobre todo collado alto
y debajo de todo árbol frondoso
te acostabas como una prostituta.
21 Te planté de vid escogida,
toda ella de buena simiente,
¿cómo, pues, te me has vuelto sarmiento de vid extraña?
22 Aunque te laves con lejía
y amontones jabón sobre ti,
la mancha de tu pecado permanecerá aún delante de mí,
dice Jehová, el Señor.
23 ¿Cómo puedes decir: “No soy impura,
nunca anduve tras los baales”?
Mira tu proceder en el valle,
conoce lo que has hecho,
dromedaria ligera que corre de un lado a otro,
24 asna montés acostumbrada al desierto,
que en su ardor olfatea el viento.
De su lujuria, ¿quién la detendrá?
Ninguno que la busque se fatigará,
porque en el tiempo de su celo la hallará.
25 »Guarda tus pies de andar descalzos
y tu garganta de la sed.
Mas dijiste: “No hay remedio en ninguna manera,
porque a extraños he amado y tras ellos he de ir”.

Complot contra Jeremías

Jr. 11.18-23 DHH NIV NBD NVI LBLA
18 Jehová me lo hizo saber, y lo supe; entonces me hiciste ver sus obras.19 Yo era como un cordero inocente que llevan a degollar, pues no entendía que maquinaban designios contra mí, diciendo: «Destruyamos el árbol con su fruto, cortémoslo de la tierra de los vivientes, para que no haya más memoria de su nombre».
20 Pero tú, Jehová de los ejércitos,
que juzgas con justicia,
que escudriñas la mente y el corazón,
déjame ver tu venganza sobre ellos,
porque ante ti he expuesto mi causa.
21 Por tanto, así ha dicho Jehová acerca de los hombres de Anatot que buscan tu vida, diciendo: «No profetices en nombre de Jehová, para que no mueras a nuestras manos».22 Así, pues, ha dicho Jehová de los ejércitos: «Yo los castigaré: los jóvenes morirán a espada, sus hijos y sus hijas morirán de hambre.23 No quedará ni un resto de ellos, pues yo traeré el mal sobre los hombres de Anatot, en el año de su castigo».

Agosto 6
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Agosto 6

Hallazgo del libro de la Ley

2 R. 22.3-23.3 DHH NIV NBD NVI LBLA
3 En el año dieciocho del rey Josías envió el rey a Safán hijo de Azalía hijo de Mesulam, el escriba, a la casa de Jehová diciendo:4 «Vete a ver al sumo sacerdote Hilcías y dile que recoja el dinero que han traído a la casa de Jehová y ha sido recogido del pueblo por los guardianes de la puerta.5 Que se ponga en manos de los que hacen la obra, los que tienen a su cargo el arreglo de la casa de Jehová, para que lo entreguen a los que hacen la obra de la casa de Jehová, a quienes reparan las grietas de la Casa6 —a los carpinteros, maestros y albañiles—, y se pueda comprar madera y piedra de cantería para reparar la Casa.7 Pero que no se les pida cuentas del dinero cuyo manejo se les confíe, porque ellos proceden con honradez».
8 Entonces el sumo sacerdote Hilcías dijo al escriba Safán: «He hallado el libro de la Ley en la casa de Jehová».
E Hilcías entregó el libro a Safán, quien lo leyó.9 Luego el escriba Safán se presentó ante el rey y le rindió cuentas diciendo:
—Tus siervos han recogido el dinero que se halló en el Templo y se lo han entregado a los que hacen la obra, los que tienen a su cargo el arreglo de la casa de Jehová.
10 Asimismo el escriba Safán declaró al rey: «El sacerdote Hilcías me ha dado un libro».
Y Safán lo leyó delante del rey.11 Cuando el rey escuchó las palabras del libro de la Ley, rasgó sus vestidos,12 y dio enseguida esta orden al sacerdote Hilcías, a Ahicam hijo de Safán, a Acbor hijo de Micaías, al escriba Safán y a Asaías, siervo del rey:13 «Id y preguntad a Jehová por mí, por el pueblo y por todo Judá, acerca de las palabras de este libro que se ha hallado, ya que es grande la ira de Jehová que se ha encendido contra nosotros, por cuanto nuestros padres no escucharon las palabras de este libro y no han obrado conforme a todo lo que en él está escrito».
14 Entonces el sacerdote Hilcías, Ahicam, Acbor, Safán y Asaías, fueron a ver a la profetisa Hulda, mujer de Salum hijo de Ticva hijo de Harhas, encargado del vestuario, la cual vivía en Jerusalén, en el barrio nuevo de la ciudad, y hablaron con ella.15 Ella les dijo: «Así ha dicho Jehová, el Dios de Israel: “Decid al hombre que os ha enviado a mí:16 ‘Así dijo Jehová: Voy a traer sobre este lugar, y sobre sus habitantes, todo el mal de que habla este libro que ha leído el rey de Judá,17 por cuanto me abandonaron a mí y quemaron incienso a dioses ajenos, provocando mi ira con toda la obra de sus manos. Mi ira se ha encendido contra este lugar, y no se apagará’.18 Pero al rey de Judá, que os ha enviado a consultar a Jehová, le diréis: ‘Así ha dicho Jehová, el Dios de Israel: Por cuanto oíste las palabras del libro19 y tu corazón se enterneció y te has humillado delante de Jehová al escuchar lo que yo he dicho contra este lugar y contra sus habitantes, que serán asolados y malditos, y por haberte rasgado los vestidos y haber llorado en mi presencia, también yo te he oído, dice Jehová.20 Por tanto, haré que te reúnas con tus padres: serás llevado a tu sepulcro en paz y tus ojos no verán ninguno de los males que yo traigo sobre este lugar’ ”».
Y ellos llevaron la respuesta al rey.
1 Entonces el rey mandó convocar ante él a todos los ancianos de Judá y de Jerusalén.2 Luego el rey subió a la casa de Jehová con todos los hombres de Judá y todos los habitantes de Jerusalén, los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo, desde el más pequeño hasta el más grande. Allí leyó en voz alta todas las palabras del libro del pacto que había sido hallado en la casa de Jehová.3 Después, puesto en pie junto a la columna, el rey hizo un pacto delante de Jehová, comprometiéndose a que seguirían a Jehová y guardarían sus mandamientos, sus testimonios y sus estatutos, con todo el corazón y con toda el alma, y que cumplirían las palabras del pacto que estaban escritas en aquel libro. Y todo el pueblo confirmó el pacto.

2 Cr. 34.8-33 DHH NIV NBD NVI LBLA
8 A los dieciocho años de su reinado, después de haber limpiado la tierra y la Casa, envió a Safán hijo de Azalía, a Maasías, gobernador de la ciudad, y a Joa hijo de Joacaz, el canciller, para que repararan la casa de Jehová, su Dios.9 Estos se presentaron ante el sumo sacerdote Hilcías y le entregaron el dinero que había sido traído a la casa de Jehová, que los levitas que guardaban la puerta habían recibido de Manasés, de Efraín y de todo el resto de Israel, de todo Judá y Benjamín, y de los habitantes de Jerusalén.10 Lo pusieron en manos de los que hacían la obra, que eran mayordomos en la casa de Jehová, y estos se lo daban a los que hacían la obra y trabajaban en la casa de Jehová reparando y restaurando el Templo.11 Daban asimismo a los carpinteros y canteros para que compraran piedra de cantería y madera para los armazones, y para la entabladura de los edificios que habían destruido los reyes de Judá.
12 Estos hombres procedían con fidelidad en la obra. Los encargados de activar la obra eran Jahat y Abdías, levitas de los hijos de Merari, y Zacarías y Mesulam, de los hijos de Coat, y todos los levitas entendidos en instrumentos de música.13 También velaban sobre los cargadores y eran mayordomos de los que se ocupaban en cualquier clase de obra. Entre los levitas había escribas, gobernadores y porteros.
14 Al sacar el dinero que había sido traído a la casa de Jehová, el sacerdote Hilcías halló el libro de la ley de Jehová, dada por medio de Moisés.15 Entonces Hilcías dijo al escriba Safán:
—He hallado el libro de la Ley en la casa de Jehová.
Y dio Hilcías el libro a Safán.
16 Safán lo llevó al rey y le contó el asunto diciendo:
—Tus siervos han cumplido todo lo que les fue encomendado.17 Han reunido el dinero que se halló en la casa de Jehová y lo han entregado a los encargados y a los que hacen la obra.
18 Además de esto, el escriba Safán anunció al rey:
—El sacerdote Hilcías me ha dado un libro.
Y leyó Safán en él ante el rey.
19 Cuando el rey oyó las palabras de la Ley, rasgó sus vestidos20 y ordenó a Hilcías y a Ahicam hijo de Safán, a Abdón hijo de Micaía, a Safán, el escriba, y a Asaías, siervo del rey:
21 —¡Id!, consultad a Jehová por mí y por el resto de Israel y de Judá acerca de las palabras del libro que se ha hallado; porque grande es la ira de Jehová que ha caído sobre nosotros, por cuanto nuestros padres no han guardado la palabra de Jehová haciendo conforme a todo lo que está escrito en este libro.
22 Entonces Hilcías y los hombres del rey fueron a Hulda, la profetisa, mujer de Salum hijo de Ticva hijo de Harhas, encargado de las vestiduras, la cual vivía en el segundo barrio de Jerusalén, y le hablaron del asunto.23 Entonces ella respondió:
—Jehová, Dios de Israel, ha dicho así: “Decid al hombre que os ha enviado a mí, que así ha dicho Jehová:24 Voy a traer el mal sobre este lugar y sobre sus habitantes, es decir, todas las maldiciones que están escritas en el libro que leyeron delante del rey de Judá;25 por cuanto me han dejado y han ofrecido sacrificios a dioses ajenos, provocándome a ira con todas las obras de sus manos; por tanto, se derramará mi ira sobre este lugar y no se apagará”.26 Pero al rey de Judá, que os ha enviado a consultar a Jehová, le diréis así: “Jehová, el Dios de Israel, ha dicho así: Por cuanto oíste las palabras del libro27 y tu corazón se conmovió, te humillaste delante de Dios al oir sus palabras sobre este lugar y sobre sus habitantes, y te humillaste delante de mí, rasgaste tus vestidos y lloraste en mi presencia, yo también te he oído, dice Jehová.28 Yo te recogeré con tus padres, y serás recogido en tu sepulcro en paz, tus ojos no verán todo el mal que yo traigo sobre este lugar y sobre los que habitan en él”.
Y ellos refirieron al rey la respuesta.29 Entonces el rey hizo reunir a todos los ancianos de Judá y de Jerusalén.30 Subió el rey a la casa de Jehová, y con él todos los hombres de Judá, y los habitantes de Jerusalén, los sacerdotes, los levitas y todo el pueblo, desde el mayor hasta el más pequeño; y leyó a oídos de ellos todas las palabras del libro del pacto que había sido hallado en la casa de Jehová.31 Y puesto en pie el rey en su sitio, hizo delante de Jehová pacto de caminar en pos de Jehová y de guardar sus mandamientos, sus testimonios y sus estatutos, con todo su corazón y con toda su alma, poniendo por obra las palabras del pacto que estaban escritas en aquel libro.32 E hizo que se comprometieran a ello todos los que estaban en Jerusalén y en Benjamín; y los habitantes de Jerusalén hicieron conforme al pacto de Dios, del Dios de sus padres.33 Josías quitó todas las abominaciones de toda la tierra de los hijos de Israel, e hizo que todos los que se hallaban en Israel sirvieran a Jehová, su Dios. Y mientras él vivió no se apartaron de Jehová, el Dios de sus padres.

El pacto violado

Jr. 11.1-8 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Palabra que vino de Jehová a Jeremías, diciendo:2 «Oíd las palabras de este pacto, y hablad a todo hombre de Judá y a todo habitante de Jerusalén.3 Decidles que así ha dicho Jehová, Dios de Israel: “Maldito el que no obedezca las palabras de este pacto,4 el cual mandé a vuestros padres el día que los saqué de la tierra de Egipto, del horno de hierro, diciéndoles: Oíd mi voz y cumplid mis palabras conforme a todo lo que os mando. Entonces vosotros seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios.5 Así confirmaré el juramento que hice a vuestros padres, que les daría la tierra que fluye leche y miel, como en este día”».
Yo respondí y dije: «¡Amén, Jehová!».
6 Jehová me dijo: «Proclama todas estas palabras en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, diciendo: “Oíd las palabras de este pacto y ponedlas por obra.7 Porque solemnemente advertí a vuestros padres el día que los hice subir de la tierra de Egipto, amonestándolos sin cesar, desde el principio hasta el día de hoy, diciendo: ¡Escuchad mi voz!8 Pero no escucharon ni inclinaron su oído; antes bien, se fueron cada uno tras la imaginación de su malvado corazón. Por tanto, traeré sobre ellos todas las palabras de este pacto, el cual mandé que cumplieran, y no cumplieron”».

Persiste la ira de Jehová contra Judá

2 R. 23.24-27 DHH NIV NBD NVI LBLA
24 Josías barrió asimismo a los encantadores, adivinos y terafines, y todas las cosas abominables que se veían en la tierra de Judá y en Jerusalén, para cumplir las palabras de la Ley que estaban escritas en el libro que el sacerdote Hilcías había hallado en la casa de Jehová.25 No hubo otro rey antes de él que se convirtiera a Jehová con todo su corazón, con toda su alma y con todas sus fuerzas, conforme a toda la ley de Moisés, ni después de él nació otro igual.
26 Con todo, Jehová no desistió del ardor de su gran ira, que se había encendido contra Judá por todas las provocaciones con que Manasés lo había irritado.27 Y Jehová dijo: «También apartaré de mi presencia a Judá, como aparté a Israel, y desecharé a esta ciudad que había escogido, a Jerusalén, y a la casa de la que dije: “Allí estará mi nombre”».

Josías celebra la Pascua

2 Cr. 35.1-19 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Josías celebró la Pascua a Jehová en Jerusalén, y sacrificaron la Pascua a los catorce días del mes primero.2 Puso también a los sacerdotes en sus oficios y los confirmó en el ministerio de la casa de Jehová.3 Dijo además a los levitas que enseñaban a todo Israel y que estaban dedicados a Jehová: «Poned el Arca santa en la casa que edificó Salomón hijo de David, rey de Israel, para que no la carguéis más sobre los hombros. Servid ahora a Jehová, vuestro Dios, y a su pueblo Israel.4 Preparaos según las familias de vuestros padres, por vuestros turnos, como lo ordenaron David, rey de Israel, y Salomón, su hijo.5 Estad en el santuario según la distribución de las familias de vuestros hermanos, los hijos del pueblo, y según la distribución de la familia de los levitas.6 Sacrificad luego la Pascua, santificaos y preparadla para que vuestros hermanos puedan cumplir la palabra de Jehová dada por medio de Moisés».
7 Luego dio el rey Josías a los del pueblo ovejas, corderos y cabritos de los rebaños, en número de treinta mil, y tres mil bueyes, todo para la Pascua, para todos los que se hallaban presentes. Todo esto provenía de la hacienda del rey.8 También sus príncipes dieron con liberalidad al pueblo y a los sacerdotes y levitas. Hilcías, Zacarías y Jehiel, oficiales de la casa de Dios, dieron a los sacerdotes, para celebrar la Pascua, dos mil seiscientas ovejas y trescientos bueyes.9 Asimismo Conanías, Semaías y Natanael, sus hermanos, y Hasabías, Jeiel y Josabad, jefes de los levitas, dieron a los levitas, para los sacrificios de la Pascua, cinco mil ovejas y quinientos bueyes.
10 Preparado así el servicio, los sacerdotes se colocaron en sus puestos, y asimismo los levitas en sus turnos, conforme al mandamiento del rey.11 Entonces sacrificaron la Pascua; y rociaban los sacerdotes la sangre recibida de manos de los levitas, y los levitas desollaban las víctimas.12 Tomaron luego del holocausto, para dar conforme a los repartimientos de las familias del pueblo, a fin de que ofrecieran a Jehová según está escrito en el libro de Moisés; y asimismo tomaron de los bueyes.13 Asaron la Pascua al fuego conforme a la ordenanza; pero lo que había sido santificado lo cocieron en ollas, en calderos y sartenes, y lo repartieron rápidamente a todo el pueblo.14 Después prepararon para ellos mismos y para los sacerdotes; porque los sacerdotes, hijos de Aarón, estuvieron ocupados hasta la noche en el sacrificio de los holocaustos y de las grasas; por tanto, los levitas prepararon para ellos mismos y para los sacerdotes, hijos de Aarón.
15 Asimismo los cantores, hijos de Asaf, estaban en su puesto, conforme al mandamiento de David, de Asaf y de Hemán, y de Jedutún, el vidente del rey; lo mismo los porteros, cada uno en su puerta; y no fue necesario que se apartaran de su ministerio, porque sus hermanos los levitas preparaban para ellos.
16 Así se organizó aquel día todo el servicio de Jehová, para celebrar la Pascua y para sacrificar los holocaustos sobre el altar de Jehová, conforme al mandamiento del rey Josías.17 Los hijos de Israel que estaban allí celebraron en ese tiempo la Pascua y la fiesta solemne de los Panes sin levadura por siete días.18 No se había celebrada una Pascua como esta en Israel desde los días del profeta Samuel; ni ningún rey de Israel celebró la Pascua tal como la que celebró el rey Josías, los sacerdotes y los levitas, todo Judá e Israel, que allí se hallaban presentes, junto con los habitantes de Jerusalén.19 Esta Pascua fue celebrada en el año dieciocho del rey Josías.

2 R. 23.21-23 DHH NIV NBD NVI LBLA
21 Entonces el rey ordenó a todo el pueblo: «Celebrad la Pascua a Jehová, vuestro Dios, conforme a lo que está escrito en el libro de este pacto».22 No había sido celebrada tal Pascua desde los tiempos en que los jueces gobernaban a Israel, ni en todos los tiempos de los reyes de Israel y de los reyes de Judá.23 En el año dieciocho del rey Josías se celebró aquella Pascua a Jehová en Jerusalén.

612 a.C. Comienzo del ministerio profético de Nahum

Nah. 1.1 DHH NIV NBD NVI LBLA

1Profecía sobre Nínive. Libro de la visión de Nahúm de Elcos.

La actividad de Nahúm parece corresponder al período entre el 663 y el 612 a.C., y es probable que el libro fuera compuesto poco antes del 612 a.C., año en que los aliados medo-caldeos atacaron y destruyeron la ciudad de Nínive.

La ira vengadora de Dios

Nah. 1.2-14 DHH NIV NBD NVI LBLA
2 «Jehová es Dios celoso y vengador;
Jehová es vengador y está lleno de indignación;
se venga de sus adversarios
y se enoja con sus enemigos.
3 Jehová es tardo para la ira y grande en poder,
y no tendrá por inocente al culpable.
Jehová marcha sobre la tempestad y el torbellino,
y las nubes son el polvo de sus pies.
4 Amenaza al mar y lo seca,
y agota todos los ríos;
el Basán y el Carmelo languidecen,
y la flor del Líbano se marchita.
5 Ante él tiemblan los montes,
y los collados se derriten.
La tierra se conmueve en su presencia,
el mundo y todos los que en él habitan.
6 ¿Quién puede resistir su ira?
¿Quién quedará en pie
ante el ardor de su enojo?
Su ira se derrama como fuego
y ante él se quiebran las peñas.
7 Jehová es bueno,
fortaleza en el día de la angustia,
y conoce a los que en él confían.
8 Mas con inundación impetuosa
consumirá a sus adversarios,
y las tinieblas perseguirán a sus enemigos.
9 ¿Qué pensáis contra Jehová?
¡Él extermina por completo;
no tomará venganza dos veces de sus enemigos!
10 Aunque sean como espinos entretejidos
y estén empapados en su embriaguez,
serán consumidos como hojarasca completamente seca.
11 »De ti salió
el que tramó el mal contra Jehová,
un consejero perverso.
12 »Así ha dicho Jehová:
“Aunque tengan reposo y sean tantos,
aun así serán talados, y él pasará.
Bastante te he afligido;
no te afligiré más,
13 porque ahora quebraré el yugo que pesa sobre ti,
y romperé tus cadenas”.
14 »Pero acerca de ti mandará Jehová
que no quede ni memoria de tu nombre:
De la casa de tu dios destruiré
escultura y estatua de fundición;
allí pondré tu sepulcro,
porque fuiste vil».

Agosto 7
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Agosto 7

Anuncio de la caída de Nínive

Nah. 1.15-2.12 DHH NIV NBD NVI LBLA
15 «¡Mirad! Sobre los montes
los pies del que trae buenas nuevas,
del que anuncia la paz.
Celebra, Judá, tus fiestas,
cumple tus votos,
porque nunca más te invadirá el malvado;
ha sido destruido del todo.
1 »¡Un destructor avanza contra ti!
¡Monta guardia en la fortaleza!
¡Vigila el camino!
¡Cíñete la cintura!
¡Reúne todas tus fuerzas!
2 Porque Jehová restaurará la gloria de Jacob,
así como la gloria de Israel,
porque saqueadores los saquearon
y estropearon sus sarmientos.
3 El escudo de sus valientes está enrojecido,
los hombres de su ejército visten de grana,
el carro flamea como fuego de antorchas;
el día que se prepare,
temblarán los cipreses.
4 Los carros se precipitan a las plazas,
con estruendo ruedan por las calles;
su aspecto es como de antorchas encendidas,
corren como relámpagos.
5 Se convoca a los valientes,
se atropellan en su marcha,
se apresuran hacia el muro
donde se prepara la defensa.
6 Las puertas de los ríos se abren
y el palacio es destruido.
7 Llevan cautiva a la reina,
le ordenan que suba,
y sus criadas la llevan
gimiendo como palomas,
golpeándose sus pechos.
8 Nínive es como un estanque
cuyas aguas se escapan.
Gritan: “¡Deteneos, deteneos!”,
pero ninguno mira.
9 ¡Saquead plata, saquead oro!
¡Hay riquezas sin fin,
y toda clase de objetos suntuosos y codiciables!
10 »Vacía, agotada y desolada está,
su corazón desfallece,
le tiemblan las rodillas,
tiene dolor en las entrañas;
los rostros están demudados.
11 ¿Qué queda de la cueva de los leones
y de la guarida de los cachorros de los leones,
donde se recogían el león y la leona,
y los cachorros del león,
y no había quien los espantara?
12 El león arrebataba en abundancia
para sus cachorros,
y despedazaba para sus leonas,
llenaba de presas sus cavernas,
y de robo sus guaridas».

Destrucción total de Nínive

Nah. 2.13-3.19 DHH NIV NBD NVI LBLA
13 «¡Aquí estoy contra ti!,
dice Jehová de los ejércitos.
Quemaré y reduciré a humo tus carros,
y la espada devorará tus leoncillos;
acabaré con el robo en tu tierra
y nunca más se oirá la voz de tus mensajeros.
1 »¡Ay de ti, ciudad sanguinaria,
toda llena de mentira y de pillaje!
¡Tu rapiña no tiene fin!
2 Chasquido de látigo,
estrépito de ruedas,
caballos al galope,
carros que saltan,
3 cargas de caballería,
resplandor de espada
y resplandor de lanza.
¡Multitud de heridos,
multitud de cadáveres!
¡Cadáveres sin fin!
La gente tropieza con ellos.
4 Y todo por culpa de las fornicaciones
de la ramera de hermosa gracia,
maestra en hechizos,
que seduce a las naciones
con sus fornicaciones
y a los pueblos con sus hechizos.
5 »¡Aquí estoy contra ti!,
dice Jehová de los ejércitos.
Te levantaré las faldas hasta el rostro
y mostraré a las naciones tu desnudez,
a los reinos tu vergüenza.
6 Echaré sobre ti inmundicias,
te avergonzaré y te pondré como estiércol.
7 Todos los que te vean
se apartarán de ti y dirán:
“¡Nínive ha quedado desolada!
¿Quién se compadecerá de ella?
¿Dónde te buscaré consoladores?”.
8 ¿Eres tú mejor que Tebas,
que estaba asentada junto al Nilo,
rodeada de aguas,
cuyo baluarte era el mar
y tenía aguas por muro?
9 Etiopía y Egipto eran su fortaleza,
y eso sin límite;
Fut y Libia fueron sus aliados.
10 Sin embargo, ella fue llevada en cautiverio;
también sus pequeños fueron estrellados
en las encrucijadas de todas las calles;
sobre sus nobles echaron suertes,
y todos sus grandes fueron aprisionados con grillos.
11 Tú también serás embriagada
y serás encerrada;
tú también buscarás refugio
a causa del enemigo.
12 Todas tus fortalezas serán
cual higueras cargadas de brevas,
que, si las sacuden,
caen en la boca del que las ha de comer.
13 Tus tropas, dentro de ti, son como mujeres.
Las puertas de tu tierra
se abrirán de par en par a tus enemigos
y el fuego consumirá tus cerrojos.
14 Provéete de agua para el asedio,
refuerza tus fortalezas,
entra en el lodo y pisa el barro,
y refuerza el horno.
15 Allí te consumirá el fuego,
te talará la espada,
te devorará como el pulgón.
¡Multiplícate como la langosta!
¡Multiplícate como el saltamontes!
16 Multiplicaste tus mercaderes
más que las estrellas del cielo;
la langosta hace presa y vuela.
17 Tus príncipes serán como langostas
y tus grandes como nubes de langostas
que se posan sobre las cercas
en los días de frío;
al salir el sol se van,
sin que nadie sepa a dónde.
18 »¡Se han dormido tus pastores,
rey de Asiria!
Reposan tus valientes,
tu ejército se dispersó por los montes
y no hay quien lo junte.
19 ¡No hay medicina para tu quebradura,
tu herida es incurable!
Todos los que oyen acerca de ti
aplauden tu ruina,
porque ¿sobre quién no ha pasado sin tregua tu maldad?».

Profecía sobre los filisteos

Jr. 47.1-7 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Palabra de Jehová que vino al profeta Jeremías acerca de los filisteos, antes que el faraón destruyera Gaza.
2 Así ha dicho Jehová:
«Suben aguas del norte
y se harán un torrente;
inundarán la tierra y lo que la llena,
la ciudad y a los que moran en ella.
Los hombres clamarán, y lamentará todo morador de la tierra,
3 por el estrépito de los cascos de sus caballos,
por el retumbar de sus carros,
por el estruendo de sus ruedas.
Los padres no cuidan de los hijos,
porque sus manos están sin fuerzas.
4 Ha llegado el día de destruir a todos los filisteos,
de destruir a todo aliado que todavía les quede a Tiro y a Sidón.
Porque Jehová destruirá a los filisteos,
al resto de la costa de Caftor.
5 Gaza se rapó la cabeza,
Ascalón ha perecido,
y el resto de su valle;
¿cuándo dejarás de sajarte?
6 Espada de Jehová,
¿cuándo vas a descansar?
¡Vuelve a tu vaina,
reposa y sosiégate!
7 Pero ¿cómo reposarás,
si Jehová te ha enviado contra Ascalón
y contra la costa del mar?
Allí te ha destinado».

Josías muere a manos de faraón Necao

2 Cr. 35.20-27 DHH NIV NBD NVI LBLA
20 Después de todas estas cosas, luego de haber reparado Josías la casa de Jehová, Necao, rey de Egipto, subió para hacer guerra en Carquemis junto al Éufrates; y salió Josías contra él.21 Pero Necao le envió mensajeros a decirle: «¿Qué tengo yo contigo, rey de Judá? No vengo hoy contra ti, sino contra la casa que me hace la guerra; y Dios me ha dicho que me apresure. Deja de oponerte a Dios, quien está conmigo, no sea que él te destruya».
22 Pero Josías no se retiró, sino que se disfrazó para darle batalla, y no atendió a las palabras de Necao, que venían de la boca de Dios. Así que fue a presentarle batalla en el campo de Meguido,23 y los arqueros tiraron contra el rey Josías. Entonces dijo el rey a sus siervos: «Sacadme de aquí, porque estoy gravemente herido».24 Sus siervos lo sacaron de aquel carro, lo pusieron en un segundo carro que tenía y lo llevaron a Jerusalén, donde murió. Fue sepultado en los sepulcros de sus padres y todo Judá y Jerusalén hicieron duelo por Josías.25 Jeremías endechó en memoria de Josías. Todos los cantores y cantoras recitan esas lamentaciones sobre Josías hasta el día de hoy; y las tomaron por norma para endechar en Israel. Están escritas en el libro de Lamentos.
26 Los demás hechos de Josías y sus obras piadosas conforme a lo que está escrito en la ley de Jehová,27 y sus hechos, los primeros y los últimos, están escritos en el libro de los reyes de Israel y de Judá.

2 R. 23.28-30 DHH NIV NBD NVI LBLA
28 Los demás hechos de Josías, y todo lo que hizo, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá?29 En aquellos días el faraón Necao, rey de Egipto, subió hacia el río Éufrates al encuentro del rey de Asiria. Contra él salió el rey Josías; pero en cuanto aquel lo vio, lo mató en Meguido.30 Sus siervos lo pusieron en un carro, lo trajeron muerto de Meguido a Jerusalén y lo sepultaron en su sepulcro. Entonces el pueblo de la tierra tomó a Joacaz hijo de Josías, lo ungieron y lo proclamaron rey en lugar de su padre.

609 a.C. Gobierno de Joacaz en Judá

2 Cr. 36.1,2 DHH NIV NBD NVI LBLA

1 Entonces el pueblo de la tierra tomó a Joacaz hijo de Josías y lo proclamó rey en lugar de su padre en Jerusalén.2 Veintitrés años tenía Joacaz cuando comenzó a reinar, y tres meses reinó en Jerusalén.

2 R. 23.31-33 DHH NIV NBD NVI LBLA
31 Joacaz tenía veintitrés años cuando comenzó a reinar y reinó tres meses en Jerusalén. El nombre de su madre era Hamutal, hija de Jeremías, de Libna.32 E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que sus padres habían hecho.33 El faraón Necao lo tuvo preso en Ribla, en la provincia de Hamat, para que no reinara en Jerusalén, e impuso al país un tributo de cien talentos de plata y uno de oro.

Mensaje de Jeremías acerca de Salum (Joacaz)

Jr. 22.10-12 DHH NIV NBD NVI LBLA

10 No lloréis al muerto
ni por él os condoláis;
llorad amargamente por el que se va,
porque no volverá jamás
ni verá la tierra donde nació.
11 Porque así ha dicho Jehová acerca de Salum hijo de Josías, rey de Judá, el cual reinó en lugar de Josías, su padre, y que salió de este lugar: «No volverá más aquí,12 sino que morirá en el lugar adonde lo llevaron cautivo, y no verá más esta tierra.

Faraón Necao se lleva cautivo para Egipto a Joacaz

2 R. 23.34 DHH NIV NBD NVI LBLA
34 Entonces el faraón Necao puso como rey a Eliaquim hijo de Josías, en lugar de Josías, su padre, y le cambió el nombre por el de Joacim. A Joacaz lo tomó y se lo llevó a Egipto, donde murió.

2 Cr. 36.3,4 DHH NIV NBD NVI LBLA
3 El rey de Egipto lo destituyó en Jerusalén, e impuso al país un tributo de cien talentos de plata y uno de oro.4 Luego proclamó el rey de Egipto a Eliaquim, hermano de Joacaz, como rey de Judá y Jerusalén, y le cambió el nombre por el de Joacim. Y a Joacaz, su hermano, lo tomó Necao y lo llevó a Egipto.

609-598 a.C. Gobierno de Joacim en Judá

Introducción sobre el reinado de Joacim

2 R. 23.36 DHH NIV NBD NVI LBLA
36 Joacim tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar y reinó once años en Jerusalén. El nombre de su madre era Zebuda, hija de Pedaías, de Ruma.

2 Cr. 36.5a DHH NIV NBD NVI LBLA
5 Cuando comenzó a reinar Joacim tenía veinticinco años, y reinó once años en Jerusalén.

605 a.C. Comienzo del ministerio profético de Habacuc

Habacuc se queja de injusticia

Hab. 1.1-4 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Profecía que el profeta Habacuc recibió en una visión
2 «¿Hasta cuándo, Jehová, gritaré
sin que tú escuches,
y clamaré a causa de la violencia
sin que tú salves?
3 ¿Por qué me haces ver iniquidad
y haces que vea tanta maldad?
Ante mí solo hay destrucción y violencia;
pleito y contienda se levantan.
4 Por eso la Ley se debilita
y el juicio no se ajusta a la verdad;
el impío asedia al justo,
y así se tuerce la justicia.

Los caldeos castigarán a Judá

Hab. 1.5-11 DHH NIV NBD NVI LBLA
5 »Mirad entre las naciones,
ved y asombraos,
porque haré una obra en vuestros días,
que, aun cuando se os contara, no la creeríais.
6 Porque yo levanto a los caldeos,
nación cruel y presurosa,
que camina por la anchura de la tierra
para poseer las moradas ajenas.
7 Formidable es y terrible;
de ella misma proceden
su justicia y su dignidad.
8 Sus caballos son
más ligeros que leopardos,
más feroces que lobos nocturnos,
y sus jinetes se multiplicarán.
Vienen de lejos sus jinetes,
vuelan como águilas
que se apresuran a devorar.
9 Toda ella acude a la violencia;
el terror va delante de ella,
y recoge cautivos como arena.
10 Se mofa de los reyes,
y de los príncipes hace burla;
se ríe de las fortalezas,
levanta terraplenes y las toma.
11 Luego pasa como el huracán,
y peca porque hace de su fuerza su dios.

Agosto 8
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Agosto 8

Protesta de Habacuc

Hab. 1.12-17 DHH NIV NBD NVI LBLA
12 »¿No eres tú desde el principio,
Jehová, Dios mío, Santo mío?
No moriremos.
Jehová, para juicio lo pusiste;
y tú, Roca, lo estableciste para castigar.
13 Muy limpio eres de ojos para ver el mal,
ni puedes ver el agravio;
¿por qué, pues, ves a los criminales
y callas cuando destruye el impío
al que es más justo que él?
14 Tratas a los hombres como a peces del mar,
como a reptiles que no tienen dueño.
15 A todos los pesca con anzuelo,
los recoge con su red,
los junta en sus mallas;
por lo cual se alegra y se regocija.
16 Por eso ofrece sacrificios a su red
y quema incienso a sus mallas,
porque gracias a ellas su porción es abundante
y sabrosa su comida.
17 ¿Vaciará sin cesar su red
y seguirá aniquilando sin piedad a las naciones?».

Jehová responde a Habacuc

Hab. 2.1-5 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 «En mi puesto de guardia estaré,
sobre la fortaleza afirmaré el pie.
Velaré para ver lo que se me dirá
y qué he de responder tocante a mi queja.
2 »Jehová me respondió y dijo:
“Escribe la visión, grábala en tablas,
para que pueda leerse de corrido.
3 Aunque la visión tarda en cumplirse,
se cumplirá a su tiempo, no fallará.
Aunque tarde, espérala,
porque sin duda vendrá, no tardará.
4 Aquel cuya alma no es recta se enorgullece;
mas el justo por su fe vivirá”.
5 »Además, el que es dado al vino es traicionero,
hombre orgulloso, que no prosperará;
ensancha como el seol su garganta
y es insaciable como la muerte,
aunque reúna para sí todas las naciones
y acapare para sí todos los pueblos.

Ayes contra los injustos

Hab. 2.6-20 DHH NIV NBD NVI LBLA
6 »¿No entonarán todos estos contra él
refranes y sarcasmos?
Dirán: “¡Ay del que multiplicó lo que no era suyo!
¿Hasta cuándo seguirá acumulando
prenda tras prenda?”.
7 »¿No se levantarán de repente tus deudores
y se despertarán los que te harán temblar?
Tú serás como despojo para ellos.
8 Por cuanto has despojado a muchas naciones,
todos los otros pueblos te despojarán a ti,
a causa de la sangre de los hombres,
y de las violencias hechas a la tierra,
a las ciudades y a todos los que en ellas habitaban.
9 »¡Ay del que codicia
injusta ganancia para su casa,
para poner en alto su nido,
para escaparse del poder del mal!
10 Tomaste consejo vergonzoso para tu casa,
asolaste muchos pueblos
y has pecado contra tu vida.
11 Porque la piedra clamará desde el muro
y la tabla del enmaderado le responderá.
12 »¡Ay del que edifica con sangre la ciudad
y del que la funda sobre la maldad!
13 ¿No viene esto de Jehová de los ejércitos?
Los pueblos, pues, trabajarán para el fuego,
y las naciones se fatigarán en vano.
14 Porque la tierra se llenará
del conocimiento de la gloria de Jehová,
como las aguas cubren el mar.
15 »¡Ay del que da de beber a su prójimo!
¡Ay de ti, que le acercas tu hiel
y lo embriagas para mirar su desnudez!
16 Te has llenado de deshonra más que de honra;
bebe tú también y serás descubierto;
el cáliz de la mano derecha de Jehová vendrá hasta ti
y convertirá en humillación tu gloria.
17 Porque la rapiña del Líbano caerá sobre ti
y la destrucción de las fieras te quebrantará,
a causa de la sangre de los hombres,
y de las violencias hechas a la tierra,
a las ciudades y a todos los que en ellas habitaban.
18 »¿De qué sirve la escultura
que esculpió el que la hizo,
la estatua de fundición que enseña mentira,
para que el artífice confíe en su obra
haciendo imágenes mudas?
19 »¡Ay del que dice al palo:
“Despiértate”;
y a la piedra muda: “Levántate”!
¿Podrán acaso enseñar?
Aunque está cubierto de oro y plata,
no hay espíritu dentro de él.
20 Mas Jehová está en su santo Templo:
¡calle delante de él toda la tierra!».

Oración de Habacuc

Hab. 3.1-19 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Oración del profeta Habacuc, sobre Sigionot
2 «¡Jehová, he oído tu palabra, y temí!
¡Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos,
en medio de los tiempos hazla conocer;
en la ira acuérdate de la misericordia!
3 Dios viene de Temán;
el Santo, desde el monte Parán.
»Su gloria cubrió los cielos,
la tierra se llenó de su alabanza.
4 Su resplandor es como la luz.
Rayos brillantes salen de su mano;
allí está escondido su poder.
5 Delante de su rostro va la mortandad,
y tras sus pies salen carbones encendidos.
6 Se levanta y mide la tierra;
mira, y se estremecen las naciones.
Los montes antiguos se desmoronan,
los collados antiguos se derrumban;
pero sus caminos son eternos.
7 »He visto las tiendas de Cusán en aflicción;
las tiendas de la tierra de Madián tiemblan.
8 ¿Te has airado, Jehová, contra los ríos?
¿Contra los ríos te has airado?
¿Arde tu ira contra el mar
cuando montas en tus caballos,
en tus carros de victoria?
9 »Tienes tu arco preparado;
los juramentos a las tribus fueron palabra segura.
»Has hendido la tierra con los ríos.
10 Te ven los montes y temen;
pasa la inundación;
el abismo deja oir su voz
y alza sus manos a lo alto.
11 El sol y la luna se detienen en su lugar,
a la luz de tus saetas que cruzan,
al resplandor de tu refulgente lanza.
12 Con ira pisas la tierra,
con furor pisoteas las naciones.
13 Has salido para socorrer a tu pueblo,
para socorrer a tu ungido.
Has abatido la cabeza de la casa del impío,
has descubierto el cimiento hasta la roca.
14 »Traspasaste con sus propios dardos
las cabezas de sus guerreros,
que como tempestad acometieron para dispersarme,
regocijados como si fueran a devorar
al pobre en secreto.
15 »Caminas en el mar con tus caballos,
sobre la mole de las muchas aguas.
16 Oí, y se conmovieron mis entrañas;
al oir la voz temblaron mis labios.
Pudrición entró en mis huesos,
y dentro de mí me estremecí.
Tranquilo espero el día de la angustia
que vendrá sobre el pueblo que nos ataca.
17 »Aunque la higuera no florezca
ni en las vides haya frutos,
aunque falte el producto del olivo
y los labrados no den mantenimiento,
aunque las ovejas sean quitadas de la majada
y no haya vacas en los corrales,
18 con todo, yo me alegraré en Jehová,
me gozaré en el Dios de mi salvación.
19 Jehová, el Señor, es mi fortaleza;
él me da pies como de ciervas
y me hace caminar por las alturas».

Joacim paga tributo al faraón

2 R. 23.35 DHH NIV NBD NVI LBLA
35 Joacim entregó al faraón la plata y el oro, pero tuvo que imponer una contribución al país para dar el dinero exigido por la orden del faraón, sacando la plata y el oro del pueblo de la tierra, según un estimado de la hacienda de cada uno, para darlo al faraón Necao.

Consecuencias de la infidelidad de Israel

Jr. 2.14-19 DHH NIV NBD NVI LBLA
14 »¿Es Israel un siervo?
¿Es un esclavo?
¿Por qué ha venido a ser presa?
15 Los cachorros del león rugieron contra él,
alzaron su voz y asolaron su tierra;
quemadas están sus ciudades,
sin morador.
16 Aun los hijos de Menfis y de Tafnes
te quebraron el cráneo.
17 ¿No te acarreó esto el haber dejado a Jehová, tu Dios,
cuando te conducía por el camino?
18 Ahora, pues, ¿qué tienes tú en el camino de Egipto
para que bebas agua del Nilo?
¿Y qué tienes tú en el camino de Asiria
para que bebas agua del Éufrates?
19 Tu maldad te castigará
y tus rebeldías te condenarán;
reconoce, pues, y ve cuán malo y amargo
es el haber dejado tú a Jehová, tu Dios,
y no tener temor de mí,
dice el Señor, Jehová de los ejércitos.

Israel merece castigo

Jr. 2.26-37 DHH NIV NBD NVI LBLA
26 »Como se avergüenza el ladrón cuando es descubierto,
así se avergonzará la casa de Israel,
ellos, sus reyes, sus príncipes,
sus sacerdotes y sus profetas,
27 que dicen a un leño: “Mi padre eres tú”,
y a una piedra: “Tú me has engendrado”.
Me volvieron la espalda y no el rostro,
pero en el tiempo de su calamidad dicen:
“¡Levántate y líbranos!”.
28 ¿Y dónde están tus dioses que hiciste para ti?
¡Levántense ellos, a ver si pueden librarte
en el tiempo de tu aflicción!,
porque según el número de tus ciudades, Judá,
han sido tus dioses.
29 »¿Por qué pleiteas conmigo?
Todos vosotros os rebelasteis contra mí,
dice Jehová.
30 En vano he azotado a vuestros hijos:
no han admitido la corrección.
Vuestra espada devoró a vuestros profetas
como león destrozador.
31 ¡Oh generación!,
atended vosotros a la palabra de Jehová.
¿He sido yo un desierto para Israel
o una tierra de tinieblas?
¿Por qué ha dicho mi pueblo:
“Somos libres; nunca más vendremos a ti”?
32 ¿Se olvida la virgen de su atavío
o la desposada de sus galas?
Pero mi pueblo se ha olvidado de mí
por innumerables días.
33 »¡Cómo adornas tu camino para buscar amor!
¡Cómo aprendiste los caminos de maldad!
34 Aun en tus faldas se halló la sangre
de los pobres, de los inocentes.
No los sorprendiste en ningún delito;
sin embargo, en todas estas cosas dices:
35 “Soy inocente, de cierto su ira se apartó de mí”.
Yo entraré en juicio contigo,
porque dijiste: “No he pecado”.
36 ¿Por qué eres tan ligera para cambiar tus caminos?
También serás avergonzada por Egipto,
como fuiste avergonzada por Asiria.
37 También de allí saldrás con tus manos sobre la cabeza,
porque Jehová desechó a aquellos en quienes tú confiabas,
y no prosperarás con ellos.

Derrota de Egipto en Carquemis

Jr. 46.1-12 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Palabra de Jehová que vino al profeta Jeremías, contra las naciones.
2 Acerca de Egipto: contra el ejército del faraón Necao, rey de Egipto, que estaba cerca del río Éufrates, en Carquemis, a quien destruyó Nabucodonosor, rey de Babilonia, en el año cuarto de Joacim hijo de Josías, rey de Judá:
3 «¡Preparad escudo y pavés,
y venid a la guerra!
4 ¡Uncid los caballos,
y montadlos vosotros, jinetes!
¡Cubríos con los yelmos,
limpiad las lanzas
y poneos las corazas!
5 ¿Por qué los veo aterrados, retrocediendo?
Sus valientes fueron deshechos
y huyeron sin volver la vista atrás.
¡Hay miedo por todas partes!,
dice Jehová.
6 No huya el ligero ni escape el valiente;
al norte, junto a la ribera del Éufrates
tropezaron y cayeron.
7 ¿Quién es este que sube como un río
y cuyas aguas se mueven como los ríos?
8 Es Egipto, que como un río se ensancha,
cuyas aguas se mueven como los ríos y que dijo:
“Subiré, cubriré la tierra,
destruiré la ciudad y a los que en ella moran”.
9 ¡Subid, caballos!
¡Carros, corred enloquecidos!
¡Que salgan los valientes:
los etíopes y los de Put que toman escudo,
y los de Lud que toman y entesan arco!
10 Mas ese día será para Jehová, Dios de los ejércitos,
día de retribución, para vengarse de sus enemigos.
La espada devorará, se saciará
y se embriagará con la sangre de ellos.
Porque un sacrificio será para Jehová, Dios de los ejércitos,
en la tierra del norte, junto al río Éufrates.
11 ¡Sube a Galaad y toma bálsamo,
virgen, hija de Egipto!
Por demás multiplicarás las medicinas,
pues no hay curación para ti.
12 Las naciones conocieron tu afrenta
y tu clamor llenó la tierra,
porque el valiente tropezó contra el valiente
y ambos cayeron juntos».

Joacim hace lo malo ante Dios

2 R. 23.37 DHH NIV NBD NVI LBLA
37 Pero hizo lo malo ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que sus padres habían hecho.

2 Cr. 36.5 DHH NIV NBD NVI LBLA
5 Cuando comenzó a reinar Joacim tenía veinticinco años, y reinó once años en Jerusalén; e hizo lo malo ante los ojos de Jehová, su Dios.

Mensaje acerca de Joacim

Jr. 22.13-19 DHH NIV NBD NVI LBLA
13 »¡Ay del que edifica su casa sin justicia
y sus salas sin equidad,
sirviéndose de su prójimo de balde,
sin darle el salario de su trabajo!
14 Que dice: “Edificaré para mí una casa espaciosa,
de grandes salas”;
y le abre ventanas,
la cubre de cedro
y la pinta de bermellón.
15 ¿Reinarás tú, porque te rodeas de cedro?
¿No comió y bebió tu padre,
y actuó conforme al derecho y la justicia,
y le fue bien?
16 Él juzgó la causa del afligido y del necesitado,
y le fue bien.
¿No es esto conocerme a mí?,
dice Jehová.
17 Mas tus ojos y tu corazón
no son sino para tu avaricia,
para derramar sangre inocente
y para oprimir y hacer agravio».
18 Por tanto, así ha dicho Jehová acerca de Joacim hijo de Josías, rey de Judá:
«No lo llorarán, diciendo:
“¡Ay, hermano mío!” y “¡Ay, hermana!”,
ni lo lamentarán, diciendo:
“¡Ay, señor! ¡Ay, majestad!”.
19 En sepultura de asno será enterrado,
arrastrándolo y echándolo
fuera de las puertas de Jerusalén.

Agosto 9
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Agosto 9

Jeremías profetiza al comienzo del reinado de Joacim

Jr. 26.1-3 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 En el principio del reinado de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, vino esta palabra de Jehová, diciendo:2 «Así ha dicho Jehová: Ponte en el atrio de la casa de Jehová, y habla a todos los que vienen de las ciudades de Judá para adorar en la casa de Jehová, todas las palabras que yo te mandé hablarles. No retengas palabra.3 Quizá escuchen y se vuelva cada uno de su mal camino; entonces me arrepentiré yo del mal que pienso hacerles por la maldad de sus obras.

Jeremías predica en el templo

Jr. 7.1-15 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo:2 «Ponte a la puerta de la casa de Jehová y proclama allí esta palabra. Diles: “Oíd palabra de Jehová, todo Judá, los que entráis por estas puertas para adorar a Jehová.3 Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Mejorad vuestros caminos y vuestras obras, y os haré habitar en este lugar.4 No fiéis en palabras de mentira, diciendo: ‘¡Templo de Jehová, templo de Jehová, templo de Jehová es este!’.
5 »Pero si de veras mejoráis vuestros caminos y vuestras obras; si en verdad practicáis la justicia entre el hombre y su prójimo,6 y no oprimís al extranjero, al huérfano y a la viuda, ni en este lugar derramáis la sangre inocente, ni vais en pos de dioses extraños para mal vuestro,7 yo os haré habitar en este lugar, en la tierra que di a vuestros padres para siempre.
8 »Vosotros confiáis en palabras de mentira, que no aprovechan.9 Hurtáis, matáis, adulteráis, juráis en falso, quemáis incienso a Baal y vais tras dioses extraños que no habíais conocido,10 ¿y ahora venís y os presentáis delante de mí en esta Casa sobre la cual es invocado mi nombre, y decís: ‘Somos libres’, para seguir haciendo todas estas abominaciones?11 ¿Es cueva de ladrones delante de vuestros ojos esta Casa, sobre la cual es invocado mi nombre? Esto también yo lo veo, dice Jehová.12 Id ahora a mi lugar en Silo, donde hice habitar mi nombre al principio, y ved lo que le hice por la maldad de mi pueblo Israel.13 Ahora, pues, por cuanto vosotros habéis hecho todas estas cosas, dice Jehová, y aunque os hablé sin cesar, no escuchasteis, y aunque os llamé, no respondisteis,14 haré también a esta Casa, sobre la cual es invocado mi nombre, en la que vosotros confiáis, y a este lugar que os di a vosotros y a vuestros padres, como hice a Silo.15 Os echaré de mi presencia, como eché a todos vuestros hermanos, a toda la generación de Efraín”.

Infidelidad de Israel

Jr. 7.16-28 DHH NIV NBD NVI LBLA
16 »Tú, pues, no ores por este pueblo; no eleves por ellos clamor ni oración, ni me ruegues, porque no te oiré.17 ¿No ves lo que estos hacen en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén?18 Los hijos recogen la leña, los padres encienden el fuego y las mujeres amasan la masa para hacer tortas a la reina del cielo y ofrendas a dioses ajenos, para provocarme a ira.19 ¿Me provocarán ellos a ira?, dice Jehová. ¿No obran más bien ellos mismos su propia confusión?20 Por tanto, así ha dicho Jehová, el Señor: Sobre este lugar, sobre los hombres, sobre los animales, sobre los árboles del campo y sobre los frutos de la tierra se derramarán mi furor y mi ira. Se encenderán y no se apagarán».
21 Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: «¡Añadid vuestros holocaustos a vuestros sacrificios, y comed la carne!22 Porque no hablé yo con vuestros padres, ni nada les mandé acerca de holocaustos y de víctimas el día que los saqué de la tierra de Egipto.23 Pero esto les mandé, diciendo: Escuchad mi voz, y yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo; y andad en todo camino que os mande, para que os vaya bien.24 Pero no escucharon ni inclinaron su oído, antes caminaron en sus propios consejos, en la dureza de su corazón malvado. Fueron hacia atrás y no hacia adelante,25 desde el día que vuestros padres salieron de la tierra de Egipto hasta hoy. Os envié todos los profetas, mis siervos; los envié desde el principio y sin cesar.26 Pero no me escucharon ni inclinaron su oído, sino que endurecieron su corazón e hicieron peor que sus padres.
27 »Tú, pues, les dirás todas estas palabras, pero no te escucharán; los llamarás, pero no te responderán.28 Les dirás, por tanto: “Esta es la nación que no escuchó la voz de Jehová, su Dios, ni admitió corrección; pereció la fidelidad, de la boca de ellos fue arrancada”».

Culto pagano en Jerusalén

Jr. 7.29-8.3 DHH NIV NBD NVI LBLA
29 ¡Córtate el cabello, arrójalo
y levanta llanto sobre las alturas,
porque Jehová ha aborrecido
y dejado a la generación objeto de su ira!
30 «Los hijos de Judá han hecho lo malo ante mis ojos, dice Jehová; pusieron sus abominaciones en la Casa, sobre la cual fue invocado mi nombre, y la profanaron.31 Y han edificado los lugares altos de Tofet, que está en el valle del hijo de Hinom, para quemar en el fuego a sus hijos y a sus hijas, cosa que yo no les mandé ni me pasó por la mente.32 Por tanto, vendrán días, dice Jehová, en que no se dirá más Tofet ni valle del hijo de Hinom, sino valle de la Matanza. Y serán enterrados en Tofet, por no haber otro lugar.33 Los cuerpos muertos de este pueblo serán comida para las aves del cielo y para las bestias de la tierra, y no habrá quien las espante.34 Yo haré desaparecer de las ciudades de Judá y de las calles de Jerusalén la voz de gozo y la voz de alegría, la voz del esposo y la voz de la esposa, porque la tierra será desolada».
1 «En aquel tiempo, dice Jehová, sacarán de sus sepulcros los huesos de los reyes de Judá, los huesos de sus príncipes, los huesos de los sacerdotes, los huesos de los profetas y los huesos de los habitantes de Jerusalén.2 Los esparcirán al sol y a la luna y a todo el ejército del cielo, a los cuales amaron y sirvieron, en pos de los cuales anduvieron, a los cuales consultaron y ante los cuales se postraron. No serán recogidos ni enterrados; serán como estiércol sobre la faz de la tierra.3 Y escogerá la muerte antes que la vida todo el resto que quede de esta mala generación, en todos los lugares adonde arroje yo a los que queden, dice Jehová de los ejércitos.

Jeremías amenazado de muerte

Jr. 26.4-24 DHH NIV NBD NVI LBLA
4 Les dirás, pues: “Así ha dicho Jehová: Si no me obedecéis para andar en mi Ley, la cual puse ante vosotros,5 y para atender a las palabras de mis siervos los profetas, que yo os he enviado desde el principio y sin cesar, a los cuales no habéis escuchado,6 yo trataré a esta casa como a Silo, y a esta ciudad la pondré por maldición ante todas las naciones de la tierra”».
7 Los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo oyeron a Jeremías hablar estas palabras en la casa de Jehová.8 Y cuando terminó de hablar Jeremías todo lo que Jehová le había mandado que hablara a todo el pueblo, los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo le echaron mano, diciendo: «¡De cierto morirás!9 ¿Por qué has profetizado en nombre de Jehová, diciendo: “Esta Casa será como Silo y esta ciudad quedará asolada y sin habitantes?”». Y todo el pueblo se reunió contra Jeremías en la casa de Jehová.
10 Los príncipes de Judá, al oir estas cosas, subieron de la casa del rey a la casa de Jehová y se sentaron a la entrada de la puerta nueva de la casa de Jehová.11 Entonces los sacerdotes y los profetas hablaron a los príncipes y a todo el pueblo, diciendo: «¡Este hombre ha incurrido en pena de muerte, porque ha profetizado contra esta ciudad, como vosotros habéis oído con vuestros propios oídos!».12 Y habló Jeremías a todos los príncipes y a todo el pueblo, diciendo: «Jehová me envió a profetizar contra esta Casa y contra esta ciudad todas las palabras que habéis oído.13 Mejorad ahora vuestros caminos y vuestras obras, y escuchad la voz de Jehová, vuestro Dios; y se arrepentirá Jehová del mal que ha hablado contra vosotros.14 En lo que a mí toca, he aquí estoy en vuestras manos; haced de mí como mejor y más recto os parezca.15 Pero sabed de cierto que si me matáis, sangre inocente echaréis sobre vosotros, sobre esta ciudad y sobre sus habitantes, porque fue en verdad Jehová quien me envió a vosotros para que dijera todas estas palabras en vuestros oídos».
16 Dijeron los príncipes y todo el pueblo a los sacerdotes y profetas: «No ha incurrido este hombre en pena de muerte, porque en el nombre de Jehová, nuestro Dios, nos ha hablado».17 Entonces se levantaron algunos de los ancianos del país y hablaron a todo el pueblo congregado, diciendo:18 «Miqueas de Moreset profetizó en tiempo de Ezequías, rey de Judá, y habló a todo el pueblo de Judá, diciendo:
»“Así ha dicho Jehová de los ejércitos:
Sión será arada como un campo,
Jerusalén vendrá a ser montones de ruinas
y el monte de la Casa se llenará de maleza”.
19 »¿Acaso lo mataron Ezequías, rey de Judá, y todo Judá? ¿No temió a Jehová y oró en presencia de Jehová, y Jehová se arrepintió del mal que había hablado contra ellos? ¿Haremos, pues, nosotros un mal tan grande contra nosotros mismos?».
20 Hubo también un hombre que profetizaba en nombre de Jehová: Urías hijo de Semaías, de Quiriat-jearim, el cual profetizó contra esta ciudad y contra esta tierra, conforme a todas las palabras de Jeremías.
21 Oyeron sus palabras el rey Joacim, todos sus grandes y todos sus príncipes. Entonces el rey procuró matarlo; pero Urías, dándose cuenta de esto, tuvo temor y huyó a Egipto.22 El rey Joacim envió hombres a Egipto: a Elnatán hijo de Acbor, y a otros hombres con él.23 Estos sacaron de Egipto a Urías y lo llevaron al rey Joacim, el cual lo mató a espada y arrojó su cuerpo a una fosa común.
24 Pero la mano de Ahicam hijo de Safán estaba a favor de Jeremías, para evitar que lo entregaran en las manos del pueblo para matarlo.

Exhortación al arrepentimiento

Jr. 4.1-4 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 «Si te has de volver, Israel»,
dice Jehová,
«vuélvete a mí.
Si quitas de delante de mí tus abominaciones
y no andas de acá para allá,
2 y si con verdad y conforme al derecho y la justicia juras:
“Vive Jehová”,
entonces las naciones serán benditas en él,
y en él se gloriarán.
3 »Porque así dice Jehová a todo hombre de Judá y de Jerusalén:
»Arad campo para vosotros
y no sembréis entre espinos.
4 Circuncidaos para Jehová,
quitad el prepucio de vuestro corazón,
hombres de Judá y moradores de Jerusalén,
no sea que mi ira salga como fuego,
que se encienda y no haya quien la apague
a causa de la maldad de vuestras obras.

Impiedad de Jerusalén y de Judá

Jr. 5.1-11 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 «Recorred las calles de Jerusalén,
mirad ahora e informaos; buscad en sus plazas
a ver si halláis un solo hombre,
si hay alguno que practique la justicia,
que busque la verdad,
y yo lo perdonaré.
2 Aunque digan: “Vive Jehová”,
juran en falso».
3 Jehová, ¿no miran tus ojos la verdad?
Los azotaste, y no les dolió;
los consumiste, y no quisieron recibir corrección;
endurecieron sus rostros más que la piedra,
y no quisieron convertirse.
4 Entonces yo dije:
«Ciertamente, estos son pobres, han enloquecido
pues no conocen el camino de Jehová,
el juicio de su Dios.
5 Iré a los grandes y les hablaré,
porque ellos conocen el camino de Jehová,
el juicio de su Dios.
¡Pero ellos también quebraron el yugo,
rompieron las coyundas!
6 »Por tanto, el león de la selva los matará,
los destruirá el lobo del desierto,
el leopardo acechará sus ciudades.
Cualquiera que salga de ellas, será arrebatado,
porque sus rebeliones se han multiplicado,
se han aumentado sus traiciones.
7 »¿Cómo te he de perdonar por esto?
Tus hijos me dejaron
y juraron por lo que no es Dios.
Los sacié y adulteraron,
y en casa de prostitutas se juntaron en compañías.
8 Como caballos bien alimentados,
cada cual relinchaba tras la mujer de su prójimo.
9 ¿No había de castigar esto?,
dice Jehová.
De una nación como esta,
¿no se había de vengar mi alma?
10 Escalad sus muros y destruid,
pero no del todo;
quitad las almenas de sus muros
porque no son de Jehová.
11 Porque resueltamente se rebelaron contra mí
la casa de Israel y la casa de Judá,
dice Jehová».

Anuncio del castigo

Jr. 5.12-19 DHH NIV NBD NVI LBLA
12 Negaron a Jehová,
y dijeron: «Él no existe,
y no vendrá mal sobre nosotros
ni veremos espada ni hambre».
13 Los profetas serán como viento,
porque no hay en ellos palabra;
así se hará a ellos.
14 Por tanto, así ha dicho
Jehová, Dios de los ejércitos:
«Por haber dicho esto,
yo pongo mis palabras
en tu boca como fuego,
y a este pueblo como leña,
y los consumirá.
15 »Yo traigo sobre vosotros
gente de lejos, casa de Israel,
dice Jehová;
gente robusta, gente antigua,
gente cuya lengua ignoras
y no entenderás lo que diga.
16 Su aljaba es como un sepulcro abierto;
todos son valientes.
17 Comerá tu mies y tu pan,
comerá a tus hijos y a tus hijas;
comerá tus ovejas y tus vacas,
comerá tus viñas y tus higueras,
y a espada convertirá en nada
tus ciudades fortificadas en que confías.
18 »No obstante, en aquellos días, dice Jehová, no os destruiré del todo.19 Y cuando digan: “¿Por qué Jehová, el Dios nuestro, hizo con nosotros todas estas cosas?”, entonces les dirás: “De la manera que me dejasteis a mí y servisteis a dioses ajenos en vuestra tierra, así serviréis a extraños en tierra ajena”.

Agosto 10
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Agosto 10

Advertencia a Israel

Jr. 5.20-31 DHH NIV NBD NVI LBLA
20 »Anunciad esto en la casa de Jacob
y hacedlo oir en Judá, diciendo:
21 Oíd ahora esto, pueblo necio y sin corazón,
que tiene ojos y no ve,
que tiene oídos y no oye.
22 ¿A mí no me temeréis?, dice Jehová.
¿No os amedrentaréis ante mí,
que puse la arena por límite al mar,
por estatuto eterno que no quebrantará?
Se levantarán tempestades, mas no prevalecerán.
Bramarán sus olas, mas no lo traspasarán.
23 Pero este pueblo tiene corazón falso y rebelde;
se apartaron y se fueron.
24 Y no dijeron en su corazón:
“Temamos ahora a Jehová, Dios nuestro,
que da lluvia temprana y tardía en su tiempo,
y nos guarda los tiempos establecidos de la siega”.
25 Vuestras iniquidades han estorbado estas cosas;
vuestros pecados apartaron de vosotros el bien,
26 porque hay en mi pueblo malhechores
que acechan como quien pone lazos,
que tienden trampas para cazar hombres.
27 Como jaula llena de pájaros,
así están sus casas llenas de engaño;
así se han hecho poderosos y ricos.
28 Engordaron y se pusieron lustrosos,
y sobrepasaron los hechos del malo.
No juzgaron la causa, la causa del huérfano,
y sin embargo, prosperaron.
¡La causa de los pobres no juzgaron!
29 Dice Jehová: ¿No castigaré esto?
¿De tal gente no se vengará mi alma?
30 »Cosa espantosa y fea
es hecha en el país:
31 los profetas profetizan mentira
y los sacerdotes dominan por manos de ellos.
¡Y mi pueblo así lo quiere!
¿Qué, pues, haréis cuando llegue el fin?».

Traición y castigo de Israel

Jr. 8.4-17 DHH NIV NBD NVI LBLA

4 »Les dirás asimismo que así ha dicho Jehová:
»El que cae, ¿no se levanta?
El que se desvía, ¿no vuelve al camino?
5 ¿Por qué es este pueblo de Jerusalén rebelde con rebeldía sin fin?
Abrazaron el engaño y no han querido volverse.
6 Escuché con atención:
no hablan rectamente,
no hay hombre que se arrepienta de su mal,
diciendo: “¿Qué he hecho?”.
Cada cual se volvió a su propia carrera,
como caballo que se lanza con ímpetu a la batalla.
7 Aun la cigüeña en el cielo
conoce su tiempo,
y la tórtola, la grulla y la golondrina
guardan el tiempo de su venida;
pero mi pueblo
no conoce el juicio de Jehová.
8 »¿Cómo decís: “Nosotros somos sabios,
y la ley de Jehová está con nosotros”?
Ciertamente la ha cambiado en mentira
la pluma mentirosa de los escribas.
9 Los sabios se avergonzaron,
se espantaron y fueron consternados;
aborrecieron la palabra de Jehová;
¿dónde, pues, está su sabiduría?
10 Por tanto, daré a otros sus mujeres,
y sus campos a quienes los conquisten;
porque desde el más pequeño hasta el más grande,
cada uno sigue la avaricia;
desde el profeta hasta el sacerdote
todos practican el engaño.
11 Y curan la herida de la hija de mi pueblo con liviandad,
diciendo: “Paz, paz”,
¡y no hay paz!
12 ¿Se han avergonzado de haber hecho abominación?
Ciertamente no se han avergonzado en lo más mínimo,
¡ni saben lo que es la vergüenza!
Caerán, por tanto, entre los que caigan;
cuando los castigue caerán,
dice Jehová».
13 «Los eliminaré del todo,
dice Jehová.
No quedarán uvas en la vid
ni higos en la higuera,
y se caerá la hoja,
y lo que les he dado pasará de ellos».
14 ¿Por qué permanecemos sentados?
¡Reuníos! ¡Entremos en las ciudades fortificadas
y perezcamos allí!
Porque Jehová, nuestro Dios, nos ha destinado a perecer,
y nos ha dado a beber aguas envenenadas,
porque hemos pecado contra Jehová.
15 Esperamos paz,
y no hubo nada bueno;
día de curación,
y hubo turbación.
16 Desde Dan se oyó el resoplar de sus caballos;
al sonido de los relinchos de sus corceles tembló toda la tierra.
Vinieron y devoraron la tierra y todo lo que en ella había,
la ciudad y a los que moraban en ella.
17 «Yo envío sobre vosotros
serpientes, víboras contra las cuales no hay encantamiento,
y os morderán,
dice Jehová».

Lamento sobre Judá y Jerusalén

Jr. 8.18-9.11 DHH NIV NBD NVI LBLA
18 A causa de mi intenso dolor,
mi corazón desfallece.
19 Se oye la voz del clamor de la hija de mi pueblo,
que viene de la tierra lejana:
«¿No está Jehová en Sión?
¿No está en ella su Rey?».
«¿Por qué me hicieron airar con sus imágenes de talla,
con vanidades ajenas?».
20 ¡Pasó la siega, se acabó el verano,
pero nosotros no hemos sido salvos!
21 ¡Quebrantado estoy por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo;
abrumado estoy, el espanto se ha apoderado de mí!
22 ¿No hay bálsamo en Galaad?
¿No hay allí médico?
¿Por qué, pues, no hubo sanidad para la hija de mi pueblo?
1 ¡Ay, si mi cabeza se hiciera agua
y mis ojos fuentes de lágrimas,
para llorar día y noche
a los muertos de la hija de mi pueblo!
2 ¡Ay, quién me diera en el desierto
un albergue de caminantes,
para abandonar a mi pueblo y apartarme de ellos!,
porque todos ellos son adúlteros,
una congregación de traidores.
3 Hicieron que su lengua lanzara mentira como un arco,
y no se fortalecieron para la verdad en la tierra,
porque de mal en mal procedieron.
«Me han desconocido»,
dice Jehová.
4 Guárdese cada cual de su compañero
y en ningún hermano tenga confianza,
porque todo hermano engaña falazmente
y todo compañero anda calumniando.
5 Cada uno engaña a su compañero
y ninguno dice la verdad.
Han acostumbrado su lengua a decir mentiras
y se ocupan de actuar perversamente.
6 «Su morada está en medio del engaño;
engañadores como son, no quisieron conocerme»,
dice Jehová.
7 Por tanto, así dice Jehová de los ejércitos:
«Yo los refinaré y los probaré,
porque ¿qué más he de hacer por la hija de mi pueblo?
8 Saeta aguda es la lengua de ellos:
solo habla engaño.
Con su boca dicen: “Paz” al amigo,
pero dentro de sí le ponen asechanzas.
9 ¿No los he de castigar por estas cosas?,
dice Jehová.
De tal nación, ¿no se vengará mi alma?
10 »Por los montes levantaré lloro y lamentación,
y llanto por los pastizales del desierto,
porque han sido desolados
hasta no quedar quien pase
ni oírse el bramido del ganado;
desde las aves del cielo hasta las bestias
de la tierra huyeron, se fueron.
11 »Reduciré a Jerusalén a un montón de ruinas,
a una guarida de chacales,
y convertiré las ciudades de Judá en una desolación
donde no quede un solo morador».

Amenaza de ruina y exilio

Jr. 9.12-16 DHH NIV NBD NVI LBLA
12 ¿Quién es hombre sabio que entienda esto?, o ¿a quién habló la boca de Jehová, para que pueda declararlo? ¿Por qué causa la tierra ha perecido, ha sido asolada como un desierto, hasta no haber quien pase por ella?
13 Dijo Jehová: «Dejaron mi Ley, la cual di delante de ellos, y no obedecieron a mi voz ni caminaron conforme a ella;14 antes bien, se fueron tras la imaginación de su corazón y en pos de los baales, según les enseñaron sus padres.15 Por tanto, así dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: A este pueblo yo les daré a comer ajenjo y les daré a beber aguas envenenadas.16 Los esparciré entre naciones que ni ellos ni sus padres conocieron; y enviaré la espada en pos de ellos, hasta que los acabe».

La señal del cinto podrido

Jr. 13.1-11 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Así me dijo Jehová: «Ve y cómprate un cinto de lino. Cíñelo a tu cintura, pero no lo metas en agua».2 Compré el cinto, conforme a la palabra de Jehová, y lo ceñí a mi cintura.3 Vino a mí por segunda vez palabra de Jehová, diciendo:4 «Toma el cinto que compraste, el cual ciñe tu cintura, levántate, ve al Éufrates y escóndelo allí, en la hendidura de una peña».5 Fui, pues, al Éufrates y lo escondí, como Jehová me había mandado.
6 Después de muchos días me dijo Jehová: «Levántate, ve al Éufrates y toma el cinto que te mandé esconder allí».7 Entonces fui al Éufrates, cavé y tomé el cinto del lugar donde lo había escondido, pero el cinto se había podrido y ya no servía para nada.
8 Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo:9 «Así ha dicho Jehová: Así haré podrir la soberbia de Judá y la mucha soberbia de Jerusalén.10 Este pueblo malo, que no quiere escuchar mis palabras, que anda en las imaginaciones de su corazón y que va en pos de dioses ajenos para servirlos y para postrarse ante ellos, vendrá a ser como este cinto, que ya no sirve para nada.11 Porque como el cinto se ajusta a la cintura del hombre, así hice que se ajustara a mí toda la casa de Israel y toda la casa de Judá, dice Jehová, para que fueran mi pueblo, y para renombre, para alabanza y para honra; pero no escucharon.

La señal de las tinajas llenas

Jr. 13.12-14 DHH NIV NBD NVI LBLA
12 »Les dirás, pues, esta palabra: “Así ha dicho Jehová, Dios de Israel: Toda tinaja se llenará de vino”. Y ellos te dirán: “¿No sabemos que toda tinaja se llenará de vino?”.13 Entonces les dirás: Así ha dicho Jehová: “Yo lleno de embriaguez a todos los habitantes de esta tierra, a los reyes de la estirpe de David que se sientan sobre su trono, a los sacerdotes y profetas y a todos los habitantes de Jerusalén.14 Y los quebrantaré, a los unos contra los otros, juntamente a los padres y a los hijos, dice Jehová. No perdonaré, ni tendré piedad ni misericordia, sino que los destruiré”».

Anuncio del destierro de Israel

Jr. 13.21-27 DHH NIV NBD NVI LBLA
21 »¿Qué dirás cuando él ponga como cabeza sobre ti
a aquellos a quienes tú enseñaste a ser tus amigos?
¿No te darán dolores
como los de una mujer que está de parto?
22 Quizá digas en tu corazón:
“¿Por qué me ha sobrevenido esto?”.
¡Por la enormidad de tu maldad
fueron alzadas tus faldas,
fueron desnudados tus calcañares!
23 ¿Podrá cambiar el etíope su piel
y el leopardo sus manchas?
Así también,
¿podréis vosotros hacer el bien,
estando habituados a hacer lo malo?
24 Por tanto, yo los esparciré al viento del desierto,
como tamo que pasa.
25 Esta es tu suerte,
la porción que yo he medido para ti,
dice Jehová,
porque te olvidaste de mí y confiaste en la mentira.
26 Yo, pues, te alzaré también las faldas hasta el rostro,
y se verá tu vergüenza:
27 tus adulterios, tus relinchos,
la maldad de tu fornicación sobre los collados.
En el campo he visto tus abominaciones.
¡Ay de ti, Jerusalén!
¿No serás al fin limpia?
¿Cuánto tardarás en purificarte?».

Mensaje con motivo de la sequía

Jr. 14.1-6 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Palabra de Jehová que vino a Jeremías con motivo de la sequía.
2 «Se ha enlutado Judá,
sus puertas desfallecen;
se sentaron tristes en tierra
y sube el clamor de Jerusalén.
3 Los nobles envían a sus criados por agua;
van a las lagunas, pero no hallan agua;
vuelven con sus vasijas vacías;
se avergüenzan, se confunden
y cubren sus cabezas.
4 Se ha resquebrajado la tierra
porque no ha llovido en el país;
los labradores, confundidos,
se cubren la cabeza.
5 Aun las ciervas en los campos
paren y abandonan la cría,
porque no hay hierba.
6 Los asnos monteses
se ponen en las alturas
y aspiran el viento como los chacales,
pero sus ojos se ofuscan
porque no hay hierba».

Agosto 11
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Agosto 11

El profeta invoca al Señor en nombre del pueblo

Jr. 14.7-18 DHH NIV NBD NVI LBLA
7 Aunque nuestras iniquidades testifican contra nosotros, Jehová,
¡actúa por amor de tu nombre!
Porque nuestras rebeliones se han multiplicado,
contra ti hemos pecado.
8 Tú, la esperanza de Israel,
su Salvador en el tiempo de la aflicción,
¿por qué te has hecho como forastero en la tierra,
como caminante que se retira para pasar la noche?
9 ¿Por qué eres como un hombre atónito,
como un valiente incapaz de librar?
Sin embargo, tú estás entre nosotros, Jehová,
y sobre nosotros es invocado tu nombre;
no nos desampares.
10 Así ha dicho Jehová acerca de este pueblo: «Se deleitaron en vagar, y no dieron descanso a sus pies»; por tanto, Jehová no se agrada de ellos; se acordará ahora de su maldad y castigará sus pecados.
11 Y me dijo Jehová: «No ruegues por el bien de este pueblo.12 Cuando ayunen, yo no escucharé su clamor, y cuando ofrezcan holocausto y ofrenda no los aceptaré, sino que los consumiré con espada, con hambre y con pestilencia».
13 Yo dije: «¡Ah, ah, Señor, Jehová!, mira que los profetas les dicen: “No veréis espada ni habrá hambre entre vosotros, sino que en este lugar os daré paz verdadera”».
14 Me dijo entonces Jehová: «Falsamente profetizan los profetas en mi nombre. Yo no los envié ni los mandé ni les hablé; visión mentirosa, adivinación, vanidad y engaño de su corazón os profetizan.15 Por tanto, así ha dicho Jehová sobre los profetas que profetizan en mi nombre, los cuales yo no envié, y que dicen: “Ni espada ni hambre habrá en esta tierra”. ¡Con espada y con hambre serán consumidos esos profetas!16 Y el pueblo a quien profetizan quedará tirado por las calles de Jerusalén a causa del hambre y la espada, y no habrá quien los entierre, ni a ellos ni a sus mujeres ni a sus hijos ni a sus hijas. Y sobre ellos derramaré su propia maldad.
17 »Les dirás, pues, esta palabra:
»“Derramen mis ojos lágrimas
noche y día, y no cesen,
porque la virgen hija de mi pueblo
ha sufrido una terrible desgracia,
porque su llaga es muy dolorosa.
18 Si salgo al campo, veo muertos a espada;
si entro en la ciudad, veo enfermos de hambre,
y tanto el profeta como el sacerdote
andan vagando por el país, y nada entienden”».

El profeta se dirige al Señor

Jr. 14.19-22 DHH NIV NBD NVI LBLA
19 ¿Has desechado del todo a Judá?
¿Ha aborrecido tu alma a Sión?
¿Por qué hiciste que nos hirieran sin remedio?
Esperamos paz, pero no hubo tal bien;
tiempo de curación, y he aquí turbación.
20 Reconocemos, Jehová, nuestra impiedad
y la iniquidad de nuestros padres,
porque contra ti hemos pecado.
21 Por amor de tu nombre, no nos deseches
ni deshonres tu glorioso trono;
acuérdate, no invalides tu pacto con nosotros.
22 ¿Hay entre los ídolos de las naciones
alguno capaz de hacer llover?
¿Acaso darán lluvias los cielos?
¿No eres tú, Jehová, nuestro Dios?
En ti, pues, esperamos,
pues tú has hecho todas estas cosas.

Denuncia de los falsos profetas

Jr. 23.9-17 DHH NIV NBD NVI LBLA
9 A causa de los profetas
mi corazón está quebrantado dentro de mí,
todos mis huesos tiemblan.
A causa de Jehová
y a causa de sus santas palabras
estoy como un ebrio,
como un hombre dominado por el vino,
10 porque la tierra está llena de adúlteros;
por la maldición, la tierra está desierta
y los pastizales del desierto se secaron.
La carrera de ellos es mala
y su valentía no es recta.
11 «Tanto el profeta como el sacerdote son impíos;
aun en mi casa hallé su maldad,
dice Jehová.
12 Por tanto, su camino
será como resbaladero en la oscuridad;
serán empujados, y caerán en él;
porque yo traeré mal sobre ellos
en el año de su castigo,
dice Jehová.
13 »En los profetas de Samaria
he visto desatinos:
profetizaban en nombre de Baal
e hicieron errar a mi pueblo Israel.
14 Y en los profetas de Jerusalén
he visto torpezas:
cometen adulterios, andan con mentiras
y fortalecen las manos de los malos,
para que ninguno se convierta de su maldad.
Me son todos ellos como Sodoma,
y sus moradores como Gomorra.
15 Por tanto, esto dice Jehová de los ejércitos
contra aquellos profetas:
“Yo les hago comer ajenjos
y les haré beber agua envenenada,
porque de los profetas de Jerusalén
salió la impiedad sobre toda la tierra”».
16 Así ha dicho Jehová de los ejércitos:
«No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan;
os alimentan con vanas esperanzas;
hablan visión de su propio corazón,
no de la boca de Jehová.
17 Dicen atrevidamente a los que me irritan:
“¡Jehová dice que tendréis paz!”.
Y a cualquiera que anda tras la obstinación de su corazón,
dicen: “No vendrá el mal sobre vosotros”».

Mensaje del Señor contra los falsos profetas

Jr. 23.21-32 DHH NIV NBD NVI LBLA

21 «No envié yo aquellos profetas,
pero ellos corrían;
yo no les hablé,
mas ellos profetizaban.
22 Si ellos hubieran estado en mi secreto,
habrían hecho oir mis palabras a mi pueblo,
y lo habrían hecho volver de su mal camino
y de la maldad de sus obras.
23 »¿Soy yo Dios de cerca solamente,
dice Jehová,
y no Dios de lejos?
24 ¿Se ocultará alguno,
dice Jehová,
en escondrijos donde yo no lo vea?
¿No lleno yo,
dice Jehová,
el cielo y la tierra?
25 »Yo he oído lo que aquellos profetas dijeron, profetizando mentira en mi nombre: “¡Soñé, soñé!”.26 ¿Hasta cuándo estará esto en el corazón de los profetas que profetizan mentira, que profetizan el engaño de su corazón?27 ¿Con los sueños que cada uno cuenta a su compañero pretenden hacer que mi pueblo se olvide de mi nombre, del mismo modo que sus padres se olvidaron de mi nombre a causa de Baal?28 El profeta que tenga un sueño, que cuente el sueño; y aquel a quien vaya mi palabra, que cuente mi palabra verdadera. ¿Qué tiene que ver la paja con el trigo?, dice Jehová.29 ¿No es mi palabra como un fuego, dice Jehová, y como un martillo que quebranta la piedra?
30 »Por tanto, yo estoy contra los profetas, dice Jehová, que se roban mis palabras unos a otros.31 Dice Jehová: Yo estoy contra los profetas que endulzan sus lenguas y dicen: “¡Él lo ha dicho!”.32 Ciertamente, dice Jehová, yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos, y los cuentan, y hacen errar a mi pueblo con sus mentiras y con sus lisonjas. Yo no los envié ni los mandé, y ningún provecho han traído a este pueblo, dice Jehová.

Cómo hablar de los mensajes del Señor

Jr. 23.33-40 DHH NIV NBD NVI LBLA
33 »Y cuando te pregunte este pueblo, o el profeta o el sacerdote, diciendo: “¿Cuál es la profecía de Jehová?”, les dirás: “Esta es la profecía: ‘Os abandonaré’, ha dicho Jehová”.34 Y al profeta, al sacerdote o al pueblo que diga: “Profecía de Jehová”, yo enviaré castigo sobre tal hombre y sobre su casa.35 Así diréis cada cual a su compañero y cada cual a su hermano: “¿Qué ha respondido Jehová? ¿Qué dijo Jehová?”.36 Y nunca más volveréis a decir: “Carga de Jehová”, porque la palabra de cada uno será una carga para él, pues pervertisteis las palabras del Dios viviente, de Jehová de los ejércitos, el Dios nuestro.37 Así dirás al profeta: “¿Qué te respondió Jehová? ¿Qué dijo Jehová?”.38 Pero si decís: “Carga de Jehová”, entonces Jehová dice así: “Porque dijisteis esta palabra, ‘Carga de Jehová’, habiendo yo enviado a deciros: ‘No digáis: Carga de Jehová’,39 por eso, yo os echaré en el olvido y os arrancaré de mi presencia, a vosotros y a la ciudad que os di a vosotros y a vuestros padres;40 y pondré sobre vosotros afrenta perpetua, eterna confusión que nunca borrará el olvido”».

Anuncio del castigo

Jr. 15.1-9 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Entonces Jehová me dijo: «Aunque Moisés y Samuel se pusieran delante de mí, no estaría mi voluntad con este pueblo. Échalos de mi presencia, y que salgan.2 Y si te preguntan: “¿A dónde saldremos?”, les dirás que así ha dicho Jehová:
»“El que a muerte, a muerte;
el que a espada, a espada;
el que a hambre, a hambre;
y el que a cautiverio, a cautiverio”.
3 »Y enviaré sobre ellos cuatro géneros de castigo, dice Jehová: espada para matar, perros para despedazar y aves del cielo y bestias de la tierra para devorar y destruir.4 Los entregaré para terror a todos los reinos de la tierra, a causa de Manasés hijo de Ezequías, rey de Judá, por lo que hizo en Jerusalén.
5 »Porque ¿quién tendrá compasión de ti, Jerusalén?
¿Quién se entristecerá por tu causa
o quién vendrá a preguntar por tu paz?
6 Tú me dejaste, dice Jehová,
te volviste atrás;
por tanto, yo extenderé sobre ti mi mano y te destruiré.
¡Estoy cansado de tener compasión!
7 Aunque los aventé con aventador
hasta las puertas de la tierra,
y dejé sin hijos a mi pueblo y lo desbaraté,
no se volvieron de sus caminos.
8 Sus viudas se multiplicaron
más que la arena del mar;
traje contra ellos un destructor a mediodía
sobre la madre y sobre los hijos;
hice que de repente cayeran terrores sobre la ciudad.
9 Languideció la que dio a luz siete;
se llenó de dolor su alma,
su sol se puso siendo aún de día;
fue avergonzada y llena de confusión.
Y lo que de ella quede,
lo entregaré a la espada delante de sus enemigos,
dice Jehová».

Jeremías recibe órdenes del Señor

Jr. 16.1-18 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:2 «No tomarás para ti mujer, ni tendrás hijos ni hijas en este lugar.3 Porque Jehová dice que los hijos y las hijas nacidos en este lugar, las madres que los den a luz y los padres que en esta tierra los engendren,4 morirán de dolorosas enfermedades, y no serán llorados ni sepultados, sino que serán como estiércol sobre la faz de la tierra. Con espada y con hambre serán consumidos, y sus cuerpos servirán de comida a las aves del cielo y a las bestias de la tierra».
5 También ha dicho esto Jehová: «No entres en casa donde haya luto; no acudas a lamentar ni los consueles, porque de este pueblo, dice Jehová, yo he quitado mi paz, mi misericordia y mi compasión.6 Morirán en esta tierra grandes y pequeños. No serán enterrados ni los llorarán; no se sajarán ni se raparán la cabeza por ellos.7 No partirán pan por ellos en el luto para consolarlos por sus muertos, ni les darán a beber la copa del consuelo por su padre o por su madre.8 Asimismo, no entres en casa donde haya banquete, para sentarte con ellos a comer o a beber.9 Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Yo haré cesar en este lugar, delante de vuestros ojos y en vuestros días, toda voz de gozo y toda voz de alegría, toda voz de esposo y toda voz de esposa.
10 »Y acontecerá que cuando anuncies a este pueblo todas estas cosas, te dirán ellos: “¿Por qué anuncia Jehová contra nosotros todo este mal tan grande? ¿Qué maldad es la nuestra?, o ¿qué pecado es el nuestro, que hemos cometido contra Jehová, nuestro Dios?”.11 Entonces les dirás: Porque vuestros padres me abandonaron, dice Jehová, y anduvieron en pos de dioses ajenos y los sirvieron, y ante ellos se postraron. Me abandonaron a mí y no guardaron mi Ley.12 Pero vosotros habéis hecho peor que vuestros padres, pues cada uno de vosotros camina tras la imaginación de su malvado corazón, no escuchándome a mí.13 Por tanto, yo os arrojaré de esta tierra a una tierra que ni vosotros ni vuestros padres habéis conocido, y allá serviréis a dioses ajenos de día y de noche, pues no os tendré compasión.
14 »No obstante, vienen días, dice Jehová, en que no se dirá más: “¡Vive Jehová, que hizo subir a los hijos de Israel de tierra de Egipto!”,15 sino: “¡Vive Jehová, que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra del norte y de todas las tierras adonde los había arrojado!”. Pues yo los volveré a su tierra, la cual di a sus padres.
16 »Yo envío muchos pescadores, dice Jehová, y los pescarán, y después enviaré muchos cazadores, y los cazarán por todo monte, por todo collado y por las cavernas de los peñascos.17 Porque mis ojos están sobre todos sus caminos, los cuales no se me ocultan, ni su maldad se esconde de la presencia de mis ojos.18 Pero primero les pagaré el doble por su iniquidad y su pecado, porque contaminaron mi tierra con los cadáveres de sus ídolos, y con sus abominaciones llenaron mi heredad».

La señal del alfarero y el barro

Jr. 18.1-17 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo:2 «Levántate y desciende a casa del alfarero, y allí te haré oir mis palabras».3 Descendí a casa del alfarero, y hallé que él estaba trabajando en el torno.4 Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en sus manos, pero él volvió a hacer otra vasija, según le pareció mejor hacerla.
5 Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo:6 «¿No podré yo hacer con vosotros como este alfarero, casa de Israel?, dice Jehová. Como el barro en manos del alfarero, así sois vosotros en mis manos, casa de Israel.7 En un instante hablaré contra naciones y contra reinos, para arrancar, derribar y destruir.8 Pero si esas naciones se convierten de su maldad contra la cual hablé, yo me arrepentiré del mal que había pensado hacerles,9 y en un instante hablaré de esas naciones y de esos reinos, para edificar y para plantar.10 Pero si hacen lo malo delante de mis ojos, no oyendo mi voz, me arrepentiré del bien que había determinado hacerles.
11 »Ahora, pues, habla a todo hombre de Judá y a los habitantes de Jerusalén, diciendo: “Esto ha dicho Jehová: Yo dispongo el mal contra vosotros, y contra vosotros trazo planes; conviértase ahora cada uno de su mal camino, y mejore sus caminos y sus obras”.12 Pero dirán: “Es inútil, porque en pos de nuestros ídolos iremos, y haremos cada uno el pensamiento de nuestro malvado corazón”».
13 Por tanto, así dice Jehová:
«Preguntad ahora a las naciones,
quién ha oído cosa semejante.
¡Algo horrible ha hecho la virgen de Israel!
14 ¿Faltará la nieve de las rocas
de las montañas del Líbano?
¿Faltarán las aguas frías
que fluyen de lejanas tierras?
15 ¡Pues mi pueblo me ha olvidado,
quemando incienso a lo que es vanidad!
Ha tropezado en sus caminos,
en las sendas antiguas,
para caminar por senderos
y no por un camino bien dispuesto.
16 Han convertido su tierra en desolación,
en objeto de burla perpetua;
todo aquel que pase por ella,
se asombrará y meneará la cabeza.
17 Delante del enemigo los esparciré como viento del este.
En el día de su perdición
les mostraré las espaldas, y no el rostro».

Agosto 12
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Agosto 12

Planes contra el profeta

Jr. 18.18 DHH NIV NBD NVI LBLA
18 Ellos dijeron: «Venid y preparemos un plan contra Jeremías, porque la instrucción no le faltará al sacerdote ni el consejo al sabio ni la palabra al profeta. Venid calumniémoslo y no atendamos a ninguna de sus palabras».

Oración de Jeremías

Jr. 18.19-23 DHH NIV NBD NVI LBLA
19 Jehová, fíjate en mí
y oye la voz de los que contienden conmigo.20 ¿Se da mal por bien,
para que hayan cavado un hoyo para mi vida?
Acuérdate que me puse delante de ti
para hablar bien por ellos,
para apartar de ellos tu ira.
21 Por tanto, entrega sus hijos al hambre,
dispérsalos por medio de la espada,
queden sus mujeres sin hijos y viudas.
Sean puestos a muerte sus maridos,
y los jóvenes, heridos a espada en la guerra.
22 ¡Óigase el clamor de sus casas,
cuando de repente traigas sobre ellos un ejército!,
porque cavaron un hoyo para atraparme,
y bajo mis pies han escondido lazos.
23 Pero tú, Jehová, conoces todo su consejo
contra mí para darme muerte.
No perdones su maldad
ni borres su pecado de delante de tu rostro.
¡Tropiecen ellos delante de ti,
y haz así con ellos en el tiempo de tu enojo!

Anuncio contra el rey de Judá

Jr. 21.11,12 DHH NIV NBD NVI LBLA
11 »Y a la casa del rey de Judá dirás:
»“Oíd palabra de Jehová:
12 Casa de David, esto dice Jehová:
Haced de mañana justicia
y librad al oprimido de mano del opresor,
para que mi ira no salga como un fuego
que se enciende y no hay quien lo apague,
a causa de la maldad de vuestras obras.

Anuncio de castigo a Jerusalén

Jr. 21.13,14 DHH NIV NBD NVI LBLA
13 »Yo estoy contra ti,
moradora del valle y de la piedra de la llanura,
dice Jehová;
los que decís: ‘¿Quién subirá contra nosotros?
¿Quién entrará en nuestros refugios?’.
14 Yo os castigaré conforme al fruto de vuestras obras,
dice Jehová,
y haré encender fuego en su bosque,
y consumirá todos sus alrededores”».

Mensaje a la casa real de Judá

Jr. 22.1-9 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Así dijo Jehová: «Desciende a la casa del rey de Judá y habla allí esta palabra.2 Dile: “Oíd palabra de Jehová, rey de Judá que estás sentado sobre el trono de David, tú, tus siervos y tu pueblo que entra por estas puertas.3 Así ha dicho Jehová: Actuad conforme al derecho y la justicia, librad al oprimido de mano del opresor y no robéis al extranjero, al huérfano y a la viuda, ni derraméis sangre inocente en este lugar.4 Porque si efectivamente obedecéis esta palabra, los reyes que en lugar de David se sientan sobre su trono entrarán montados en carros y en caballos por las puertas de esta casa, ellos, sus criados y su pueblo.5 Pero si no escucháis estas palabras, por mí mismo he jurado, dice Jehová, que esta casa quedará desierta”».
6 Así ha dicho Jehová acerca de la casa del rey de Judá:
«Como Galaad eres tú para mí,
y como la cima del Líbano;
sin embargo, te convertiré en soledad,
y quedarás como las ciudades deshabitadas.
7 Prepararé contra ti destructores,
cada uno con sus armas;
cortarán tus cedros escogidos
y los echarán en el fuego.
8 »Muchas gentes pasarán junto a esta ciudad, y dirá cada uno a su compañero: “¿Por qué hizo esto Jehová con esta gran ciudad?”.9 Y se les responderá: “Porque dejaron el pacto de Jehová, su Dios, adoraron a dioses extraños y los sirvieron”».

Mensaje acerca de Jerusalén

Jr. 22.20-23 DHH NIV NBD NVI LBLA
20 Sube al Líbano y clama,
y en Basán levanta tu voz
y grita hacia todas partes,
porque todos tus enamorados son destruidos.
21 Te hablé en tu prosperidad,
mas dijiste: “¡No escucharé!”.
Esta fue tu conducta desde tu juventud:
nunca escuchaste mi voz.
22 A todos tus pastores pastoreará el viento,
y tus enamorados irán en cautiverio;
entonces te avergonzarás y te confundirás
a causa de toda tu maldad.
23 Habitaste en el Líbano,
hiciste tu nido en los cedros.
¡Cómo gemirás cuando te vengan dolores,
dolores como de una mujer que está de parto!

Exclamación de Jeremías

Jr. 23.18-20 DHH NIV NBD NVI LBLA
18 Pero ¿quién estuvo en el secreto de Jehová,
y vio y oyó su palabra?
¿Quién estuvo atento a su palabra
y la oyó?
19 La tempestad de Jehová saldrá con furor;
la tempestad que está preparada
caerá sobre la cabeza de los malos.
20 No se apartará el furor de Jehová
hasta que lo haya hecho
y hasta que haya cumplido los pensamientos de su corazón;
al final de los días lo entenderéis cabalmente.

La señal de la vasija rota

Jr. 19.1-15 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Así dijo Jehová: «Ve a comprar al alfarero una vasija de barro, y lleva contigo a algunos de los ancianos del pueblo y de los ancianos de entre los sacerdotes.2 Sal luego al valle del hijo de Hinom, que está a la entrada de la puerta oriental, y proclama allí las palabras que yo te diré.3 Dirás: “Oíd palabra de Jehová, reyes de Judá y habitantes de Jerusalén. Esto dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: Yo traigo sobre este lugar un mal tan grande que a todo el que lo oiga le zumbarán los oídos,4 porque me abandonaron y enajenaron este lugar ofreciendo en él incienso a dioses extraños, que ni ellos habían conocido, ni sus padres, ni los reyes de Judá; y llenaron este lugar de sangre de inocentes.5 Edificaron lugares altos a Baal, para quemar en el fuego a sus hijos en holocaustos al mismo Baal; cosa que no les mandé ni dije ni me vino al pensamiento.6 Por tanto, he aquí vienen días, dice Jehová, que este lugar no se llamará más Tofet ni valle del hijo de Hinom, sino valle de la Matanza.7 Y desvaneceré el consejo de Judá y de Jerusalén en este lugar. Los haré caer a espada delante de sus enemigos y en las manos de los que buscan sus vidas. Daré sus cuerpos para comida a las aves del cielo y a las bestias de la tierra.8 Pondré a esta ciudad por espanto y burla; todo aquel que pase por ella se asombrará y se burlará de su destrucción.9 Les haré comer la carne de sus hijos y la carne de sus hijas. Cada uno comerá la carne de su amigo, en el asedio y el apuro con que los angustiarán sus enemigos y los que buscan sus vidas”.
10 »Entonces quebrarás la vasija ante los ojos de los hombres que van contigo,11 y les dirás: “Así ha dicho Jehová de los ejércitos: De esta forma quebrantaré a este pueblo y a esta ciudad, como quien quiebra una vasija de barro, que no se puede restaurar más; y en Tofet serán enterrados, porque no habrá otro lugar para enterrar.12 Así haré a este lugar, dice Jehová, y a sus habitantes; dejaré esta ciudad como a Tofet.13 Las casas de Jerusalén y las casas de los reyes de Judá serán como el lugar de Tofet, inmundas, por todas las casas sobre cuyos tejados ofrecieron incienso a todo el ejército del cielo, y vertieron libaciones a dioses ajenos”».
14 Volvió Jeremías de Tofet, adonde Jehová le envió a profetizar, se paró en el atrio de la casa de Jehová y dijo a todo el pueblo:15 «Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Yo traigo sobre esta ciudad y sobre todas sus aldeas todo el mal que hablé contra ella, porque han endurecido su corazón para no oir mis palabras».

Profecía acerca de Pashur, enemigo de Jeremías

Jr. 20.1-6 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 El sacerdote Pasur hijo de Imer, que presidía como principal en la casa de Jehová, oyó a Jeremías profetizar estas palabras.2 Entonces Pasur hizo azotar al profeta Jeremías y lo puso en el cepo que estaba en la puerta superior de Benjamín, la cual conducía a la casa de Jehová.3 Al día siguiente, Pasur sacó a Jeremías del cepo. Le dijo entonces Jeremías: «Jehová no ha llamado tu nombre Pasur, sino Magor-misabib.4 Y así ha dicho Jehová: “He aquí, yo haré que seas un terror para ti mismo y para todos los que bien te quieren. Caerán por la espada de sus enemigos, y tus ojos lo verán. A todo Judá entregaré en manos del rey de Babilonia, que los llevará cautivos a Babilonia y los matará a espada.5 Entregaré asimismo toda la riqueza de esta ciudad, todo su trabajo y todas sus cosas preciosas. Entregaré todos los tesoros de los reyes de Judá en manos de sus enemigos, que los saquearán, los tomarán y los llevarán a Babilonia.6 Y tú, Pasur, y todos los que habitan en tu casa iréis cautivos. Entrarás en Babilonia y allí morirás. Allí serás enterrado, tú y todos los que bien te quieren, a los cuales has profetizado con mentira”».

Lamento de Jeremías

Jr. 20.7-18 DHH NIV NBD NVI LBLA
7 ¡Me sedujiste, Jehová,
y me dejé seducir!
¡Más fuerte fuiste que yo, y me venciste!
¡Cada día he sido escarnecido,
cada cual se burla de mí!
8 Cuantas veces hablo, doy voces, grito:
«¡Violencia y destrucción!»,
porque la palabra de Jehová
me ha sido para afrenta y escarnio cada día.
9 Por eso dije: «¡No me acordaré más de él
ni hablaré más en su nombre!».
No obstante, había en mi corazón
como un fuego ardiente metido en mis huesos.
Traté de resistirlo, pero no pude.
10 He oído lo que muchos murmuran:
«¡Terror por todas partes!
¡Denunciadlo, denunciémoslo!».
Todos mis amigos esperaban que claudicara.
Decían: «¡Quizá se engañe,
y prevaleceremos contra él
y tomaremos de él nuestra venganza!».
11 Mas Jehová está conmigo
como un poderoso gigante;
por tanto, los que me persiguen tropezarán
y no prevalecerán;
serán avergonzados en gran manera, porque no prosperarán;
tendrán perpetua confusión, que jamás será olvidada.
12 Jehová de los ejércitos,
que pruebas a los justos,
que ves los pensamientos y el corazón,
¡vea yo tu venganza de ellos,
porque a ti he encomendado mi causa!
13 ¡Cantad a Jehová, alabad a Jehová,
porque ha librado la vida del pobre de mano de los malignos!
14 ¡Maldito el día en que nací!
¡Que no sea bendecido el día en que mi madre me dio a luz!
15 ¡Maldito el hombre que dio la noticia a mi padre, diciendo:
«Un hijo varón te ha nacido»,
causándole gran alegría!
16 Sea tal hombre como las ciudades
que asoló Jehová sin volverse atrás de ello;
que oiga gritos por la mañana
y voces a mediodía,
17 porque no me mató en el vientre.
Mi madre entonces hubiera sido mi sepulcro,
pues su vientre habría quedado embarazado para siempre.
18 ¿Para qué salí del vientre?
¿Para ver trabajo y dolor,
y que mis días se gastaran en afrenta?

Invasión desde el norte

Jr. 6.22-30 DHH NIV NBD NVI LBLA
22 Así ha dicho Jehová:
«Un pueblo viene de la tierra del norte,
una nación grande se levantará de los confines de la tierra.
23 Arco y lanza empuñarán;
crueles son, y no tendrán compasión;
su estruendo brama como el mar,
y montan a caballo
como hombres dispuestos para la guerra,
contra ti, hija de Sión».
24 Al oir de su fama,
nuestras manos se han descoyuntado.
De nosotros se ha apoderado la angustia,
un dolor como de mujer que está de parto.
25 ¡No salgas al campo
ni andes por el camino,
porque espada de enemigo
y temor hay por todas partes!
26 ¡Hija de mi pueblo, cíñete de ropas ásperas
y revuélcate en ceniza!
¡Ponte de luto como por el hijo único, y llora amargamente,
porque pronto vendrá sobre nosotros el destructor!
27 «Por fortaleza y por torre de vigilancia te he puesto en mi pueblo: conoce, pues, y examina el camino de ellos».
28 Todos ellos son rebeldes, porfiados y calumniadores.
Son bronce y hierro;
todos ellos son corruptores.
29 Se quemó el fuelle,
por el fuego se ha consumido el plomo;
en vano fundió el fundidor,
pues la escoria no se ha desprendido.
30 Plata desechada los llamarán,
porque Jehová los desechó.

Judá es amenazada de invasión

Jr. 4.5-12 DHH NIV NBD NVI LBLA
5 »Anunciadlo en Judá, proclamadlo en Jerusalén, diciendo:
“Tocad trompeta en la tierra”;
gritad a voz en cuello y decid:
“¡Reuníos y entremos
en las ciudades fortificadas!”.
6 Alzad bandera en Sión,
huid, no os detengáis,
porque del norte hago yo venir
mal y quebrantamiento grande.
7 El león sube de la espesura,
el destructor de naciones está en marcha;
ha salido de su lugar para poner tu tierra en desolación;
tus ciudades quedarán asoladas y sin morador.
8 Por eso, vestíos con ropas ásperas,
lamentaos y gemid,
porque la ira de Jehová
no se ha apartado de nosotros.
9 »En aquel día», dice Jehová,
«desfallecerá el corazón del rey
y el corazón de los príncipes,
los sacerdotes estarán atónitos
y se espantarán los profetas».
10 Yo dije: «¡Ay, ay, Jehová, Dios,
verdaderamente en gran manera has engañado a este pueblo y a Jerusalén,
diciendo: “Tendréis paz”,
pues la espada ha entrado hasta el alma!».
11 En aquel tiempo
se dirá a este pueblo y a Jerusalén:
«Un viento seco de las alturas del desierto
viene hacia la hija de mi pueblo,
y no para aventar ni para limpiar.
12 Un viento más impetuoso que este vendrá a servirme,
y ahora yo pronunciaré juicios contra ellos.

Los enemigos rodean a Israel

Jr. 4.13-18 DHH NIV NBD NVI LBLA
13 »Subirá como las nubes,
y su carro como un torbellino.
Más ligeros son sus caballos que las águilas.
¡Ay de nosotros, porque entregados somos al despojo!
14 Lava tu corazón de maldad, Jerusalén,
para que seas salva.
¿Hasta cuándo permitirás en medio de ti
los pensamientos de iniquidad?
15 Porque una voz trae las noticias desde Dan
y hace oir la calamidad desde los montes de Efraín.
16 Decid a las naciones, hacedlo oir sobre Jerusalén:
“Invasores vienen de tierra lejana,
y lanzarán su voz
contra las ciudades de Judá”.
17 Como guardas de campo la rodearán,
porque se rebeló contra mí,
dice Jehová.
18 »Tu camino y tus obras
te hicieron esto;
esta es tu maldad,
por lo cual la amargura penetrará hasta tu corazón».

Agosto 13
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Agosto 13

Dolor de Jeremías por su pueblo

Jr. 4.19-22 DHH NIV NBD NVI LBLA
19 ¡Mis entrañas, mis entrañas!
Me duelen las fibras de mi corazón;
mi corazón se agita dentro de mí, no callaré,
porque sonido de trompeta has oído, alma mía:
¡un pregón de guerra!
20 Se anuncia quebranto tras quebranto,
porque toda la tierra es destruida.
¡De repente son destruidas mis tiendas,
en un momento mis cortinas!
21 ¿Hasta cuándo he de ver bandera
y he de oir sonido de trompeta?
22 Porque mi pueblo es necio, no me conocieron;
son hijos ignorantes y faltos de entendimiento;
son sabios para hacer el mal,
pero no saben hacer el bien.

Jeremías ve la destrucción futura

Jr. 4.23-31 DHH NIV NBD NVI LBLA
23 Miré a la tierra, y vi que estaba desordenada y vacía;
y a los cielos, y no había luz en ellos.
24 Miré a los montes, y vi que temblaban,
y todos los collados fueron destruidos.
25 Miré, y no había hombre,
y todas las aves del cielo se habían ido.
26 Miré, y vi que el campo fértil era un desierto,
y todas sus ciudades estaban asoladas
delante de Jehová,
delante del ardor de su ira.
27 Así dijo Jehová:
«Toda la tierra será asolada,
pero no la destruiré del todo.
28 Por esto se enlutará la tierra,
y los cielos arriba se oscurecerán,
porque hablé, lo pensé
y no me arrepentiré ni desistiré de ello.
29 Al estruendo de la gente de a caballo y de los flecheros
huye toda la ciudad;
entran en las espesuras de los bosques
y se suben a los peñascos;
todas las ciudades fueron abandonadas
y no queda en ellas morador alguno.
30 Y tú, destruida, ¿qué harás?
Aunque te vistas de grana,
aunque te adornes con atavíos de oro,
aunque pintes con antimonio tus ojos,
en vano te engalanas,
pues te desprecian tus amantes,
los que buscan tu vida.
31 Porque he oído una voz como de mujer
que está de parto,
angustia como de primeriza.
Es la voz de la hija de Sión,
que lamenta y extiende sus manos, diciendo:
“¡Ay de mí, pues mi alma desfallece
a causa de los asesinos!”».

El enemigo rodea a Jerusalén

Jr. 6.1-8 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 ¡Huid, hijos de Benjamín,
de en medio de Jerusalén!
¡Tocad bocina en Tecoa!
¡Alzad señales de humo sobre Bet-haquerem!,
porque del norte
asoma el mal, un gran quebrantamiento.
2 Destruiré a la bella y delicada hija de Sión.
3 Contra ella vendrán pastores con sus rebaños;
junto a ella y a su alrededor plantarán sus tiendas.
Cada uno apacentará su manada.
4 «¡Anunciad guerra contra ella!
¡Levantaos! ¡Asaltémosla a mediodía!
¡Ay de nosotros,
que va cayendo el día
y las sombras de la tarde se han extendido!
5 ¡Levantaos! ¡Asaltemos de noche
y destruyamos sus palacios!».
6 Así dijo Jehová de los ejércitos:
«Cortad árboles y levantad un terraplén
contra Jerusalén.
Esta es la ciudad que ha de ser castigada,
pues toda ella está llena de violencia.
7 Como de la fuente nunca cesan de manar las aguas,
así de ella nunca cesa de manar la maldad;
injusticia y robo se oyen en ella;
continuamente en mi presencia hay enfermedad y herida.
8 ¡Corrígete, Jerusalén,
para que no se aparte mi alma de ti,
para que no te convierta en desierto,
en tierra deshabitada!».

Lamentaciones en Jerusalén

Jr. 9.17-26 DHH NIV NBD NVI LBLA
17 Así dice Jehová de los ejércitos:
«Sed sabios y haced venir a las plañideras;
buscad a las hábiles en su oficio».
18 ¡Que se den prisa
y levanten llanto por nosotros!
¡Desháganse nuestros ojos en lágrimas,
y nuestros párpados destilen aguas!,
19 porque de Sión fue oída una voz de lamentación:
«¡Cómo hemos sido destruidos!
En gran manera hemos sido avergonzados,
porque abandonamos la tierra,
porque han destruido nuestras moradas».
20 Oíd, pues, mujeres, palabra de Jehová;
reciba vuestro oído la palabra de su boca.
Enseñad lamentaciones a vuestras hijas
y un canto fúnebre cada una a su amiga,
21 porque la muerte ha subido por nuestras ventanas
y ha entrado en nuestros palacios,
para exterminar a los niños en las calles,
a los jóvenes en las plazas.
22 Di: «Así dice Jehová:
Los cuerpos de los hombres muertos caerán
como estiércol sobre la faz del campo,
como manojos tras el segador,
y no hay quien los recoja».
23 Así ha dicho Jehová:
«No se alabe el sabio en su sabiduría,
ni en su valentía se alabe el valiente,
ni el rico se alabe en sus riquezas.
24 Mas alábese en esto el que haya de alabarse:
en entenderme y conocerme,
que yo soy Jehová,
que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra,
porque estas cosas me agradan,
dice Jehová».
25 «Vienen días, dice Jehová, en que castigaré a todo circuncidado y a todo incircunciso;26 a Egipto y a Judá, a Edom, a los hijos de Amón y de Moab, y a todos los que se rapan las sienes, los que habitan en el desierto, porque todas las naciones son incircuncisas, y toda la casa de Israel es incircuncisa de corazón».

Setenta años de desolación

Jr. 25.1-14 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Palabra que vino a Jeremías acerca de todo el pueblo de Judá en el año cuarto de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, el cual era el año primero de Nabucodonosor, rey de Babilonia;2 la cual habló el profeta Jeremías a todo el pueblo de Judá y a todos los habitantes de Jerusalén, diciendo:3 «Desde el año trece de Josías hijo de Amón, rey de Judá, hasta este día, que son veintitrés años, ha venido a mí palabra de Jehová, y he hablado desde el principio y sin cesar, pero no escuchasteis.4 Y envió Jehová a vosotros a todos sus siervos los profetas. Los envió desde el principio y sin cesar; pero no escuchasteis ni inclinasteis vuestro oído para escuchar5 cuando decían: “Volveos ahora de vuestro mal camino y de la maldad de vuestras obras, y habitaréis en la tierra que os dio Jehová a vosotros y a vuestros padres para siempre.6 Pero no vayáis en pos de dioses ajenos, sirviéndolos y adorándolos, ni me provoquéis a ira con la obra de vuestras manos, y no os haré mal”.7 Pero no me habéis escuchado, dice Jehová, sino que me habéis provocado a ira con la obra de vuestras manos para vuestro propio mal.
8 »Por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos: Por cuanto no habéis escuchado mis palabras,9 yo enviaré y tomaré a todas las tribus del norte, dice Jehová, y a Nabucodonosor, rey de Babilonia, mi siervo, y los traeré contra esta tierra y contra sus habitantes, y contra todas estas naciones en derredor. Los destruiré, y los pondré por espanto, por burla y desolación perpetua.10 Haré que desaparezca de entre ellos la voz del gozo y la voz de la alegría, la voz del novio y la voz de la novia, el ruido del molino y la luz de la lámpara.11 Toda esta tierra será convertida en ruinas y en espanto; y servirán estas naciones al rey de Babilonia durante setenta años.12 Y cuando se hayan cumplido los setenta años, dice Jehová, castigaré al rey de Babilonia y a aquella nación, por su maldad, y a la tierra de los caldeos; y la convertiré en desolación perpetua.13 Traeré sobre aquella tierra todas mis palabras que he hablado contra ella, con todo lo que está escrito en este libro, profetizado por Jeremías contra todas las naciones.14 Porque también ellas estarán sometidas a muchas naciones y a grandes reyes; y yo les pagaré conforme a sus hechos y conforme a la obra de sus manos».

La copa de ira para las naciones

Jr. 25.15-38 DHH NIV NBD NVI LBLA
15 Así me dijo Jehová, Dios de Israel: «Toma de mi mano la copa del vino de este furor, y haz que beban de ella todas las naciones a las cuales yo te envío.16 Beberán, y temblarán y enloquecerán a causa de la espada que yo envío entre ellas».
17 Yo tomé la copa de la mano de Jehová, y di de beber a todas las naciones a las cuales me envió Jehová:18 a Jerusalén, a las ciudades de Judá, a sus reyes y a sus príncipes, para convertirlos en ruinas, en espanto, en burla y en maldición, como hasta hoy;19 al faraón, rey de Egipto, a sus servidores, a sus príncipes y a todo su pueblo;20 y a todo el conjunto de naciones, a todos los reyes de tierra de Uz y a todos los reyes de la tierra de Filistea: de Ascalón, Gaza, Ecrón y el resto de Asdod;21 de Edom, Moab y los hijos de Amón;22 a todos los reyes de Tiro, a todos los reyes de Sidón, a los reyes de las costas que están de ese lado del mar:23 Dedán, Tema y Buz, y todos los que se rapan las sienes;24 a todos los reyes de Arabia, a todos los reyes del conjunto de pueblos que habitan en el desierto;25 a todos los reyes de Zimri, a todos los reyes de Elam, a todos los reyes de Media;26 a todos los reyes del norte, los de cerca y los de lejos, a los unos y a los otros, y a todos los reinos del mundo que están sobre la faz de la tierra. Y el rey de Babilonia beberá después de ellos.
27 «Les dirás, pues: “Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: ¡Bebed, embriagaos y vomitad; caed y no os levantéis, a causa de la espada que yo envío entre vosotros!”.28 Y si no quieren tomar la copa de tu mano para beber, tú les dirás: “Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Tenéis que beberla,29 porque yo comienzo a causarle mal a la ciudad en la cual es invocado mi nombre, ¿y vosotros seréis absueltos? ¡No seréis absueltos, porque espada traigo sobre todos los habitantes de la tierra!”, dice Jehová de los ejércitos.
30 »Tú, pues, profetizarás contra ellos todas estas palabras. Les dirás:
»“Jehová ruge desde lo alto,
y desde su morada santa da su voz;
ruge fuertemente contra su redil;
canción de lagareros canta
contra todos los moradores de la tierra.
31 Llega el estruendo hasta el fin de la tierra,
porque Jehová está en pleito contra las naciones;
él es el Juez de todo mortal
y entregará a los impíos a la espada,
dice Jehová”».
32 Así ha dicho Jehová de los ejércitos:
«Ciertamente el mal
irá de nación en nación,
y una gran tempestad se levantará
desde los extremos de la tierra».
33 Yacerán los muertos de Jehová en aquel día
desde un extremo de la tierra hasta el otro;
no se hará lamentación,
ni se recogerán ni serán enterrados,
sino que como estiércol quedarán sobre la faz de la tierra.
34 ¡Aullad, pastores! ¡Gritad!
¡Revolcaos en el polvo, mayorales del rebaño!,
porque se han cumplido vuestros días
para que seáis degollados y esparcidos.
Caeréis como vaso precioso.
35 Se acabará el asilo para los pastores,
y no escaparán los mayorales del rebaño.
36 ¡Voz de la gritería de los pastores,
y aullido de los mayorales del rebaño!,
porque Jehová asoló sus pastizales.
37 Los pastos delicados serán destruidos
por el ardor de la ira de Jehová.
38 Dejó cual leoncillo su guarida,
pues asolada fue la tierra de ellos
por la ira del opresor,
por el furor de su ira.

Agosto 14
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Agosto 14

Baruc lee el rollo en el templo

Jr. 36.1-10 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Aconteció en el cuarto año de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, que vino esta palabra de Jehová a Jeremías, diciendo:2 «Toma un rollo en blanco y escribe en él todas las palabras que te he hablado contra Israel, contra Judá y contra todas las naciones, desde el día en que comencé a hablarte, desde los días de Josías hasta hoy.3 Quizá oiga la casa de Judá todo el mal que yo pienso hacerles para que se arrepienta cada uno de su mal camino. Entonces yo perdonaré su maldad y su pecado».
4 Llamó Jeremías a Baruc hijo de Nerías, y escribió Baruc en un rollo en blanco, dictadas por Jeremías, todas las palabras que Jehová le había hablado.5 Después mandó Jeremías a Baruc, diciendo:
«A mí se me ha prohibido entrar en la casa de Jehová.6 Entra tú, pues, y de este rollo que escribiste dictado por mí, lee las palabras de Jehová a los oídos del pueblo en la casa de Jehová, el día del ayuno. Y las leerás también a oídos de todos los de Judá que vienen de sus ciudades.7 Quizá llegue la oración de ellos a la presencia de Jehová, y se vuelva cada uno de su mal camino; porque grande es el furor y la ira que ha expresado Jehová contra este pueblo».8 Y Baruc hijo de Nerías hizo conforme a todas las cosas que le mandó el profeta Jeremías, leyendo del libro las palabras de Jehová en la casa de Jehová.
9 Aconteció en el año quinto de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, en el mes noveno, que en la presencia de Jehová promulgaron ayuno a todo el pueblo de Jerusalén y a todo el pueblo que venía de las ciudades de Judá a Jerusalén.10 Y Baruc leyó del libro las palabras de Jeremías en la casa de Jehová, en el aposento de Gemarías hijo de Safán, escriba, en el atrio de arriba, a la entrada de la puerta nueva de la casa de Jehová, a oídos del pueblo.

Baruc lee el rollo ante los altos funcionarios

Jr. 36.11-19 DHH NIV NBD NVI LBLA
11 Micaías hijo de Gemarías hijo de Safán, habiendo oído del libro todas las palabras de Jehová,12 descendió a la casa del rey, al aposento del secretario, y encontró que todos los jefes estaban allí sentados: Elisama, el secretario, Delaía hijo de Semaías, Elnatán hijo de Acbor, Gemarías hijo de Safán, Sedequías hijo de Ananías, y todos los demás jefes.13 Y les contó Micaías todas las palabras que había oído cuando Baruc leyó del libro a oídos del pueblo.14 Entonces enviaron todos los jefes a Jehudí hijo de Netanías hijo de Selemías, hijo de Cusi, a decirle a Baruc: «Toma el rollo en el que leíste a oídos del pueblo, y ven». Y Baruc hijo de Nerías tomó el rollo en su mano y fue a ellos.15 Le dijeron: «Siéntate ahora y léenoslo a nosotros». Y Baruc se lo leyó.16 Cuando oyeron todas aquellas palabras, cada uno se volvió espantado a su compañero, y dijeron a Baruc: «¡Sin duda, le contaremos al rey todas estas palabras!».17 Preguntaron luego a Baruc, diciendo:
—Cuéntanos ahora cómo escribiste de boca de Jeremías todas estas palabras.
18 Baruc les dijo:
—Él me dictaba en voz alta todas estas palabras y yo las escribía con tinta en el libro.
19 Entonces dijeron los príncipes a Baruc:
—Vete, y escondeos tú y Jeremías, y que nadie sepa dónde estáis.

El rey Joacim quema el rollo

Jr. 36.20-26 DHH NIV NBD NVI LBLA
20 Entraron luego a donde estaba el rey, al atrio, habiendo depositado el rollo en el aposento de Elisama, el secretario; y contaron a oídos del rey todas estas palabras.21 Envió el rey a Jehudí a que tomara el rollo, y él lo tomó del aposento de Elisama, el secretario. Y leyó Jehudí del rollo a oídos del rey y a oídos de todos los jefes que se hallaban junto al rey.22 Estaba entonces el rey en la casa de invierno, en el mes noveno, y había un brasero encendido delante de él.23 Y cuando Jehudí había leído tres o cuatro planas, el rey las rasgaba con un cortaplumas de escriba y las arrojaba al fuego que había en el brasero. Así hasta que todo el rollo se consumió en el fuego del brasero.24 No tuvieron temor ni rasgaron sus vestidos, ni el rey ni ninguno de sus siervos que oyeron todas estas palabras.25 Y aunque Elnatán, Delaía y Gemarías rogaron al rey que no quemara aquel rollo, no los quiso escuchar.26 También mandó el rey a Jerameel hijo de Hamelec, a Seraías hijo de Azriel y a Selemías hijo de Abdeel, que apresaran a Baruc, el escriba, y al profeta Jeremías. Pero Jehová los escondió.

Jeremías dicta otro rollo

Jr. 36.27-32 DHH NIV NBD NVI LBLA
27 Después que el rey quemó el rollo que contenía las palabras escritas por Baruc al dictado de Jeremías, vino palabra de Jehová a Jeremías, diciendo:28 «Vuelve a tomar otro rollo y escribe en él todas las palabras primeras que estaban en el primer rollo que quemó Joacim, rey de Judá.29 Y dirás a Joacim, rey de Judá: “Así ha dicho Jehová: Tú quemaste este rollo, diciendo: ‘¿Por qué escribiste en él que de cierto vendrá el rey de Babilonia, y que destruirá esta tierra y hará que no queden en ella ni hombres ni animales?’.30 Por tanto, esto ha dicho Jehová acerca de Joacim, rey de Judá: No tendrá quien se siente sobre el trono de David, y su cuerpo será echado al calor del día y al hielo de la noche.31 Castigaré su maldad en él, en su descendencia y en sus siervos. Traeré sobre ellos, sobre los habitantes de Jerusalén y sobre los hombres de Judá, todo el mal que les he anunciado y que no quisieron escuchar”».
32 Tomó, pues, Jeremías otro rollo y lo dio a Baruc hijo de Nerías, escriba; y escribió en él, dictadas por Jeremías, todas las palabras del libro que quemó en el fuego Joacim, rey de Judá. Y aun fueron añadidas sobre ellas muchas otras palabras semejantes.

Mensaje a Baruc

Jr. 45.1-5 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 La palabra que habló el profeta Jeremías a Baruc hijo de Nerías, cuando escribía en el libro estas palabras dictadas por Jeremías, en el año cuarto de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, diciendo:2 «Así te ha dicho Jehová, Dios de Israel, a ti, Baruc:3 “Tú dijiste: ‘¡Ay de mí ahora!, porque ha añadido Jehová tristeza a mi dolor. Fatigado estoy de gemir, y no he hallado descanso’ ”.4 Le dirás: “Así ha dicho Jehová: Yo destruyo a los que edifiqué y arranco a los que planté, esto es, a toda esta tierra,5 ¿y tú buscas para ti grandezas? ¡No las busques!, porque he aquí que yo traigo mal sobre todo ser viviente, ha dicho Jehová; pero a ti te daré la vida por botín en cualquier lugar adonde vayas”».

Nabucodonosor invade a Judá y Joacim le paga tributos

2 R. 24.1 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 En su tiempo, Nabucodonosor, rey de Babilonia, subió en campaña, y Joacim se convirtió en su siervo por tres años, pero luego volvió a rebelarse contra él.

Joacim y Judá son atacados por otros pueblos

2 R. 24.2-4 DHH NIV NBD NVI LBLA
2 Jehová envió contra Joacim fuerzas de caldeos, de sirios, de moabitas y de amonitas. Las envió contra Judá para que la destruyeran, conforme a la palabra que Jehová había anunciado por medio de sus siervos, los profetas.3 Ciertamente vino esto contra Judá por mandato de Jehová, para apartarla de su presencia, por todos los pecados cometidos por Manasés y4 también por la sangre inocente que derramó, pues llenó a Jerusalén de sangre inocente. Por tanto, Jehová no quiso perdonar.

Tristeza del Señor por la suerte de su pueblo

Jr. 12.7-13 DHH NIV NBD NVI LBLA
7 »He abandonado mi casa,
he desamparado mi heredad,
he entregado en mano de sus enemigos
lo que amaba mi alma.
8 Mi heredad fue para mí
como un león en la selva;
contra mí lanzó su rugido,
y por eso la aborrecí.
9 Es mi heredad para mí
como un ave de rapiña de muchos colores.
¿No están contra ella aves de rapiña rodeándola?
¡Venid, reuníos, vosotras todas las fieras del campo,
venid a devorarla!
10 Muchos pastores han destruido mi viña,
han pisoteado mi heredad,
han convertido en desierto y soledad
mi heredad preciosa.
11 Fue convertida en asolamiento;
desolada, lloró sobre mí.
Toda la tierra quedó asolada,
y no hubo nadie que reflexionara.
12 Sobre todas las alturas del desierto
vinieron destructores,
porque la espada de Jehová
devorará desde un extremo de la tierra hasta el otro;
no habrá paz para nadie.
13 Sembraron trigo y cosecharon espinos;
se esforzaron, mas nada aprovecharon.
Se avergonzarán de sus frutos,
a causa de la ardiente ira de Jehová».

Promesas del Señor a los pueblos vecinos de Israel

Jr. 12.14-17 DHH NIV NBD NVI LBLA
14 Así ha dicho Jehová: «En cuanto a mis malos vecinos, que tocan la heredad que hice poseer a mi pueblo Israel, yo los arrancaré de su tierra, y arrancaré de en medio de ellos la casa de Judá.15 Pero después que los haya arrancado, volveré y tendré misericordia de ellos, y los haré volver cada uno a su heredad y cada cual a su tierra.16 Y si con diligencia aprenden los caminos de mi pueblo, para jurar en mi nombre, diciendo: “¡Vive Jehová!”, así como ellos enseñaron a mi pueblo a jurar por Baal, también ellos serán prosperados en medio de mi pueblo.17 Pero si no escuchan, arrancaré esa nación, sacándola de raíz y destruyéndola», dice Jehová.

Profecía sobre Damasco

Jr. 49.23-27 DHH NIV NBD NVI LBLA
23 Acerca de Damasco.
«Hamat y Arfad se avergonzaron
porque oyeron malas noticias;
se derritieron en aguas de ansiedad, ¡no logran sosegarse!
24 Damasco se desmayó, se dispuso a huir,
le tomó temblor y angustia,
y se apoderaron de él dolores
como de una mujer que está de parto.
25 ¡Cómo abandonan la ciudad tan alabada,
la ciudad de mi gozo!
26 Por tanto, sus jóvenes caerán en las plazas,
y todos los hombres de guerra morirán en aquel día,
dice Jehová de los ejércitos.
27 En el muro de Damasco prenderé yo un fuego
que consumirá las casas de Ben-adad».

Profecía sobre Cedar y Azor

Jr. 49.28-33 DHH NIV NBD NVI LBLA
28 Acerca de Cedar y de los reinos de Hazor, asolados por Nabucodonosor, rey de Babilonia. Así ha dicho Jehová:
«Levantaos, subid contra Cedar
y destruid a los hijos del oriente.
29 Sus tiendas y sus ganados tomarán.
Sus cortinas, todos sus utensilios
y sus camellos tomarán para sí,
y gritarán contra ellos: “¡Hay terror por todas partes!”.
30 ¡Huid, marchaos muy lejos, habitad en lugares profundos,
moradores de Hazor!,
dice Jehová;
porque Nabucodonosor, rey de Babilonia,
tomó consejo contra vosotros y contra vosotros ha preparado un plan.
31 ¡Levantaos, subid contra una nación pacífica
que vive confiadamente,
dice Jehová,
que ni tiene puertas ni cerrojos,
que vive solitaria!
32 Sus camellos serán por botín
y la multitud de sus ganados por despojo.
Los esparciré a todos los vientos,
dispersados hasta el último rincón;
de todos lados les traeré su ruina,
dice Jehová.
33 Hazor será guarida de chacales,
quedará desolada para siempre.
Nadie morará allí;
ningún ser humano habitará en ella».

Obediencia de los recabitas

Jr. 35.1-19 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Palabra de Jehová que vino a Jeremías en días de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, diciendo:2 «Ve a casa de los recabitas, habla con ellos e introdúcelos en la casa de Jehová, en uno de los aposentos, y dales a beber vino».
3 Tomé entonces a Jaazanías hijo de Jeremías hijo de Habasinías, a sus hermanos, a todos sus hijos y a toda la familia de los recabitas,4 y los llevé a la casa de Jehová, al aposento de los hijos de Hanán hijo de Igdalías, hombre de Dios, el cual estaba junto al aposento de los jefes, que estaba sobre el aposento de Maasías hijo de Salum, guarda de la puerta.5 Puse delante de los hijos de la familia de los recabitas tazas y copas llenas de vino, y les dije: «Bebed vino».6 Pero ellos dijeron: «No beberemos vino, porque Jonadab hijo de Recab, nuestro padre, nos ordenó diciendo: “No beberéis jamás vino, vosotros ni vuestros hijos.7 No edificaréis casa y no sembraréis sementera ni plantaréis viña ni la retendréis, sino que habitaréis en tiendas todos vuestros días, para que viváis muchos días sobre la faz de la tierra donde vosotros habitáis”.8 Y nosotros hemos obedecido a la voz de nuestro padre Jonadab hijo de Recab en todas las cosas que nos mandó: no beber vino en todos nuestros días, ni nosotros ni nuestras mujeres ni nuestros hijos ni nuestras hijas;9 y no edificar casas para nuestra habitación, ni tener viña ni heredad ni sementera.10 Habitamos, pues, en tiendas, y hemos obedecido y hecho conforme a todas las cosas que nos mandó Jonadab, nuestro padre.11 Sucedió, no obstante, que cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, subió a la tierra, dijimos: “Venid, ocultémonos en Jerusalén de la presencia del ejército de los caldeos y de la presencia del ejército de los de Siria”, y en Jerusalén nos quedamos».
12 Vino palabra de Jehová a Jeremías, diciendo:13 «Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Ve y di a los hombres de Judá y a los habitantes de Jerusalén: ¿No aprenderéis a obedecer mis palabras? dice Jehová.14 Fue firme la palabra de Jonadab hijo de Recab, el cual mandó a sus hijos que no bebieran vino, y no lo han bebido hasta hoy, por obedecer al mandamiento de su padre. En cambio, yo os he hablado desde el principio y sin cesar, y no me habéis escuchado.15 Envié a vosotros todos mis siervos los profetas, desde el principio y sin cesar, para deciros: Volveos ahora cada uno de vuestro mal camino, enmendad vuestras obras y no vayáis tras dioses extraños para servirlos, y viviréis en la tierra que os di a vosotros y a vuestros padres; pero no inclinasteis vuestro oído ni me escuchasteis.16 Ciertamente los hijos de Jonadab hijo de Recab tuvieron por firme el mandamiento que les dio su padre; pero este pueblo no me ha obedecido.17 Por tanto, así ha dicho Jehová, Dios de los ejércitos, Dios de Israel: Yo traeré sobre Judá y sobre todos los habitantes de Jerusalén todo el mal que contra ellos he hablado, porque les hablé y no escucharon, los llamé y no han respondido».
18 Dijo, pues, Jeremías a la familia de los recabitas: «Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: “Por cuanto obedecisteis al mandamiento de Jonadab, vuestro padre, y guardasteis todos sus mandamientos e hicisteis conforme a todas las cosas que él os mandó,19 por eso, no faltará de Jonadab hijo de Recab, un descendiente que esté en mi presencia todos los días”». Así lo ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel.

Joacim es llevado cautivo a Babilonia

2 Cr. 36.6,7 DHH NIV NBD NVI LBLA
6 Subió contra él Nabucodonosor, rey de Babilonia, y lo llevó a Babilonia atado con cadenas.7 También llevó Nabucodonosor a Babilonia parte de los utensilios de la casa de Jehová, y los puso en su templo en Babilonia.

Daniel y sus compañeros son llevados cautivos junto con Joacim

Dn. 1.1-5 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 En el tercer año del reinado de Joacim, rey de Judá, vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, a Jerusalén, y la sitió.2 El Señor entregó en sus manos a Joacim, rey de Judá, y parte de los utensilios de la casa de Dios; los trajo a tierra de Sinar, a la casa de su dios, y colocó los utensilios en la casa del tesoro de su dios.3 Y dijo el rey a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que trajera de los hijos de Israel, del linaje real de los príncipes,4 muchachos en quienes no hubiera tacha alguna, de buen parecer, instruidos en toda sabiduría, sabios en ciencia, de buen entendimiento e idóneos para estar en el palacio del rey; y que les enseñara las letras y la lengua de los caldeos.5 Y les señaló el rey una porción diaria de la comida del rey y del vino que él bebía; y que los educara durante tres años, para que al fin de ellos se presentaran delante del rey.

Daniel y sus compañeros en el palacio del rey

Dn. 1.6-21 DHH NIV NBD NVI LBLA
6 Entre ellos estaban Daniel, Ananías, Misael y Azarías, de los hijos de Judá.7 A estos el jefe de los eunucos puso nombres: a Daniel, Beltsasar; a Ananías, Sadrac; a Misael, Mesac; y a Azarías, Abed-nego.
8 Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligara a contaminarse.9 Puso Dios a Daniel en gracia y en buena voluntad con el jefe de los eunucos;10 y el jefe de los eunucos dijo a Daniel:
—Temo a mi señor el rey, que asignó vuestra comida y vuestra bebida; pues luego que él vea vuestros rostros más pálidos que los de los muchachos que son semejantes a vosotros, haréis que el rey me condene a muerte.
11 Entonces dijo Daniel a Melsar, a quien el jefe de los eunucos había puesto sobre Daniel, Ananías, Misael y Azarías:
12 —Te ruego que hagas la prueba con tus siervos durante diez días: que nos den legumbres para comer y agua para beber.13 Compara luego nuestros rostros con los rostros de los muchachos que comen de la porción de la comida del rey, y haz después con tus siervos según veas.
14 Consintió, pues, con ellos en esto, y probó con ellos durante diez días.15 Y al cabo de los diez días pareció el rostro de ellos mejor y más robusto que el de los otros muchachos que comían de la porción de la comida del rey.16 Así, pues, Melsar se llevaba la porción de la comida de ellos y el vino que habían de beber, y les daba legumbres.
17 A estos cuatro muchachos, Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias; y Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños.18 Pasados, pues, los días al fin de los cuales había dicho el rey que los llevaran, el jefe de los eunucos los llevó delante de Nabucodonosor.19 El rey habló con ellos, y no se hallaron entre todos ellos otros como Daniel, Ananías, Misael y Azarías; así, pues, permanecieron al servicio del rey.20 En todo asunto de sabiduría e inteligencia que el rey los consultó, los halló diez veces mejores que todos los magos y astrólogos que había en todo su reino.21 Así continuó Daniel hasta el año primero del rey Ciro.

Agosto 15
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Agosto 15

El sueño del rey Nabucodonosor

Dn. 2.1-13 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 En el segundo año del reinado de Nabucodonosor, tuvo Nabucodonosor sueños, y se turbó su espíritu y se le fue el sueño.2 Hizo llamar el rey a magos, astrólogos, encantadores y caldeos, para que le explicaran sus sueños. Vinieron, pues, y se presentaron delante del rey.3 El rey les dijo:
—He tenido un sueño, y mi espíritu se ha turbado por saber el sueño.
4 Entonces hablaron los caldeos al rey en lengua aramea:
—¡Rey, para siempre vive! Cuenta el sueño a tus siervos, y te daremos la interpretación.
5 Respondió el rey y dijo a los caldeos:
—El asunto lo olvidé; pero si no me decís el sueño y su interpretación, seréis hechos pedazos y vuestras casas serán convertidas en estercoleros.6 Pero si me decís el sueño y su interpretación, de mí recibiréis dones, favores y gran honra. Decidme, pues, el sueño y su interpretación.
7 Respondieron por segunda vez, y dijeron:
—Cuente el rey el sueño a sus siervos, y le daremos la interpretación.
8 El rey respondió y dijo:
—Yo conozco ciertamente que vosotros ponéis dilaciones, porque veis que el asunto se me ha ido.9 Si no me contáis el sueño, una sola sentencia hay para vosotros. Ciertamente preparáis una respuesta mentirosa y perversa que decir delante de mí, entre tanto que pasa el tiempo. Contadme, pues, el sueño, para que yo sepa que me podéis dar su interpretación.
10 Los caldeos respondieron delante del rey y dijeron:
—No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar el asunto del rey. Además, ningún rey, príncipe ni señor preguntó cosa semejante a ningún mago ni astrólogo ni caldeo.11 Porque el asunto que el rey demanda es difícil, y no hay quien lo pueda declarar al rey, salvo los dioses cuya morada no está entre los hombres.
12 Por esto el rey, con ira y con gran enojo, mandó que mataran a todos los sabios de Babilonia.13 Se publicó, pues, el edicto de que los sabios fueran llevados a la muerte; y buscaron también a Daniel y a sus compañeros para matarlos.

Daniel interpreta el sueño del rey

Dn. 2.14-49 DHH NIV NBD NVI LBLA
14 Entonces Daniel habló sabia y prudentemente a Arioc, capitán de la guardia del rey, que había salido para matar a los sabios de Babilonia.15 Habló y dijo a Arioc, capitán del rey:
—¿Cuál es la causa de que este edicto se publique de parte del rey tan apresuradamente?
Entonces Arioc hizo saber a Daniel lo que había;16 y Daniel entró y pidió al rey que le concediera tiempo, que él daría al rey la interpretación.17 Luego se fue Daniel a su casa e hizo saber a Ananías, Misael y Azarías, sus compañeros, lo que sucedía18 para que pidieran misericordias del Dios del cielo sobre este misterio, a fin de que Daniel y sus compañeros no perecieran con los otros sabios de Babilonia.
19 El secreto le fue revelado a Daniel en visión de noche, por lo cual bendijo Daniel al Dios del cielo.20 Habló Daniel y dijo:
«Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos,
porque suyos son el poder y la sabiduría.
21 Él muda los tiempos y las edades,
quita reyes y pone reyes;
da la sabiduría a los sabios
y la ciencia a los entendidos.
22 Él revela lo profundo y lo escondido,
conoce lo que está en tinieblas
y con él mora la luz.
23 A ti, Dios de mis padres,
te doy gracias y te alabo,
porque me has dado sabiduría y fuerza,
y ahora me has revelado lo que te pedimos,
pues nos has dado a conocer el asunto del rey».
24 Después de esto fue Daniel a Arioc, al cual el rey había puesto para matar a los sabios de Babilonia, y le dijo:
—No mates a los sabios de Babilonia; llévame a la presencia del rey, y yo le daré la interpretación.
25 Entonces Arioc llevó prontamente a Daniel ante el rey, y le dijo así:
—He hallado un hombre de los deportados de Judá, el cual dará al rey la interpretación.
26 Respondió el rey y dijo a Daniel, al cual llamaban Beltsasar:
—¿Podrás tú hacerme conocer el sueño que vi, y su interpretación?
27 Daniel respondió al rey diciendo:
—El misterio que el rey demanda, ni sabios ni astrólogos, ni magos ni adivinos lo pueden revelar al rey.28 Pero hay un Dios en los cielos que revela los misterios, y él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los últimos días. Estos son tu sueño y las visiones que has tenido en tu cama:
29 »Estando tú, rey, en tu cama, te vinieron pensamientos por saber lo que había de suceder en lo por venir; y el que revela los misterios te mostró lo que ha de ser.30 Y a mí me ha sido revelado este misterio, no porque en mí haya más sabiduría que en los demás vivientes, sino para que se dé a conocer al rey la interpretación y para que entiendas los pensamientos de tu corazón.
31 »Tú, rey, veías en tu sueño una gran imagen. Esta imagen era muy grande y su gloria, muy sublime. Estaba en pie delante de ti y su aspecto era terrible.32 La cabeza de esta imagen era de oro fino; su pecho y sus brazos, de plata; su vientre y sus muslos, de bronce;33 sus piernas, de hierro; sus pies, en parte de hierro y en parte de barro cocido.34 Estabas mirando, hasta que una piedra se desprendió sin que la cortara mano alguna, e hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó.35 Entonces fueron desmenuzados también el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro, y fueron como tamo de las eras del verano, y se los llevó el viento sin que de ellos quedara rastro alguno. Pero la piedra que hirió a la imagen se hizo un gran monte que llenó toda la tierra.
36 »Este es el sueño. También la interpretación de él diremos en presencia del rey.37 Tú, rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino, poder, fuerza y majestad.38 Dondequiera que habitan hijos de hombres, bestias del campo y aves del cielo, él los ha entregado en tus manos, y te ha dado el dominio sobre todo. Tú eres aquella cabeza de oro.39 Después de ti se levantará otro reino, inferior al tuyo; y luego un tercer reino de bronce, el cual dominará sobre toda la tierra.40 Y el cuarto reino será fuerte como el hierro; y como el hierro desmenuza y rompe todas las cosas, así él lo desmenuzará y lo quebrantará todo.
41 »Lo que viste de los pies y los dedos, en parte de barro cocido de alfarero y en parte de hierro, será un reino dividido; pero habrá en él algo de la fuerza del hierro, así como viste el hierro mezclado con barro cocido.42 Y por ser los dedos de los pies en parte de hierro y en parte de barro cocido, este reino será en parte fuerte y en parte frágil.43 Así como viste el hierro mezclado con barro, así se mezclarán por medio de alianzas humanas; pero no se unirán el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con el barro.44 En los días de estos reyes, el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre,45 de la manera que viste que del monte se desprendió una piedra sin que la cortara mano alguna, la cual desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es verdadero, y fiel su interpretación».
46 Entonces el rey Nabucodonosor se postró sobre su rostro, se humilló ante Daniel, y mandó que le ofrecieran presentes e incienso.47 El rey habló a Daniel, y dijo:
—Ciertamente el Dios vuestro es Dios de dioses, Señor de los reyes y el que revela los misterios, pues pudiste revelar este misterio.
48 Entonces el rey engrandeció a Daniel, le dio muchos honores y grandes dones, y lo hizo gobernador de toda la provincia de Babilonia y jefe supremo de todos los sabios de Babilonia.49 Daniel solicitó y obtuvo del rey que pusiera sobre los negocios de la provincia de Babilonia a Sadrac, Mesac y Abed-nego; y Daniel estaba en la corte del rey.

La adoración de la estatua de oro

Dn. 3.1-18 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 El rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro, cuya altura era de sesenta codos y la anchura de seis codos; la levantó en el campo de Dura, en la provincia de Babilonia.2 Y ordenó el rey Nabucodonosor que se reunieran los sátrapas, los magistrados, capitanes, oidores, tesoreros, consejeros, jueces y todos los gobernadores de las provincias, para que vinieran a la dedicación de la estatua que el rey Nabucodonosor había levantado.3 Se reunieron, pues, los sátrapas, magistrados, capitanes, oidores, tesoreros, consejeros, jueces y todos los gobernadores de las provincias, para la dedicación de la estatua que el rey Nabucodonosor había levantado; y estaban en pie delante de la estatua que había levantado el rey Nabucodonosor.4 Y el pregonero anunciaba en alta voz: «Se os ordena a vosotros, pueblos, naciones y lenguas,5 que al oir el son de la bocina, la flauta, la cítara, el arpa, el salterio, la zampoña y todo instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua de oro que el rey Nabucodonosor ha levantado;6 y cualquiera que no se postre y adore, inmediatamente será echado dentro de un horno de fuego ardiente».
7 Por lo cual, al oir todos los pueblos el son de la bocina, la flauta, la cítara, el arpa, el salterio, la zampoña y todo instrumento de música, todos los pueblos, naciones y lenguas se postraron y adoraron la estatua de oro que el rey Nabucodonosor había levantado.
8 Por esto, en aquel tiempo algunos hombres caldeos vinieron y acusaron maliciosamente a los judíos.9 Hablaron y dijeron al rey Nabucodonosor:
—¡Rey, para siempre vive!10 Tú, rey, has dado una ley que todo hombre, al oir el son de la bocina, la flauta, la cítara, el arpa, el salterio, la zampoña y todo instrumento de música, se postre y adore la estatua de oro;11 y el que no se postre y adore, sea echado dentro de un horno de fuego ardiente.12 Hay unos hombres judíos, a los cuales pusiste sobre los negocios de la provincia de Babilonia: Sadrac, Mesac y Abed-nego; estos hombres, oh rey, no te han respetado; no adoran a tus dioses ni adoran la estatua de oro que has levantado.
13 Entonces Nabucodonosor dijo con ira y con enojo que trajeran a Sadrac, Mesac y Abed-nego. Al instante fueron traídos delante del rey.14 Habló Nabucodonosor y les dijo:
—¿Es verdad, Sadrac, Mesac y Abed-nego, que vosotros no honráis a mi dios ni adoráis la estatua de oro que he levantado?15 Ahora, pues, ¿estáis dispuestos para que, al oir el son de la bocina, la flauta, la cítara, el arpa, el salterio, la zampoña y todo instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua que he hecho? Porque si no la adoráis, en la misma hora seréis echados en medio de un horno de fuego ardiente, ¿y qué dios será el que os libre de mis manos?
16 Sadrac, Mesac y Abed-nego respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo:
—No es necesario que te respondamos sobre este asunto.17 Nuestro Dios, a quien servimos, puede librarnos del horno de fuego ardiente; y de tus manos, rey, nos librará.18 Y si no, has de saber, oh rey, que no serviremos a tus dioses ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado.

Los tres jóvenes son librados del horno de fuego

Dn. 3.19-30 DHH NIV NBD NVI LBLA
19 Entonces Nabucodonosor se llenó de ira, cambió el aspecto de su rostro contra Sadrac, Mesac y Abed-nego y ordenó que el horno se calentara siete veces más de lo acostumbrado.20 Y ordenó a hombres muy vigorosos que tenía en su ejército, que ataran a Sadrac, Mesac y Abed-nego, para echarlos en el horno de fuego ardiente.21 Así pues, estos hombres fueron atados con sus mantos, sus calzados, sus turbantes y sus vestidos, y fueron echados dentro del horno de fuego ardiente.22 Y como la orden del rey era apremiante, y habían calentado mucho el horno, la llama del fuego mató a aquellos que habían alzado a Sadrac, Mesac y Abed-nego.23 Estos tres hombres, Sadrac, Mesac y Abed-nego, cayeron atados dentro del horno de fuego ardiente.
24 Entonces el rey Nabucodonosor se espantó, se levantó apresuradamente y dijo a los de su consejo:
—¿No echaron a tres hombres atados dentro del fuego?
Ellos respondieron al rey:
—Es verdad, oh rey.
25 Y él dijo:
—Sin embargo, yo veo cuatro hombres sueltos, que se pasean en medio del fuego sin sufrir ningún daño; y el aspecto del cuarto es semejante a un hijo de los dioses.
26 Entonces Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno de fuego ardiente, y dijo:
—Sadrac, Mesac y Abed-nego, siervos del Dios Altísimo, salid y venid.
Sadrac, Mesac y Abed-nego salieron de en medio del fuego.27 Y se juntaron los sátrapas, los gobernadores, los capitanes y los consejeros del rey para mirar a estos hombres, cómo el fuego no había tenido poder alguno sobre sus cuerpos y ni aun el cabello de sus cabezas se había quemado; sus ropas, intactas, ni siquiera olor de fuego tenían.28 Y Nabucodonosor dijo: «Bendito sea el Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego, que envió su ángel y libró a sus siervos que confiaron en él, los cuales no cumplieron el edicto del rey y entregaron sus cuerpos antes que servir y adorar a otro dios que su Dios.29 Por lo tanto, decreto que todo pueblo, nación o lengua que diga blasfemia contra el Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego, sea descuartizado, y su casa convertida en estercolero; por cuanto no hay dios que pueda librar como este».
30 Entonces el rey engrandeció a Sadrac, Mesac y Abed-nego en la provincia de Babilonia.